El ministro Aristóbulo Istúriz anunció en septiembre que el número de estudiantes se había incrementado 16,37 % respecto al año anterior y semanas después, a propósito del inicio del ciclo del bachillerato, el presidente Nicolás Maduro señaló que el aumento fue de 7 %. En medio de una crisis migratoria como la actual, a muchos les resulta difícil creer ambas cifras y por eso #CotejoVerifica.
- Fenasopadres destaca que el Ministerio de Educación no publica cifras oficiales desde el año 2015
- AVEC advierte sobre el daño que causará este año en la calidad de la educación venezolana la pérdida de 4 mil 500 empleados del sector escolar
La educación inicial y primaria comenzó un nuevo ciclo este año el día 17 de septiembre pasado y el primero de octubre lo hizo la educación media. Un inicio que se conjuga con la incertidumbre en el país ante la crisis económica, política y social; y que se ha visto claramente reflejada a través de las nuevas olas migratorias de 2017 y 2018. En medio de esta coyuntura, el gobierno insistió recientemente en negar la crisis migratoria apelando a las cifras de matrícula escolar.
Aristóbulo Istúriz, actual ministro de Educación, indicó días previos al regreso a clases que un total de 7 millones 644 mil 869 estudiantes formarían parte de este proceso, lo que implicaría un incremento de 16,37 % con respecto al lapso anterior. En el inicio del proceso manifestó que de esa cifra, 4 millones 445.024 estudiantes responden a la “educación inicial y primaria del país” .
Pero hace pocos días, el presidente Nicolás Maduro anunció en el marco de la apertura del acto de inicio al año escolar 2018-2019 para el bachillerato que 2 millones 492 mil 874 estudiantes iniciaron sus clases y que esto reflejaba un incremento de 7 % en la escolaridad con respecto al año pasado.
Si uno contrasta las cifras dadas por estos voceros oficiales este año con las que ofrecieron el año pasado, consigue varias inconsistencias numéricas.
La primera tiene que ver con el número de estudiantes que cursan bachillerato. Si es cierto que cursan 2.492.874 alumnos este año y que eso es 7 % más versus el año previo, con matemáticas simples podemos derivar de allí que el ciclo anterior se inició con 2.318.372 alumnos. Pero ese número es distinto al que declaró en 2017 el ex ministro de Educación, Elías Jaua, a propósito del inicio del ciclo de educación media general: 2.200.000.
Otro número que sugiere inconsistencias es este: En 2017, durante el inicio de clases del ciclo de educación básica el primer mandatario aseguró que habían acudido a las aulas de clase más de 4 millones 700 mil estudiantes.
Si este número incluye los alumnos que cursan educación inicial, primaria y media, y que algunos conceptualizan como “educación básica”, no podemos compararlo con los 4.445.024 referidos por Istúriz, debido a que el ministro se refirió expresamente a “educación inicial y primaria”. Pero si ambos números involucran a los mismos grupos estudiantiles, no se podría hablar de un incremento de la matrícula escolar en 2018, sino de un decrecimiento.
Al ser consultada sobre el tema, Nancy Hernández, miembro directivo de la Federación Nacional de Sociedades de Padres y Representantes (FENASOPADRES), advirtió que el Ministerio de Educación no presenta cifras oficiales desde el año 2015 y lamentó esta opacidad.
Además, añadió Hernández, “se deben esperar algunos días para dar una cifra de la matrícula oficial”, a diferencia de los anuncios realizados por las autoridades venezolanas.
De acuerdo con lo que ha podido registrar FENASOPADRES, han cerrado tres escuelas en Nueva Esparta, una escuela emblemática en la parroquia Coche en Caracas y otras instituciones privadas en el resto del territorio nacional, que por la inexistencia de condiciones favorables ya no pueden mantenerse en operaciones.
Hernández manifestó que 80 % de la población estudiantil asiste a escuelas oficiales y 20% a planteles de educación privada, un indicador que se ve afectado directamente por la diáspora y la migración de alumnos de un sector a otro.
También informó que, de un aproximado de 25 mil escuelas que posee el Estado, 179 no iniciaron actividades, 102 de ellas sirven como refugio desde el mes de mayo en Bolívar, Anzoátegui, Apure, Monagas y Delta Amacuro; y los 77 planteles restantes carecen de la infraestructura adecuada. Debido a esto, aproximadamente 200 mil estudiantes no han podido comenzar sus actividades.
Estos datos guardan relación con los presentados por la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC), según los cuales la asistencia en el primer día de clases registró una baja, tanto de estudiantes como de trabajadores, y en los planteles adscritos a esta agrupación, desde enero del presente año se ha registrado la pérdida de 4 mil 500 empleados (docentes, administrativos y obreros).
La asistencia a las instituciones de Fe y Alegría, por ejemplo, solo alcanzaba 40 % en los primeros días, una situación que se agrava en las zonas fronterizas del país.
El inicio de clases es un momento importante en la vida de todo niño y adolescente porque educarse significa crecimiento y aprendizaje. Sin embargo, el escenario venezolano actual ha impedido este año a muchos adquirir sus útiles completos y sus uniformes o contar con transporte y alimentación adecuados, algunos ni siquiera han podido permanecer en el área privada de la educación.
Valentina Saldivia para Cotejo