Cifras respaldadas en informes nacionales e internacionales están desactualizadas o se contradicen con otros voceros oficiales que las han repetido al pasar de los años.
94% de los venezolanos comen tres veces o más, dijo Isis Ochoa en marzo de 2013, lo repitió Héctor Rodríguez en abril de 2015 y ahora de nuevo Ricardo Menéndez “a pesar de la guerra económica” así como inflación y escasez oficiales.
Niños crecieron 1,8 centímetros entre 1990 y 2011, entonces sucedió el estirón de cifras: 1,5 más fueron agregados en el informe de 2013. 900% más rápido que 14 años antes.
Ricardo Menéndez, ministro de Planificación de Venezuela, es un asiduo de los datos. Ha presentado en ruedas de prensa los datos de desempleo, los ha citado constantemente y presentó un nuevo repositorio digital llamado Infoplan, que mostraría además de indicadores sociales y económicos, geoportales para brindar una nueva dimensión espacial a las estadísticas, aunque estos mapas no están disponibles a pesar de haberse anunciado para abril de 2016 con el fin de adaptarse a los nuevos 15 motores de la Agenda Económica Bolivariana. Lo admitió como debilidad, como un tema pendiente a ser fortalecido y mejorado. Así lo dijo en el Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ONU) donde reveló cifras oficiales que fueron contrastadas en redes sociales con la etiqueta en Twitter #VzlaMienteenlaONU
Una de las declaraciones más citadas, y polémica, fue que el 94% de los venezolanos comen tres o más veces al día. Pero también presentó que la desnutrición había bajado más de la mitad en comparación con 1990, pero “el último valor reportado del indicador de Índice de Prevalencia de Subnutrición (IPS) es para el trienio 2011-2013”, revela el Perfil Alimentario y Nutricional 2013-2014 del Instituto Nacional de Estadística, que apenas fue publicado en 2015.
Desactualización oficial
Las organizaciones sociales Transparencia Venezuela, Sinergia, Avesa, Fundación Aguaclara y Codevida presentaron un informe alternativo (PDF) al voluntario presentado por el Estado venezolano para «cubrir en cierta medida la ausencia de información pública oficial, dificultades o desactualización» sobre alguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) a junio de 2016.
Las ONG insisten en que los datos -presentados en un informe llamado Venezuela en cifras: nuestra transición al socialismo- no solo no se han actualizado sino se limitan a la época de bonanza petrolera, pero que además son anteriores a septiembre de 2015 cuando se aprobaron los más de 300 ítems que miden los ODS. De éstos, el INE solo ofrecerìa el 60%. Además, objetan que con 99% de decisiones del Tribunal Supremo de Justicia y 60 leyes entre 2010 y 2014 van en contra de la obtención de información pública se pueda cumplir el décimo ODS, como recoge el informe de Transparencia Venezuela “Es legal pero injusto”. Añaden que Menéndez presentó un informe sin considerar que los índices de pobreza por ingreso solo están actualizados hasta 2013, mientras estudios alternativos como la Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI) encontró que en 2014 alcanzó 48% y al año siguiente subió hasta 73%.
Declaraciones oficiales en medios públicos ayudan a establecer la desactualización acusada. En marzo de 2013 una nota de Venezolana de Televisión (VTV) señalaba el mismo 94% de personas que comen tres veces o más en el país, según la entonces ministra de Comunas, Isis Ochoa, aunque no reveló la fuente de la información. El mismo porcentaje fue publicado en abril de 2015 por la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) en voz de Héctor Rodríguez, vicepresidente de Desarrollo Social, durante la presentación del Mapa de Hambre de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
La cifra fue repetida sin variación un año y dos meses después por Menéndez en la ONU a pesar de denunciar la existencia de una «guerra económica» que presuntamente reduciría el acceso a los alimentos en todo el país por medio del acaparamiento, paralización de empresas y «bachaqueo». Tampoco se afectó la estadística a pesar que el 64% de los venezolanos siguen sin recibir las bolsas de comida de los «Comités Locales de Producción y Abastecimiento» (CLAP) según un estudio de Hinterlaces, tampoco que el Banco Central de Venezuela cifrara el índice de escasez -que rebautizó como “apreciación de existencia de acaparamiento”- para 2015 en un 87% ni tampoco por el reciente lanzamiento de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, en control de las Fuerzas Armadas Nacionales, para mejorar la distribución y reducir el contrabando de extracción.
La población estaría comiendo tanto y tan bien como tres años antes a pesar de los problemas “inducidos” como señalara también el vicepresidente Aristóbulo Istúriz que se reflejan en los 254 saqueos o intentos de saqueo en los primeros cinco meses de 2016 y un aumento de 320% en las protestas sociales vinculadas al derecho a la alimentación, en comparación con mayo de 2015, como encontrara el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS). Aún así Menéndez dijo: «solo por la revolución (…) no estamos peor». Pareciera que no hablara de una cifra tan alta de personas que comen completo diariamente.
¿Cuántos (no) comen y cómo?
La Encuesta Nacional de Consumo de Alimentos (ENCA) de 2013 relizada por el INE revela que 95,4% de los habitantes del país comen tres o más veces al día. Un cifra levemente superior a la de Menéndez pero que contrasta con las declaraciones de Rodríguez y Ochoa. La ENCA 2013 también revela quienes comen menos: 1,3 millones de personas lo hacen menos de tres veces al día. Entre quienes tienen una sola comida al día, cuatro de cada cinco son mujeres, pobres no extremos y tienen entre 18 y 49 años. Si lo dividimos por regiones, dos de cada cinco viven en Los Llanos. La falta de datos disgregados es otro reclamo de las ONG sobre la falta de información pública suficiente.
Según los resultados de la encuesta Venebarómetro, del Instituto Venezolano de Análisis de Datos (IVAD), realizada entre el 1ero y el 22 de abril de 2016, solo el 53,6% aseguró que en su casa se come tres veces al día aunque en febrero lo decían el 69,5% de los consultados. Solo 67,1% de quienes se identificaron como chavistas dijeron comer tres veces al día. Además, el 86,3% concedió que se compra menos o mucho menos comida que antes. Incluso el 74,2% de los chavistas le dieron la espalda a la estadística oficial, admitiendo una menor compra de alimentos.
Estudios de Datanalisis también arrojaron una escasez de 80% en supermercados y 40% en hogares para 2016, mientras Hinterlaces encontró que el desabastecimiento en punto de venta era de 74,2% y en hogares 61,79%, pero que se eleva hasta 92,4% en establecimientos públicos. Ambos para para abril de 2016.
La ENCOVI 2015, realizada por investigadores de la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Simón Bolívar y la Universidad Católica Andrés Bello, encontró que 12,1% de las personas entrevistadas admitió que comía dos o menos veces al día. Un año antes el estudio había arrojado 11,3%. Entre los hallazgos están que solo 69,1% de los hogares adquirió pollo, 61,19% carne y 36.77% pescado. Por otro lado, 91,1% dijo comprar harina de maíz, 83,29% arroz y 79,47% pan y pastas, arrojando una dieta con 40% de carbohidratos y grasas, con alto aporte calórico en pocos alimentos con pérdida de calidad. Además, el 63,8% dijo jamás comer fuera de casa, lo que para 2014 alcanzaba un 55,2%. Finalmente, 87% dijo no tener los ingresos para comprar todos sus alimentos, lo que representa 6,9 puntos porcentuales más que el estudio del año anterior.
Todas cifras muy lejanas del 94% que ya había sido presentado en marzo de 2013, antes de la caída del precio del petróleo.
Exceso de calorías
El también vicepresidente de planificación aseguró en la ONU que en “kilocalorías disponibles hemos pasado de 2 mil 252 kilocalorías disponibles a 3.055” como un logro de la revolución desde 1999. A pesar que la Hoja de Balance de Alimentos (HBA) del Perfil del INN señala que para 2013 ya se habían alcanzado la cifra de 3.108 calorías/persona/día e incluso en 2011 se elevaba hasta 3.209. La cifra de Meléndez es menor al dato disponible más alto. Elías Eljuri aseguró en 2013 al presentar la ENCA 2012 que el requerimiento calórico en Venezuela era de 2.308, que para entonces ya se cubría en 99%.
Así que la ENCA 2013 mostraba los excesos de consumo de caloría por mala alimentación. Al desagregar por género, los hombres consumieron 98.4% de las calorías requeridas al alcanzar 2.654,3 mientras que las mujeres lo hacían 1.36% de más al hacerlo con 2.115,1. El informe señala que estos requerimientos fueron calculados en 2001 por el INN según sexo, edad y actividad física de cada grupo.
Así que se revela que los estratos IV y V, los más pobres, consumieron 1.2% y 2,7% calorías en exceso en promedio a sus necesidades, que son 2.394 y 2.373 respectivamente, impulsado por un mayor consumo de cereales, tubérculos, plátanos y leguminosas que quienes tienen un ingreso mayor, mientras al mismo tiempo consumieron 17% menos bebidas no alcohólicas, 40% menos frutas, 17% menos carnes y pescados, 19% lácteos y huevos y 22% menos hortalizas.
Más específicamente, el estrato más pobre comía 30% más harina de maíz, 7% más arroz blanco y 57% más pastas, por lo que el aporte calórico viene de alimentos más densos y menos nutritivos. Además, consumió más del triple de yuca y más del doble de cambur verde. Y la única bebida no alcohólica cuya ingesta fue mayor a la de los más ricos fue el café negro: 25% más, que también aporta energía.
Por edad, todos los grupos entre los 3 y los 17,9 años superan los requerimientos calóricos, desde 36% hasta el 5%, especialmente por el alto consumo de refrescos y jugos pasteurizados. Desde 102 a 135 mililitros mensuales en promedio, con una importante presencia del café negro incluso en el grupo de 3 a 5,9 años que alcanza los 24,66 mililitros cada mes. Entre los 50 y 59,9 años se encuentra el que más necesita calorías: 2.658 pero la ENCA 2013 encontró que ese grupo apenas alcanza los 2.281, es decir, casi 15% menos.
Los 3.055 de Menéndez superan los aportes de tres países industrializados: Finlandia (2.990), Australia (2.980) y Japón (2.900) según el mapa de nutrición de 1998 de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés y citada ampliamente por sus reconocimientos al gobierno de Venezuela). El texto señala que es menor que una lista de 22 naciones encabezada por Dinamarca con 3.780 kcal, mientras advierte el organismo que en éstos “el consumo diario de grasas es elevado, la obesidad está muy extendida y las enfermedades no contagiosas relacionadas con la alimentación (…) constituyen uno de los principales problemas sanitarios”. Con una dieta venezolana con el café negro y la harina de maíz junto al pollo como los tres alimentos más consumidos, el alto aporte calórico no necesariamente implica una mejor alimentación como ya encontraron los estudios del INE.
Sobre el tipo de alimentos, Cotejo revisó las declaraciones acerca de la reducción de la malnutrición en Venezuela por parte de la Ministra de Salud, Luisana Melo, usando investigaciones que han encontrado un problema combinado de desnutrición y obesidad por el consumo de alimentos menos nutrítivos por las personas con menos recursos económicos. Revise ese reportaje aquí.
¿Más o menos PAE?
Cuatro millones 20 mil niñas, niños y adolescentes estarían siendo atendidos por el Programa de Alimentación Escolar (PAE), declaró Menéndez. Una cifra que no corresponde con el anuncio oficial para el año escolar 2015-16 que se atendería a 3 millones 693 mil 189 estudiantes, y que además implicó una reducción de poco más de 555 mil beneficiados, un 12,7% de todo el plan. También el número de instituciones se redujo de más de 21 mil a poco más de 15 mil, mientras el presupuesto -de 5.583.934.045 Bs. según reza la Gaceta Oficial 40632 del 15 de marzo de 2015– es apenas 9,4% más que el año anterior, como se describe en la Memoria 2015 del Ministerio de Educación.
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La nueva cifra, con 327 mil estudiantes más que el anuncio de inicio de año escolar, fue presentada días después por el ministro de Educación, Rodulfo Pérez, el 26 de julio de 2016 en el programa Zurda Konducta de VTV. En el mismo también añadió que 20 mil 172 fueron atendidos. Sin embargo, en febrero de 2016 el mismo vocero había informado que el PAE llegaba a 4,5 millones de estudiantes “a pesar de la guerra económica” y que cubría el 77% de la educación pública, siete puntos y 480 mil estudiantes más que los anunciados por Menéndez. Esto además a contrapelo de lo explicado por uno de sus subordinados, Alexis Marín, coordinador nacional del PAE, quien aseguró -en El Desayuno de VTV- tan sólo seis días antes que el ministro que se llegaba a 16 mil escuelas con planes de hacerlo en 20 mil.
Datos infantiles en duda
Una vez más la cifra citada por el ministro como logro de reducción de desnutrición infantil corresponde al año 2013, último de bonanza petrolera desde 1999 y cuando el INE dejó de publicar el índice de pobreza después que subiese 6,1 puntos porcentuales para ubicarse en 21%. Algo similar a la talla, que cifró en 3,3 centímetros más que en 1990 en comparación con 2014, aunque el INN reportó que era 3,1 más hasta 2013.
De nuevo, las declaraciones oficiales ayudan a medir el tamaño de la veracidad de los posteriores anuncios. Según un reporte de AVN para el 2011 el INN encontró que los niños de 0 a 7 años eran un centímetro más altos que los nacidos en 1997, que solo habían elevado su talla en 0,8 centímetros en comparación con los de 1990. Es decir, 25% más rápido por lo que señalaron como políticas de acceso a la alimentación como el PAE, Mercal, PDVAL, Areperas Venezuela, Abastos Bicentenarios y Casas de Alimentación. En promedio, desde la llegada del gobierno de Hugo Chávez los pequeños se habrían alargado 7 milímetros por año. Sin embargo, el INN luego aseguró que dos años después, el diferencial con la llamada “IV República” se aceleró 1,5 centímetros más, lo que equivale a 0,75 por cada año, o lo que es lo mismo, 50% más que en los anteriores 14 años solo explicable con una aceleración del 900% en el crecimiento infantil. Lo que podría llamarse un estirón o una muy alta inconsistencia numérica.
Otra investigación de la Fundación Bengoa, basado en una mala dieta y menos de tres comidas al día, encontró que en comparación con 1963 y 1985, para 2011 el crecimiento de los niños y de las niñas se había desacelerado, revelando el aumento en el consumo de chucherías y refrescos. En declaraciones a El Nacional que recoge la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (Asovac) en abril de 2012, se cita el informe que contó con información del Laboratorio de Antropología de la Universidad Simón Bolívar, la Escuela de Nutrición de la Universidad del Zulia y por la Sociedad Venezolana de Obesología, y datos obtenidos en investigaciones llevadas a cabo en el Distrito Capital, Miranda, Zulia, Mérida, Lara, Monagas y Apure con 13 mil niñas y niños.
La mortalidad infantil, que Menéndez presentó como logro haberla reducido a la mitad, al pasar de 29,5 muertes cada mil niños menores de 5 años en 1990 a 14,9 para 2013, ocupa según el Informe regional de monitoreo del cumplimiento de los Objetivos del Mileno en América Latina y El Caribe 2015 de CEPAL, el puesto 15 de 33 países de la región. Faltó decir que el país no alcanzó entonces la meta propuesta de bajarla en 66% que solo hicieron cinco países, incluyendo Cuba y Bolivia. Venezuela tampoco entró en la lista de los que están a menos de 2% de lograrlo.
Menéndez no contextualizó geográficamente. Además, se incluye al país en aquellos en los cuales la cobertura de vacunas de sarampión es 85% o menor.
Para cerrar, el representante venezolano omitió el más pronunciado aumento de la mortalidad neonatal, que se mide en menores de 28 días de nacidos. La Memoria 2015 del Ministerio de Salud afirma que la misma alcanzó 2,01% aunque un año antes era de apenas 0,05%. Esto implica que su tasa se multiplicó 3.920 veces. Específicamente hubo 4 mil 903 muertes de recién nacidos en 243 mil 638 nacimientos, y en 2014 se registraron 796 decesos en 438 mil 136 alumbramientos. Por tanto, fallecieron uno de cada 50 bebés mientras un año antes lo hicieron solo uno de cada 667. Nominalmente 1.234% más. Un reportaje titulado “La Maternidad marchó con el Batallón 51 a la mortalidad” muestra la relación entre la llegada de galenos egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana al posgrado de Neonatología de la UCV con el aumento de los índices de mortalidad neonatal, especialmente en la Maternidad Concepción Palacios, dado su bajo rendimiento académico y poca preparación para un área que intentó ocuparse bajo doctrina militar y con concepción partidista, según las declaraciones del presidente Hugo Chávez y la exministra de salud, Eugenia Sader, que los llamó “un ejército de batas blancas”.
Por Jeanfreddy Gutiérrez para Cotejo.info