- Hasta ahora no existen elementos suficientemente veraces para confirmar o desmentir las denuncias contra la Fundación Simón Bolívar de CITGO
- La FSB anunció que ahora promueve alianzas con “organizaciones que tienen equipos capacitados en campo, recibirán recursos que tendrán un impacto inmediato en la vida real”
La salud en Venezuela no solo es calamitosa sino polémica. A diario, pacientes crónicos de todo tipo se enfrentan no solo al combate de la enfermedad sino a las dificultades económicas, sociales, e incluso políticas, que se viven en el país. Durante el inicio de este año 2020 las redes sociales han sido escenario propicio para una nueva querella: la Fundación Simón Bolívar.
Esta fundación sin fines de lucro no es nueva, fue creada en el año 2006 adscrita a la corporación petrolera Citgo para brindar ayuda en las necesidades de salud de las personas más vulnerables en Venezuela, así lo describe su portal web.
La denuncia
Recientemente se hizo público un documento generado, al parecer, por la directiva de la Fundación Simón Bolívar y dirigida a los padres y representantes de un grupo de menores de edad (aún no se han especificado cuantos estarían en esta condición), en el que dicha fundación asegura suspenderá a partir del 30 de julio del presente año la ayuda financiera que costea los tratamientos médicos de niños trasplantados, estipula el documento, a causa de las sanciones y el bloqueo económico generado por Estados Unidos a Venezuela.
La Fundación Simón Bolívar no podrá seguir costeando el tratamiento de niños que recibieron trasplante de hígado por el bloqueo de Estados Unidos a Venezuela y PDVSA.
Otro motivo de orgullo para Guaidó y su equipo promotor de sanciones. pic.twitter.com/Nij70qkX7A
— Misión Verdad (@Mision_Verdad) February 4, 2020
Por su parte, María Eugenia Russián, presidenta de la Fundación Latinoamericana por los Derechos Humanos, Fundalatin, no solo hizo pública la denuncia, sino que también remitió al despacho de alta comisionada Michelle Bachelet en la Organización de Naciones Unidas dichos documentos, urgiéndole tomar medidas para defender el derecho a la vida de los niños venezolanos.
La comunicación de la Fundación Simón Bolívar, de la que no se tiene confirmación fehaciente de que sea un documento verídico, estaría dirigida a una señora de apellido Albornoz Hernández, según se lee madre de la niña Isabella, de apenas 2 años de edad, con trasplante de hígado y que requiere una nueva operación. Allí se indica «en cumplimiento con la Ley de EEUU, esta fundación debe cesar de atender a pacientes el 30 de julio de 2020».
El contexto
De la Fundación Simón Bolívar es posible establecer, de acuerdo con lo que se expresa en la propia web de la organización ligada a CITGO, que ha iniciado el relanzamiento de su misión, en la que ahora se involucra a “organizaciones que tienen equipos capacitados en campo, recibirán recursos que tendrán un impacto inmediato en la vida real”.
Actualmente, la Fundación Simón Bolívar cuenta con un programa de ayudas económicas dirigidas a fortalecer el trabajo de las ONG que socorren a los venezolanos con un fondo inicial de 50 mil dólares, según lo informó la presidenta de la Junta Directiva de Citgo, Luisa Palacios.
Las ayudas serán asignadas a proyectos dirigidos a niños y adultos venezolanos: que ayuden a facilitar el acceso a medicinas y servicios de salud a individuos y comunidades vulnerables o de bajos recurso. Que permitan incrementar las capacidades de profesionales de la salud a atender a pacientes, brindándoles educación y apoyo. O que fortalezcan el acceso a la salud preventiva o presenten iniciativas que busquen mejorar la nutrición de los venezolanos.
Cabe destacar que esta nueva directiva ha sido nombrada tras la llegada del presidente interino Juan Guaidó.
Los antecedentes
La salud de niños trasplantados o a la espera de uno no debería estar sujeta a condicionantes políticos pensarían algunos; sin embargo, la realidad nos golpea con algunos datos.
Resulta que las denuncias de suspensión de tratamientos o costos médicos no son nuevas, todo lo contrario, son reiterativas, pero no solo para la directiva de la Fundación Simón Bolívar nombrada por Juan Guaidó, sino también para la junta directiva que mantenía Nicolás Maduro.
El 16 de mayo del año 2019, la periodista Esther Yánez, conocida en Twitter como @EstherYez, público en la red social la historia de Isabella, una niña para la fecha de 21 meses de edad, venezolana, residenciada en Argentina, cuyos padres también denunciaron la suspensión del recurso financiero que aportaba Citgo a través de la Fundación Simón Bolívar, según ellos, producto del “mloqueo económico” como se evidencia en este video publicado por otro portal de noticias.
Estoy escribiendo sobre la historia de esta niña venezolana qse llama Isabella, tiene 21 meses y está en Buenos Aires, tratando de cumplir con su tratamiento después de recibir un transplante de hígado a través de la Fundación Simón Bolívar. De todo se encargaba #Venezuela, hasta pic.twitter.com/0kG5idF4Az
— Esther Yáñez (@EstherYez) May 16, 2019
Por supuesto, surgen las interrogantes: ¿se tratará de la misma niña con trasplante de hígado, cuyo suministro económico se ve afectado tanto en 2019 como en 2020?, ¿hay más niños en la misma condición y por qué se desconocen sus nombres y solo sale a la luz pública el de Isabella?
Son pocas las evidencias disponibles que permitan arribar a una conclusión certera sobre la veracidad de estas denuncias, la inexistencia de otras sobre casos similares vinculados a las instituciones mencionadas.
Hasta la fecha, la Fundación Simón Bolívar o sus voceros, no se han manifestado para dar respuesta a dichas denuncias, mucho menos se ha podido constatar la veracidad del documento presentado por Fundalatin; simplemente, en la página web oficial de la fundación solo se puede constatar que han cumplido con una de sus metas, otorgar recursos económicos a las primeras siete ONG en resultar ganadores de su programa de ayuda.
Lo que si es cierto es que la pequeña Isabella tuvo que salir del país como muchos otros niños venezolanos en búsqueda de garantías para su salud, de mantener la esperanza y lograr llevar una mejor calidad de vida, producto de las graves complicaciones que sufre el sistema de salud venezolano.
La realidad es que, sin tratamientos, ni centros especializados o los altos costos que implican este tipo de procedimientos médicos, es prácticamente imposible combatir una enfermedad compleja, mucho menos esperar un trasplante de órgano que podría no llegar jamás.