Naciones Unidas advierte que la migración de venezolanos real es cuatro veces mayor (3,4 millones) y proyecta una nueva ola migratoria fuerte para 2019
En promedio, 5.000 personas por día se fueron de Venezuela en 2018 buscando protección o una vida mejor, según ACNUR
Fuera del registro oficial se encuentran los venezolanos con doble nacionalidad
La migración de venezolanos es un indicador que con el paso de los días se va incrementando notoriamente. Y la diáspora es un tema pendiente para el gobierno de Nicolás Maduro y para algunos países de la región, que se ven afectados por la masiva llegada de venezolanos.
¿Cuántos venezolanos han dejado su país natal hasta la fecha?
En la coyuntura actual de Venezuela, la crisis económica, los bajos salarios, la escasez de alimentos y medicinas, la inseguridad, los pocos beneficios que ofrece un empleo y la ausencia de servicios públicos y calidad de vida, son elementos que continúan motivando a los venezolanos a abrir nuevos horizontes.
Recientemente, en entrevista que ofreció Nicolás Maduro al periodista español Jordi Évole en el programa “Salvados”, aseguró que la migración de venezolanos se ubica entre 600 mil y 800 mil personas, que a su juicio se han ido “engañadas” a otros países.
Recordemos que en Venezuela no hay cifras oficiales disponibles de organismos públicos en esta materia y que el gobierno ha intentado minimizar el problema con la implementación del “Plan de la Patria”.
¿Qué dicen las agencias globales de migración?
En contraste, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en su informe publicado el 22 de febrero de 2019, advirtieron que la migración de venezolanos alcanza ya un total de 3,4 millones de personas.
De ese total, 2,7 millones se ubica en los países de América Latina y el Caribe y unos 700 mil en el resto del mundo.
Con estas cifras, se desglosa que la mayoría de estos migrantes y/o refugiados se encuentran en Colombia (1,1 millones), 506 mil en Perú, 288 mil en Chile, 221 mil en Ecuador, 130 mil en Argentina, 94 mil en Panamá y 40 mil en Trinidad y Tobago.
Según el Departamento de Migraciones de Perú, para el 2 de marzo de 2019 se había registrado ya el ingreso de más de 700 mil ciudadanos venezolanos y un total de 490 mil habían iniciado sus trámites para obtener el Permiso Temporal de Permanencia (PTP).
En España, que en los últimos cuatro años se ha convertido en el principal país de la Unión Europea con solicitudes de asilo por venezolanos, el Gobierno facilitará un permiso de residencia de un año por razones humanitarias para las personas a quienes se haya denegado la solicitud de asilo y cuya petición se hubiese formalizado con posterioridad al 1 de enero de 2014.
El dilema de la doble nacionalidad
El internacionalista Carlos Luna, en declaraciones para el equipo de redacción de Cotejo.info, manifestó que la diáspora real de venezolanos podría ubicarse ya entre los 6,5 millones y 7 millones de personas, si se toma en cuenta a los venezolanos que poseen doble nacionalidad.
¿Por qué afirma esto? Porque muchos venezolanos con doble nacionalidad, cuando entran al país de origen de sus padres o abuelos, no están entrando con pasaporte venezolano sino con un pasaporte europeo o el de su segunda nacionalidad americana, según sea el caso. Y eso dificulta el conteo de la cifra real.
Esta condición de doble nacionalidad se establece para los venezolanos con la constitución del año 1999 (precisamente en el capítulo II, artículo 34); por lo tanto, es un indicador que a juicio de Luna es muy nuevo porque “nació con el chavismo” y que dificulta un poco la medición del reciente proceso de diáspora.
Luna señaló que bajo esta condición se encuentran venezolanos en mayor proporción en países como España, Italia, Portugal, en Europa, y de Colombia y Perú, en América del Sur.
La primera oleada de la migración de venezolanos fue de “migración calificada” y con recursos, pero en la actualidad se ha pasado a otra etapa, una diáspora de supervivencia, que toca las puertas de múltiples hogares y pone en riesgo la calidad de vida de muchos ciudadanos.