- Desde 2016, cada año Nicolás Maduro renueva su promesa de poner pernil en el plato de los venezolanos que reciben alimentos subsidiados en las cajas CLAP.
- Este 2019 lo volvió a hacer. La experiencia de años anteriores obliga a preguntarse ¿Llegarán los cerdos tasados en euros o nuevamente un boicot externo lo impedirá?
A poco más de un año de despedir la segunda década del milenio, Nicolás Maduro lanzó el mismo anuncio por cuarto año consecutivo: el pueblo venezolano tendrá pernil en su mesa este diciembre. El error (inmediatamente corregido) de un medio de comunicación al afirmar que el Ejecutivo aprobó 11 mil millones de euros para traer el principal componente del plato navideño desató reacciones apasionadas. No es así; la partida es de 11.881.296,00 euros (o su equivalente en petros) para garantizar el suministro de 13.500 toneladas de pernil, dentro del llamado Plan Proteína Animal.
Además, en el marco del Plan Proteína Animal, aprobé recursos por más de € 11 millones 800 mil para el pago de más de 13 mil 500 toneladas de pernil que garantizarán al pueblo venezolano el alimento que requiere en esta época decembrina. ¡Nada nos detendrá! pic.twitter.com/CIOkr7BjtJ
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) 31 de octubre de 2019
Calculadora en mano, la promesa significa que cada kilogramo de pernil costará 0,88 euros. Según el tipo de cambio oficial del Banco Central de Venezuela para la fecha del anuncio (30 de octubre), el euro se cotizaba en 26.225,96 bolívares. Entonces, el valor del kilo de pernil en Venezuela sería de 23.081,36 bolívares. Según el diario El País de España, para agosto de este año, un kilogramo de carne de cerdo vale 1,45 euros, casi el doble de lo que dice que pagará Maduro. Parece que Maduro captó una buena oferta.
Cerdos bloqueados por sanciones y sabotaje
Aunque no quedó expresamente claro, que Maduro hable de euros para referirse a la transacción, significaría que los perniles serán comprados en el extranjero, en algún país de la eurozona, conformada por 19 de los 28 estados de la Unión Europea que utilizan esta moneda.
En 2017 los perniles importados no llegaron: el mandatario acusó a Colombia de retenerlos en la frontera común y a Portugal de impedir que llegaran a Venezuela. CNN explicó que la empresa de alimentos Raporal no cerró la negociación porque el gobierno venezolano no pagó los perniles del año anterior.
Para los venezolanos, es común escuchar que los ofrecimientos incumplidos de los gobernantes obedecen a culpas externas: boicot, saboteo, guerra o “las sanciones”. Aunque la confiscación de bienes y prohibición de entrada a sus territorios han sido medidas personales dirigidas a funcionarios cercanos a Maduro, desde el alto gobierno hacen ver que son “sanciones contra Venezuela” y “afectan al pueblo”. Este año, importar perniles, entonces, ¿escaparía de tal castigo?
En mayo de este año, Maduro prometió que no habría más importaciones porque el Plan Porcino 2019 permitiría el repunte de la producción nacional. Según los hechos, no fue así.
Voceros de Feporcina aseguran que importar es reconocer que no se puede abastecer el mercado de manera autógena y que los millones de euros bien pudieron ser invertidos en la reactivación de la cría local.
Productores porcinos al matadero
En lenguaje ganadero, sacrificar es matar al animal para consumo humano. Si se materializa el ofrecimiento, el pernil que se servirá el próximo mes no vendrá de cría en chiqueros venezolanos. Los sacrificados son los productores nacionales. Que se anuncie la compra de perniles en euros revela que quedó en palabras el juramento que hizo Maduro el 15 de mayo de 2019. El canal del Estado, Venezolana de Televisión, reseñó que “Venezuela no importará más pernil con Plan de Producción 2019”. Pero, no aumentó a “niveles récord la producción de proteína animal”.
Nicolás Espinoza Barrios, integrante de la Plataforma Agroalimentaria Nacional -un grupo identificado con partidos de oposición a Maduro para recuperar la producción nacional de alimentos– y representante de la Federación Venezolana de Porcicultura (Feporcina), afirmó que la producción cárnica en Venezuela cayó 82 % y el sacrificio disminuyó 70 % en los 19 mataderos del país que manejan 80 % de la carne de cerdo y bovino. Según el especialista, el consumo de carne de cerdo de los venezolanos bajó de 12 a 2 kilogramos por persona al año.
Durante su intervención en el programa Primera Página del canal Globovisión, el 7 de noviembre de 2019, en respuesta a Cotejo.info, aseguró que 13.500 toneladas de pernil son insuficientes para satisfacer la demanda, pues se requerirían 240 mil. Pronosticó no solo escasez de la pierna de cerdo para la tradicional cena, sino, también, de esta proteína como ingrediente para las hallacas. Dijo que “se importa si hay déficit de producción. Con ese dinero (los 11 millones de euros) se reactivarían las granjas porcinas”.
No hay pernil pa’ tanta gente
Como en años anteriores, la distribución del pernil subsidiado quedará a cargo de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI 2018), 7,3 millones de hogares reciben “la caja”. Si, como dijo Maduro, llegarán 13 millones 500 mil kilos de pernil, cada familia recibirá 1,84 kilogramos ¿Toda familia de cuatro integrantes en promedio recibirá una pierna para la cena de Nochebuena o para la de fin de año?
Desde 2016, cada diciembre, medios de comunicación nacionales y extranjeros reportan protestas callejeras con cierres de vía, actuación de fuerzas de seguridad, peleas entre beneficiaros y gritos de decepción. Faltan menos de dos meses para despedir el año 2019: ¿llegarán las piernas de cerdo o habrá otra “revolución del pernil”?