El incumplimiento del plan de racionamiento eléctrico revela la poca capacidad que tiene el Gobierno de manejar la crisis eléctrica y de resolver el problema a mediano plazo
Caracas se mantiene iluminada gracias a los apagones frecuentes y muchas veces extensos que se viven en el interior del país
Luego del primer apagón en el país, ocurrido el 7 de marzo de 2019, considerado el más largo de la historia de Venezuela, el gobierno nacional anunció un plan de racionamiento eléctrico que fue llamado «Plan de Administración de Carga», en el que programaba quitar la luz por tres horas al día en el interior del país, de acuerdo con bloques preestablecidos. Caracas quedó excluida de la medida.
En su cuenta en la red social Twitter, el Ministerio para la Energía Eléctrica informó sobre este plan de racionamiento eléctrico destinado a “preservar” la operatividad del SEN.
El Gobierno Bolivariano de Venezuela a través del @mppeevzla informa al pueblo venezolano la rotación de los bloques del Plan de Administración de Carga, con la intención de preservar la operatividad del Sistema Eléctrico Nacional @NicolasMaduro @VTVcanal8 https://t.co/si5CMtVSsp
— CORPOELEC Informa (@CORPOELECinfo) 5 de abril de 2019
El esquema divide a las ciudades por bloques en los que rota el racionamiento de tres horas al día e incluye un día sin cortes eléctricos. En la práctica, el plan de racionamiento eléctrico ha sido ejecutado de esa forma.
Zulia, Táchira, Carabobo y Lara entre los más afectados
En casi todas las regiones del interior del país, los usuarios reportan en redes sociales los problemas que les causan los apagones tan extensos. Ciudades importantes como Maracaibo, San Cristóbal, Barquisimeto y Valencia, por mencionar algunas, registran hasta dos cortes al día que en total han llegado a sumar hasta 12 horas, lo que dificulta mucho la situación en residencias y empresas.
Zulia ha sido uno de los estados más golpeados por esta crisis eléctrica. En ese estado, los cortes pueden extenderse por 10, 15 y hasta 24 horas, en medio de condiciones climáticas adversas por el calor de la región.
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social cerraba su balance del 2 de mayo: manifestaciones y represión en 14 estados, uno de ellos era Zulia, donde incluso se han registrado saqueos en medio de la oscuridad. También han ocurrido situaciones en las que familias han decidido subirse a los techos de sus viviendas para tratar de dormir en medio del calor.
En el área metropolitana de Valencia, que incluye los municipios San Diego, Naguanagua, Los Guayos, Libertador y Valencia, los apagones llegan a cualquier hora y por lapsos mucho más extensos que lo programado, sin que se ofrezca una explicación a los usuarios.
La ciudad industrial de Valencia ve cómo sus jornadas de labores se achican por la falta de energía eléctrica, además de otras razones, como la escasez de materia prima, la caída en las ventas y la profunda crisis económica que se registra en el país.
La corrupción también juega en contra
Un informe de la Organización No Gubernamental Transparencia Venezuela, titulado Venezuela en Apagón, señala que la corrupción también impide que el país cuente con un mejor servicio eléctrico.
“En el caso específico del sector eléctrico, la inaplicación de las leyes de 1999 y 2001 del Servicio Eléctrico y Orgánica del Servicio Eléctrico, respectivamente, y de los planes de expansión existentes, impidieron la instauración de regímenes de competencia para las actividades de generación y comercialización. Éstos habrían favorecido y promovido la instalación de equipamiento de producción de electricidad de tecnología de eficiencia creciente y de las líneas de transmisión necesarias para satisfacer, con suficiencia y calidad, la demanda eléctrica nacional (…). Sin duda, la disponibilidad de un servicio eléctrico de calidad habría servido de sustento para el desarrollo de nuestra industria nacional, manufacturera, agrícola, pecuaria, agroindustrial, pesquera, farmacéutica, petroquímica, metalúrgica, minera, y energética”. (pp 114)
Un problema anunciado
La debacle del sistema eléctrico nacional fue anunciada desde hace varios atrás por especialistas en el tema. Incluso desde la Asamblea Nacional se produjeron advertencias ante la falta de mantenimiento, la obsolescencia de equipos y la desinversión.
El gobierno de Nicolás Maduro atribuyó los apagones de marzo y abril a sabotajes, pero lo cierto es que las fallas registradas en la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, en Guri, estado Bolívar, tuvieron impactos severos en la vida de los venezolanos.
El gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, pidió a los carabobeños que mantuvieran paciencia en medio de la crisis eléctrica en la entidad federal.
En una rueda de prensa narró que debido a una explosión en Guri, el 7 de marzo pasado, quedaron fuera de funcionamiento los tres autotransformadores gigantes que estaban en la hidroeléctrica “que produce la mayor parte de la energía que consume el territorio nacional (…) de estos tres autotransformadores que estaban operativos, quedó a duras penas uno que fue reparado…”
Lacava agregó el 8 de mayo en rueda de prensa, desde la residencia oficial de Quinta Carabobo en Valencia, que esta situación demoraría unas tres semanas más para darle regularidad al tema de administración de carga en el país, hasta subsanar los otros dos autotransformadores que están en Guri.
“Hay una realidad que muchas veces desde Caracas se nos pide en un día el 35 %, dependiendo del punto caliente que tenga el autotransformador que está operativo, o la línea de transmisión correspondiente cuando sale la energía del Guri (…) dependiendo de la carga que se requiera en el territorio nacional, se piden unos porcentajes de circuito”, dijo el mandatario carabobeño.
“A veces te piden el 31 % y hay veces que piden el 60 %, como el día de ayer o anteayer. Entonces tenemos más de la mitad de los circuitos del estado, fuera del sistema. Eso no depende solamente del cronograma de administración de carga, sino depende en el momento de cuál es la condición del sistema interconectado”, explicó Lacava el 8 de mayo de este año.
Ese mismo día recomendó que la distribución eléctrica pase a manos del sector privado. La afirmación trajo una ola de comentarios a favor y en contra porque se trata del reconocimiento que el sector privado puede gerenciar mejor áreas como la señalada.
En resumen, la capital de Venezuela se mantiene iluminada gracias a los apagones frecuentes y muchas veces extensos que se viven en el interior del país. Y el incumplimiento del plan de racionamiento eléctrico propuesto por el gobierno revela la poca capacidad que tienen de manejar la actual crisis eléctrica en la nación.