- Servicios públicos y acceso a los alimentos son tema importante para los habitantes de Barquisimeto
- El OVCS reseñó no menos de 716 manifestaciones de diferente naturaleza y causa en Lara, de las que solo en julio fueron 41
- Mercados populares arruinados, botes de aguas blancas y negras y el colapso del servicio eléctrico dan pocas luces para el desarrollo local
- El futuro de la capital larense está hoy comprometido sin la vigencia de un plan de desarrollo que dicte normas y soporte jurídico al diseño de ciudad deseada
El 467 aniversario de la fundación de Barquisimeto como asentamiento poblacional sorprendió a la ciudad de los crepúsculos con más problemas, insatisfacciones, frustraciones, asuntos pendientes y limitaciones que condiciones reales para el crecimiento y el desarrollo, aun siendo el eje y centro de las actividades económicas sociales de la región centro occidental del país.
Reseñas periodísticas de denuncia, reclamos, manifestaciones de diferentes sectores vecinales, organizaciones ciudadanas y gremiales fueron el signo prevalente durante el último año en la llamada ciudad musical de Venezuela, mermando los pocos esfuerzos que dicen estar haciendo el ayuntamiento local y los entes gubernamentales regionales y nacionales para reimpulsar el desarrollo de la capital del estado Lara.
En un breve ejercicio de verificación, Cotejo.info hizo una búsqueda de las evidencias publicadas por los medios informativos regionales que dan señas de las muchas tareas pendientes por realzar en materia económica, social y de infraestructura de servicios, como avales de cumplimiento de las promesas que en este sentido alguna vez hicieran sus gobernantes.
Conflictos de regalo para la ciudad
Un primer referente de la situación reinante en Barquisimeto, como en otras muchas ciudades de Venezuela, quedó reflejado en la publicación que a modo de reporte hizo recientemente el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social en el que hace un resumen estadístico de los primeros seis meses del presente año.
Denominado Conflictividad Social en Venezuela, Primer Semestre 2019, el OVCS precisa que no menos de 716 manifestaciones fueron registradas en el estado Lara durante ese lapso, para convertirse en la quita entidad mayor cantidad de registros de acciones de calle asumidas por comunidades y la sociedad civil organizada. Solo en julio fue de 41 el registro de protestas en esta entidad.
Se trata de un informe que afirma se ha profundizado la emergencia humanitaria compleja en el territorio nacional y explica que la mayoría de las manifestaciones están vinculadas al “colapso de los servicios públicos, acceso a medicinas e insumos médicos, alimentos, (que) entre otros factores, agudizó de manera acelerada e insostenible la crisis venezolana”, lo cual eventualmente invisibiliza o lleva a segundo plano la priorización de algunos otros problemas presentes en la principal urbe larense.
Esta parece ser la tendencia a pesar de que existe la sensación de reducción de las protestas populares, a lo que especialistas aseguran no se trata de una suerte de adormecimiento del sentir ciudadano, sino que en palabras del politólogo Piero Trepiccione es la consecuencia de lo que llamó la “criminalización” de las acciones ciudadanas de calle.
Más reclamos y reseñas
Entre las reseñas encontradas en los medios de comunicación regionales resaltan algunos de singular significación, como aquella que muestra cómo los mercados han quedado arruinados, producto de los recurrentes apagones que igual a los registrados en el resto de Venezuela, impacta de forma nefasta en la economía popular de esta localidad.
De hecho, los propios trabajadores de la industria eléctrica local han dado aval de las dificultades reales que tienen para responder a las necesidades de energía, toda vez que el servicio técnico de Corpoelec en Barquisimeto solo opera en 20 % de su capacidad. Una empresa cuyo parque automotor también se ha visto afectado, cuando de los 650 vehículos disponibles en la región solo 55 se encuentran operativos.
El reclamo de los ciudadanos también refleja la necesidad políticas específicas de recuperación de la infraestructura de acueducto y aguas servidas, sobre la que son varias las reseñas periodísticas que hablas por ejemplo de viejas y visibles fugas de aguas blancas en plena vía pública.
Pero aún resulta para la ciudad, sus habitantes y visitantes, cuando los brotes son de aguas negras y estas son visibles, mal olientes, fuente potencial de enfermedades, como lo advierten y reclaman los vecinos de la Urbanización Sucre, en plena Avenida Libertador.
Lo mismo puede referirse del mal estado en el cual se encuentra el sistema de drenajes de la ciudad, el cual queda inmediatamente en evidencia cuando caen las lluvias ocasionales que en Barquisimeto se traducen en dificultades, a veces insalvables, para el tránsito de vehículos y peatones.
Muchos casos, ciertamente, refieren a infraestructura de servicios que supone competencias y responsabilidades compartidas por diferentes entes e instancias gubernamentales de los niveles local, regional y nacional, aunque no deja de ser el ayuntamiento el rector de las políticas de desarrollo y sostenibilidad de la ciudad.
Solo promesas
Aunque algunas evidencias hay de obras menores en algunas zonas de la capital larense, como acciones de bacheo de segmentos específicos de ciertas vías principales de la ciudad, y la acción de desalojo de los mercaderes y otros ocupantes del sector Manteco y sus zonas aledañas, el balance de logros de las promesas iniciales no termina de visualizarse de forma efectiva.
El burgomaestre de Barquisimeto aseguró en la presentación pública de su programa de gobierno que, entre otros logros se comprometía a que “en un año no deberían haber comerciantes informales que expenden productos de primera necesidad a precios especulativos”.
Igualmente hizo énfasis en su promesa de reactivar la economía popular y en el “reacondicionamiento de los mercados municipales, parques y cementerios”, áreas en las que aún vemos grandes deudas por saldar con la sociedad barquisimtana.
Hace poco menos de un año, las promesas de la Corporación de Turismo de Barquisimeto (Cortubar), que presentó el Plan de Desarrollo Turístico del Municipio Iribarren, en el marco del Día Mundial del Turismo, estaban centradas en pretensiones de estímulo al emprendimiento turístico, a la promoción del turismo como eje de la nueva economía del futuro, entre otros argumentos propositivos utilizados en su momento para mostrar las potencialidades del estado Lara como destino.
Para la ocasión, la Presidenta de Cortubar Wendy Bravo, dijo basar su propuesta en todo lo que aseguró había hecho durante los primeros ocho meses de gestión el Alcalde Luis Jonás Reyes, además de los proyectos y eventos que explicó servirían para potenciar al municipio como destino turístico por excelencia.
Ahora que Barquisimeto llegó a su fecha aniversario, sería la ocasión apropiada para constatar los avances en la instrumentación de este plan de desarrollo, más allá de los límites del parque ferial, mostrando el potencial de la ciudad como receptora de visitantes y plena de capacidad de servicios básicos y turísticos.
Pero quizás sean finalmente bajas las expectativas que los barquisimetanos puedan tener de una ciudad moderna y adaptada a las demandas de servicio e infraestructura que con una derogada Ordenanza del PEDUL, ahora no tienen un soporte jurídico normativo referente, y sobre el cual el destacado jurista Emilio Urbina alerta que el municipio Iribarren vivirá años de anarquía por daño social ocasionado por los concejales oficialistas.