- Aunque más de 168 millones de euros servirían para el tratamiento integral de adultos y niños durante 2019 en todo el país, hoy siguen las demandas
- La misma cantidad de euros anunció el gobierno nacional por segundo año consecutivo para la compra internacional de tratamientos específicos, sin dar evidencias de haber cubierto con esa cifra la demanda nacional del año anterior
El gobierno nacional no ha respondido a las peticiones de los venezolanos que padecen enfermedad renal, explicando se trata de un gran bloqueo económico contra el país que impide el ingreso de muchos de los tratamientos de alto costo (importados), necesarios para los pacientes crónicos; sin embargo, las sanciones internacionales no han impedido que, en boca de Nicolás Maduro, se apruebe al IVSS gran cantidad de recursos para satisfacer la demanda de los pacientes renales en al menos un par de veces.
Registrado quedó en un video del canal Venezolana de Televisión, publicado el 21 de Julio del año 2018, que se le otorgó al IVSS recursos por un monto de 168 millones 275 mil euros para cubrir gastos de kits de hemodiálisis para un lapso de 1 año.
El dato más curioso es que, precisamente en el mes de octubre de 2019, un año y dos meses después de ese anuncio realizado en 2018, es otorgada por Nicolás Maduro la misma cantidad exacta de dinero, nuevamente 168 millones 275 mil euros, por el mismo concepto y al mismo Instituto de los Seguros Sociales, para así atender a los pacientes renales.
¿De qué se trata esto? La extraña “coincidencia” deja mucho qué analizar, y sin hacer innecesarias especulaciones se torna inevitable preguntarse, ante la cruda realidad de los pacientes crónicos, ¿si en un año manejan el mismo número de pacientes, no hubo decesos ni nuevos afectados?, ¿es que la hiperinflación no tuvo efecto alguno en el presupuesto del IVSS y por eso estimaron el mismo monto exacto del año anterior?, ¿es que nunca llegaron los primeros recursos aprobados en 2018?; o peor aún, ¿será que los pacientes renales conforman una población menor a la estimada en Venezuela o solo unos pocos han recibido tratamientos médicos? Cotejo.info intentará revisar algunas de estas cuestiones.
Panorama actual de los pacientes renales
Enfermarse en Venezuela es para muchos una agonía, no solo por el pesar físico de la enfermedad sino porque se da inicio a un conjunto de inconvenientes que hacen más pesada la carga.
Los elevados costos de las consultas médicas especializadas, ubicar un laboratorio que posea los reactivos necesarios para procurar un diagnóstico certero y recorrer farmacia tras farmacia buscando un medicamento que al parecer “desapareció” del mercado, son factores que debilitan rápidamente a cualquier paciente, por lo que hoy se apaga la luz de la vida en muchos de ellos, especialmente para quienes sufren patologías crónicas.
La lucha diaria de los que padecen una ERC (enfermedad renal crónica) es titánica y no es exactamente nueva y ha trascendido ya al conocimiento de organismos internacionales. Al revisar cualquier medio de comunicación, periódico, portal digital o red social y seguro allí se encontrará el relato de miles de pacientes renales que claman por una solución oportuna a la grave crisis que afronta el sistema de salud venezolano.
Las fallas en la distribución de insumos, la escasez de tratamientos y soluciones fisiológicas, averías en máquinas de hemodiálisis e incluso la falta de agua o electricidad en las unidades de diálisis (que es una competencia del gobierno nacional a través del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales) hacen de la vida de los pacientes un calvario.
“La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios… El Estado garantizará a su vez, un presupuesto para la salud que permita cumplir con los objetivos de la política sanitaria”
Así lo indican los artículos 83, 84, 85 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, pero esto no es más que una simple escritura para quienes solo encuentran consuelo en la oración y en la fe para poder cumplir a tiempo con una jornada diaria de diálisis (que no es más que conectarse a una máquina que cumple las funciones de los riñones y purifican la sangre). Para un paciente crónico renal una diálisis equivale a un día más de vida.
Realidad constatable
La realidad se vive en cifras, informó la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y a la Vida (Codevida) en palabras de su director Francisco Valencia: “Nuestro último informe indica la desaparición de 9.000 personas que recibían diálisis en los últimos tres años, siendo los años 2018 y 2019 con el mayor número de muertes», cifra que fue catalogada por la misma organización como un “exterminio”.
Codevida, en conjunto con Caritas de Venezuela y otras ONG relacionadas con la salud, presentaron un informe ante la Organización de Estados Americanos (OEA), donde su secretario general Luis Almagro manifestó su preocupación por esta causa.
Recibí al Pdte de @Codevida @valenciafran, entregó devastador informe sobre personas con insuficiencia renal en #Venezuela (https://t.co/D7ptwL78sY). El número de personas sin diálisis que podría haber muerto alcanzaría 9.000 en 2019 x el colapso del sector salud en el país. pic.twitter.com/35rqEfVQnT
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) November 22, 2019
Lo propio hizo la alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, en un informe recabado en su visita a Venezuela, donde no solo reconoce la crisis a nivel de salud, sino que confirma la muerte de pacientes renales en el país por falta de diálisis; así que esta es una situación pública con carácter internacional que tristemente no ha recibido la atención que merece.
Aragua, Carabobo, Cojedes, Mérida, Portuguesa, Caracas, Zulia, y Lara son solo algunos de los estados donde regularmente se registran protestas por fallas en las unidades de diálisis que impiden el tratamiento de miles de pacientes.
El coordinador de la ONG amigos trasplantados del estado Carabobo, Alfredo Cáceres, denunció que en el país existen al menos 11 mil pacientes renales esperando por un trasplante para salvar su vida y además se conoció que este año se ha registrado falla absoluta del medicamento Tracolimus, un fármaco anti-rechazo de órganos que toma el 50% de la población trasplantada.
Sin duda el Estado Venezolano ha violentado todo derecho humano de gozar sin distinción alguna del más básico nivel de salud que nos permita vivir con dignidad, lamentablemente los pacientes renales en el país no han recibido la atención que merecen, son ellos quienes sienten la muerte a cuenta gotas cada semana al luchar por recibir oportunamente una sesión de diálisis, siempre a la expectativa si habrá o no el tratamiento.