- Nicolás Maduro declaró en 2016 que la industria petrolera venezolana era una de las más poderosas del mundo y podía resistir ciclos de precios bajos -24 dólares por barril- sin mayores dificultades
- La producción de Pdvsa se ubicó en febrero en 865.000 barriles de petróleo diarios, una cuarta parte de lo que producía en 1999, cuando el socialismo del siglo 21 llegó al poder en Venezuela
La caída de los precios del petróleo y la pandemia del coronavirus son dos factores que complican aún más la grave crisis económica de Venezuela, un país que este 2020 acumula ya siete años ininterrumpidos en recesión y 25 meses en medio de un agresivo ciclo inflacionario y de devaluación de su moneda.
En 2016, el gobernante Nicolás Maduro se ufanó de la “poderosa” industria petrolera venezolana y de su capacidad para resistir ciclos de precios bajos en el mercado internacional, diciendo lo siguiente:
“Tenemos la agenda económica bolivariana, para enfrentar el desarrollo del país y encarar la emergencia que estamos viviendo, como producto de la caída de los precios del petróleo. Recientemente, el petróleo otra vez llegó a 24 dólares. Es imposible que se mantengan esos precios y no se quiebre toda la industria petrolera del mundo, excepto las más poderosas, como la venezolana, que podemos seguir produciendo así… esperando mejores tiempos”.
En el último año, el precio promedio del barril de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cayó 72 %: pasó de 69,9 dólares en mayo de 2019 a 19,6 dólares en abril de 2020.
Es decir, los hidrocarburos se han estado cotizando ahora en los mercados internacionales a un precio inferior a esos 24 dólares referidos por Maduro en la declaración citada.
Y el precio del barril de petróleo de Venezuela está en situación similar: el pasado 6 de abril de 2020, se cotizaba en 18,41 dólares, según el portal DatosMacro.
Precios del petróleo afectan finanzas del Estado
Esos bajos niveles de precio y los niveles de producción actual de la industria petrolera nacional y la empresa Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa), en particular, que también han llegado a marcar mínimos históricos en los últimos meses, comprometen seriamente las finanzas públicas de la Nación y la salud de este sector económico.
La firma consultora Ecoanalítica, por ejemplo, estima que el producto interno petrolero caerá este año 20 % y que las exportaciones petroleras de Venezuela bajarán a 380 mil barriles de petróleo diarios (bpd) y generarán al país apenas unos 4.000 millones de dólares, es decir, 10.000 millones menos de lo que se había proyectado hasta hace poco.
Cuando Hugo Chávez Frías llegó al poder en Venezuela, en 1999, Pdvsa y la industria petrolera venezolana producían alrededor de 3,3 millones de barriles de hidrocarburos diarios.
En la actualidad, este sector produce una cuarta parte de lo que producía hace 20 años, 865.000 barriles diarios al cierre de febrero, para ser exactos, según el más reciente reporte mensual publicado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Y eso es así, como resultado de un largo proceso de destrucción y desmantelamiento de la industria que lleva décadas en curso.
El país está hoy a niveles de producción similares a los que tenía hace 8 décadas.
“A finales de 2018, antes de las sanciones petroleras impuestas por Estados Unidos, Venezuela produjo en total apenas 1,2 millones bpd, cerca de un tercio de la producción de 1998 (que llegó a 3,45 millones bpd) y equivalente a lo que el país estaba produciendo en la década de 1940”, advirtió Francisco Monaldi, director fundador del Centro de Energía y Ambiente del IESA e investigador del Instituto Baker de la Universidad Rice en Houston, en un artículo publicado en la revista Forbes.
Más detalles sobre ese proceso de destrucción y desmantelamiento de la industria petrolera puede obtenerlos haciendo clic sobre esta investigación desarrollada por Cotejo.info y publicada recientemente.
La corrupción, politización, militarización, falta de inversión, fuga de talentos y el fin de la meritocracia, tuvieron un rol protagónico en la debacle de la principal empresa del país.
Venezuela llegó a ser el tercer productor de petróleo del mundo, pero actualmente no entra ni en los 15 primeros puestos de ese ranking. Incluso México, Brasil y Colombia le superan ahora.
De modo que esa industria petrolera de la que hablaba Maduro en la declaración referida en este artículo, en realidad, hoy no es tan poderosa como era antes ni tan capaz de resistir escenarios de precios inferiores a 25 dólares por barril.
Además, las sanciones económicas impuestas a Venezuela en los últimos años complican aún más la situación de la industria y limitan esa capacidad.
Tampoco la industria petrolera vinculada al esquisto. “El petróleo de esquisto prospera a 100 dólares el barril, sobrevive a 50 dólares y muere a 25 dólares», precisó recientemente Jamie Webster, director del Centro de Impacto Energético del Boston Consulting Group.
"El petróleo de esquisto prospera a 100 dólares el barril, sobrevive a 50 dólares y muere a 25 dólares".Jamie Webster, director del Centro de Impacto Energético del Boston Consulting Group.
— Asdrúbal R. Oliveros (@aroliveros) March 26, 2020
Tras la pandemia del coronavirus, Ecoanalítica rebajó también sus proyecciones económicas de Venezuela y ahora estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de este país suramericano se contraerá otro 25 % en 2020, mucho más de lo que había previsto originalmente: 10 %.
Con la pandemia y la crisis económica mundial también se ha producido una caída importante de la demanda de petróleo en el planeta. Y ese factor ha sido clave para la tendencia a la baja que han marcado los precios en los mercados internacionales en las semanas recientes.
Comercialización a pérdida
Con los precios del petróleo actuales, Venezuela está vendiendo por debajo de los costos de producción y por eso la administración madurista convocó a una alianza entre las naciones de la OPEP y los países que no pertenecen al cartel, con el propósito de estabilizar el mercado a través de un nuevo acuerdo de producción.
La OPEP tenía previsto reunirse este lunes 6 de abril, pero el encuentro fue pospuesto en ese momento. Sin embargo, el barril de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), por ejemplo, se está cotizando en la actualidad alrededor de los 30 dólares, a pesar de que recientemente los miembros de ese grupo y otros, como Rusia, lograron finalmente reunirse y acordaron recortar su producción en 10 millones de barriles diarios con el propósito de elevar el valor de ese commodity.
La nueva caída de la producción venezolana registrada en marzo (670.000 bpd) ocurrió luego de que Estados Unidos sancionara a la petrolera rusa Rosneft, que había sido usada por Venezuela para vender crudos de Pdvsa en los últimos meses.
Posteriormente, Rosneft anunció su retiro de los proyectos en territorio venezolano y la venta de sus activos en la nación sudamericana a una firma controlada por el gobierno ruso.
Estos hechos y los datos disponibles analizados nos permiten concluir que la industria petrolera venezolana no es actualmente tan poderosa ni capaz de superar una coyuntura de precios bajos prolongada como lo era antes, sin daños significativos a la industria y a las finanzas públicas, y por tanto califica de “media verdad” el discurso público analizado en esta ocasión.