- Actualmente, el precio de la gasolina en algunos países de la región oscila entre medio dólar y 1,7 dólar por litro
- Nicolás Maduro anunció hace cinco meses que, quienes no cuenten con el Carnet de la Patria, tendrán que pagar precios internacionales en el futuro
El año 2019 comienza con un tema pendiente para el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Se trata del anuncio sobre el aumento de la gasolina que ha sido postergado desde mediados de 2018. Los problemas económicos y financieros que su administración enfrenta y la significativa baja en la producción de crudo son una de las principales razones para el incremento.
En un discurso en cadena nacional, el 17 de agosto de 2018, Maduro anunció que aumentarían la gasolina “a precios internacionales” y que aquellos que tuvieran el carnet de la patria la pagarían a precio subsidiado.
Hasta la fecha, ese anuncio oficial no se ha cumplido.
Asimismo, Maduro señaló que parte del problema era el contrabando de combustible hacia Colombia. En ningún momento hizo mención a las dificultades que traía el descenso en la producción petrolera y el procesamiento de la gasolina para el consumo interno.
La paradoja es que Venezuela es el país con la mayor reserva probada de petróleo del mundo y, sin embargo, existe escasez de gasolina. En ciertas regiones es más evidente el problema, que para conocedores de la materia ilustra claramente el colapso que ha tenido la industria petrolera nacional.
En la alocución del 17 de agosto de 2018, el mandatario venezolano también aseveró que el país necesitaba un cambio en la política de hidrocarburos y adelantó que los precios de los combustibles en el país se ajustarían a los internacionales, con excepción de quienes presentaran e carnet de la patria en las estaciones de servicio.
En esa fecha, ya registraban 17.255.942 de personas con el carnet y 2.424.286 habían pasado por el Censo del Transporte. Maduro afirmó que se trataba de un respaldo a sus políticas en el área.
Unas semanas antes, el 14 de julio de 2018, Efecto Cocuyo hace referencia a una nota publicada por la agencia de noticias EFE, en la que el representante de Venezuela ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Ángel González, aseguraba que el país “produjo 1.570.000 barriles de crudo por día durante los primeros seis meses de 2018, y que el número podría elevarse hasta 1.735.000 si se incluyeran `condensados´ e hidrocarburos derivados de gases”.
La cifra contrasta con la ofrecida por la misma OPEP, basada en fuentes secundarias, que ubicó la producción en septiembre de 2018 en 1.218.000 de barriles diarios (bd); en octubre de 2018 en 1.189.000 bd y en noviembre de 2018 en 1.137.000 bd, de acuerdo con el boletín OPEC Monthly Oil Market de diciembre de 2018.
La misma publicación muestra que la producción de crudo en 2016 estuvo en 2.154.000 bd y en 2017 la cifra descendió a 1.911.000 bd, siempre de acuerdo a fuentes secundarias del organismo petrolero.
González adicionalmente explicó que los números que ofrece la OPEP, basados en fuentes secundarias, no incorporan datos de crudos pesados y extra-pesados que envían a los llamados mejoradores de petróleo.
Una nota de la agencia Reuters, del 13 de noviembre de 2018, mostró la realidad que deben enfrentar ahora los residentes en Venezuela, quienes pueden llenar el tanque de gasolina con menos de un centavo de dólar, pero debido a la falta de combustible han padecido frecuentes problemas de suministro y largas filas en las estaciones de servicio en todo el territorio, incluso en la capital del país y las ciudades capitales de las entidades federales, como Valencia (Carabobo), Maracay (Aragua) y San Carlos (Cojedes), y no solo en las capitales de áreas fronterizas, como San Cristóbal (Táchira) y Maracaibo (Zulia).
Según varias fuentes del área, algunas de las razones para el desplome de la producción de gasolina son la falta de inversión y de mantenimiento en refinerías del país, menor cantidad de crudo para procesar y éxodo de personal en la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa).
Sin embargo, el profesor e investigador Francisco Monaldi detalló recientemente en un artículo publicado en Prodavinci que cuando el ex presidente Hugo Chávez asumió el mandato en 1998, la producción petrolera se situaba cerca de 3,5 millones de barriles diarios.
Posteriormente, en abril de 2013, cuando Nicolás Maduro fue electo presidente por primera vez, ya la cifra se ubicaba alrededor de 2,7 millones de bd. Y en mayo de 2018, cuando se dio la última elección presidencial (evento que los chavistas-maduristas reconocen como válido, pero que la oposición desconoce y califica de “ilegítimo”), la producción estaba a la mitad de ese nivel.
“El colapso se ha acelerado rápidamente; de hecho, la mayor parte de la caída (aproximadamente 1,25 millones de bd) ha ocurrido en los últimos dos años”, expresó Monaldi en su artículo.
De modo que el aumento de la gasolina a precios más cercanos a los internacionales, permitiría al gobierno limitar el consumo de combustible en el país y aumentar los ingresos fiscales, para balancear mejor el presupuesto del Estado y reducir el déficit actual.
En esta gráfica se puede apreciar claramente el rango de precio actual de la gasolina en algunos países de la región: oscila entre medio dólar y 1,7 dólar por litro.
Eso supone que el precio internacional oscila actualmente entre 662,45 bolívares soberanos y 2252,23 bolívares soberanos, según la tasa oficial publicada por el Banco Central de Venezuela al día martes 22 de enero de 2019. que es de 1324 bolívares soberanos por dólar.