Para llevar el déficit a cero, el Ejecutivo tenía que llenar un hueco fiscal de al menos 15.000 millones de dólares, reduciendo sus gastos y aumentando sus ingresos
Hasta el momento, ha ocurrido otra cosa: incrementó gastos y el alza de la gasolina a precios internacionales, que era el factor principal para elevar su ingreso en esta coyuntura, no se ha dado
Será imposible balancear el déficit fiscal en 2018. Ya esto puede considerarse como un hecho.
Aunque el presidente Nicolás Maduro prometió durante varios meses este año que llevaría el déficit fiscal a cero “muy pronto” y en agosto anunció un plan de recuperación económica y otra reconversión monetaria para garantizarle prosperidad al país, la eliminación del déficit será una de las promesas que no podrá cumplir en 2018.
Y esto tiene que ver fundamentalmente con dos factores. Para reducir el déficit fiscal, cualquier gobierno necesita aumentar sus ingresos o disminuir sus gastos, o una combinación de ambos elementos. Y lo que ha ocurrido en Venezuela en los últimos tres meses es otra cosa: aumentó el gasto y el incremento de los ingresos ha sido inferior al proyectado hace tres meses, debido principalmente a que el alza de la gasolina a precios internacionales no se ha concretado aún.
El déficit fiscal no es más que el balance que resulta de restar a los ingresos de un Estado sus gastos. Si el resultado es positivo, ese Estado tiene un superávit fiscal. Pero si el resultado es negativo -es decir, si gasta más de lo que gana-, su balance fiscal es deficitario.
Estimaciones nada optimistas
Según estimaciones de la firma Ecoanalítica, el déficit fiscal venezolano se ubicará en 2018 entre 15.000 millones y 16.000 millones de dólares y las medidas económicas anunciadas por el gobierno hasta la fecha no permitirán llenar ese hueco fiscal.
Ecoanalítica proyectó que el aumento de la gasolina a precios internacionales iba a sumar 6.400 millones de dólares a la caja del gobierno y que el incremento del IVA aportaría otros 2.000 millones, el ajuste al impuesto de las transacciones financieras representaría 1.000 millones y el adelanto del Impuesto Sobre la Renta (ISLR) añadiría otros 800 millones.
En total, si todos esos elementos se daban, los ingresos podrían subir 10.200 millones de dólares en el mejor de los casos. Pero sin el alza de la gasolina este año, el ingreso podría subir apenas 3.800 millones de dólares en 2018.
El ajuste de la unidad tributaria que se anunció días después de las medidas económicas también suma a favor de los ingresos del sector público, pero su peso en esta ecuación es muy pequeño en comparación con el de los otros factores, aclaró el economista Asdrubal Oliveros, director de la firma consultora.
Además, la exoneración del Impuesto Sobre la Renta a Pdvsa y las empresas mixtas, así como la exoneración de aranceles a la importación de equipos e insumos agroindustriales, en lugar de elevar los ingresos, los reduce, así que también aumentarán el déficit.
La venta de oro, coltán y otros recursos minerales es otro factor que puede elevar los ingresos en forma importante en esta coyuntura, cuando el petróleo tiene un peso menor en los ingresos estatales debido a la reducción de la producción de Pdvsa y a la enorme cantidad de divisas que se están dejando de recibir debido a que están pagando con hidrocarburos las deudas contraídas con China, Rusia y otros países.
Pero la opacidad de esos intercambios comerciales y la falta de transparencia del gobierno con esas ventas es tal que se dificulta precisar en un número el impacto de tales operaciones en el balance fiscal. De cualquier manera, se trata de cifras anuales mil millonarias.
En cuanto al aumento del gasto público, Ecoanalítica estimó que el alza de salario mínimo decretado en agosto costaría 2.000 millones de dólares y el bono de la reconversión económica otros 120 millones a esta cuenta. En total, eso suma 2.120 millones de dólares.
Se espera que antes de que culmine el 2018, el gobierno anuncie un nuevo ajuste salarial y más bonos y uso de dinero inorgánico. Así que, una vez que esto ocurra, habrá que sumar entonces otro tanto a esa cifra.
Si tomamos en cuenta todo lo anterior, se puede concluir que el déficit fiscal de Venezuela podría bajar este año 1.680 millones de dólares en el mejor de los casos, pero nunca llegar a cero.
¿Por qué? Porque para llegar a cero el gobierno tendría que conseguir ingresos adicionales por el orden de los 14.000 millones de dólares y ese monto no será alcanzable en 2018 ni con el oro, ni con el coltán, ni con la producción actual de Pdvsa y las empresas del Estado, ni con el Petro.
También vale la pena acotar que la mejora en el balance fiscal proyectada actualmente, de 1.680 millones de dólares, es muy inferior a la que se proyectó en agosto, cuando los economistas sostenían que el déficit fiscal podría bajar aproximadamente 8.000 millones, en el mejor de los casos.