- Si usted llena su tanque en una de las pocas estaciones de gasolina en Venezuela que siguen distribuyendo combustibles en medio de la pandemia, puede pagar menos de 1 centavo de dólar por ello
- Pero si es de los que evita días u horas de cola para movilizarse comprándola en el mercado paralelo, podría pagar hoy hasta 3 dólares por litro
- “La gasolina y los hidrocarburos internos tienen que colocarse al precio internacional para que se acabe el contrabando”, dijo Nicolás Maduro en 2018. En ese mismo acto, anunció que “en dos años a más tardar” resolverían la deformidad del mercado que implicaba regalar los combustibles
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Todavía está por verse el efecto de la caída abrupta de los precios del petróleo en el mercado internacional, en cuanto a disponibilidad suficiente y precios de la gasolina en el mercado interno
Los venezolanos llenan los tanques de sus vehículos “gratis” o con “la gasolina más barata del mundo”.
Esta afirmación, que fue aceptada por la mayoría hasta hace relativamente poco tiempo, ha perdido vigencia y ya no puede presentarse como una realidad absoluta de la revolución socialista del siglo 21.
Si usted llena su tanque en una de las pocas gasolineras venezolanas que siguen distribuyendo combustibles en medio de la pandemia del coronavirus, tras varios días u horas de cola, puede pagar menos de un centavo de dólar por ello en la actualidad.
Es que el precio oficial de gasolina en este país equivale a apenas 0,000052 dólares por litro, tomando en cuenta que la tasa cambiaria oficial es 113.833 bolívares por dólar, de acuerdo a lo publicado por el Banco Central de Venezuela (BCV) al 15 de abril 2020.
De modo que un tanque de 40 litros puede llenarse con menos de un centavo de dólar. Es decir, en la praxis, resulta gratis.
Y según el ranking mundial más reciente publicado por el observatorio Global Petrol Prices, efectivamente ese sería el precio más barato del mundo en la actualidad, como se puede detallar en esta gráfica.
Pero si usted es de los que evita días u horas de cola para movilizarse comprando el combustible en el mercado paralelo, está pagando hoy 1, 2 y hasta 3 dólares por litro, aunque el precio del barril de petróleo haya bajado más de 70 % en los últimos meses.
Y 3 dólares por litro, de acuerdo con el mismo ranking de Global Petrol Prices, sería el precio más caro del planeta, incluso superior al que se paga en Hong Kong en la actualidad (2,16 dólares).
“El precio medio de la gasolina en todo el mundo es de 0.95 dólares estadounidenses por litro”, precisó Global Petrol Prices, “pero hay una diferencia sustancial en estos precios entre los diferentes países”.
Como regla general, acotan, “los países más ricos tienen los precios más altos, mientras que los países más pobres y los países que producen y exportan petróleo tienen precios significativamente más bajos. Una excepción de esto es Estados Unidos, un país económicamente avanzado con bajos precios de gasolina. Las diferencias de precios entre países se deben, básicamente, a los diferentes impuestos y subsidios para la gasolina”.
En Venezuela, uno de los países con más grandes reservas de hidrocarburos del planeta y propietaria de una empresa que llegó a ser una de las principales industrias petroleras del mundo hace apenas 20 años atrás (Pdvsa), está escaseando la gasolina y el diésel de nuevo. La oferta disponible no satisface la demanda interna.
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Y dada esa coyuntura, Cotejo.info decidió verificar el discurso público de los voceros oficiales relativo al mercado de combustibles, sus precios y sus principales desafíos.
¿Gasolina en Venezuela a precios internacionales?
El 13 de agosto de 2018, el gobernante Nicolás Maduro declaró que “la única vía de acabar con el contrabando de gasolina es llevando su costo a precio internacional”. Acto seguido, anunció al país la aplicación de un “subsidio directo para los venezolanos” con el que planeaban empezar a distribuir combustibles usando el “carnet de la Patria” como filtro.
«Vamos a hacer un sistema de subsidio directo progresivo, en un plan de dos años (…) Yo aspiro a que en dos años a más tardar hayamos resuelto la deformidad que se creó en el transcurso de muchos años, donde la gasolina venezolana prácticamente la regalamos (…) La gasolina y los hidrocarburos internos tienen que colocarse al precio internacional para que se acabe el contrabando hacia Colombia y el Caribe», dijo Maduro en aquella ocasión.
Al final, aquel sistema anunciado tampoco terminó aplicándose. Jugaron en su contra el colapso del servicio eléctrico, las fallas en las telecomunicaciones nacionales y el Internet y las enormes colas que se formaron cuando empezaron a usarse los equipos Biopago para filtrar a los clientes en las gasolineras, entre otros factores.
Próximamente se cumplirán 2 años de aquel discurso público y con la llegada del año 2020, tras la pandemia del coronavirus y la crisis económica y financiera que mantiene en jaque a las finanzas públicas del país, el inicio de la comercialización de los combustibles a precios internacionales parece estar más cerca que nunca en Venezuela.
Proponen libre mercado
Un grupo de exgerentes de Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) ha propuesto la apertura y liberalización del mercado de los hidrocarburos como una alternativa para superar la crisis de combustible que afecta al país.
“Se orientarán los esfuerzos para que, gradualmente, los precios de venta de los hidrocarburos líquidos en el mercado interno, sean establecidos por las fuerzas del mercado a través de la libre competencia, eliminando la intervención del Estado en la fijación de los precios de venta al público, márgenes de comercialización y fletes por transporte”, indica la exposición de motivos del proyecto de ley orgánica que han elaborado y que recientemente fue presentada a Petroguía por Ramón Castro Pimentel, exvicepresidente de Deltaven.
A juicio de los proponentes, el esquema de precios y márgenes controlados que ha aplicado el Estado por décadas y que, tras el estallido social del Caracazo, ningún gobierno se atrevió a corregir en las últimas tres décadas, no puede sostenerse más.
“La gasolina en Venezuela no tiene precio, no solo por la hiperinflación y porque por muchos años se congeló la tarifa por años, sino también porque se destrozó todo el sistema de comercialización y por eso es que ahora se tiene que partir del precio alterno de importación para cubrir los costos, es decir, cuánto le cuesta a un privado traer un barril de gasolina desde el exterior y colocarlo en puertos venezolanos”, señala Castro.
“Antes se decía que el precio de la gasolina debía tomar como referencia el precio alterno de exportación, es decir, cuánto se cobra por ese barril que se iba a dejar de exportar, pero hoy eso es imposible porque las refinerías de Venezuela están paralizadas”, añadió.
El pasado 14 de abril, la administración madurista anunció la reactivación de la refinería de El Palito, con la que pretenden sumar al sistema entre 30 mil y 80 mil barriles diarios de gasolina.
“Antes de la crisis de los últimos años, Venezuela consumía 600 mil barriles diarios. Luego de la caída de 70 % del Producto Interno Bruto, consume 190 mil barriles diarios. Esos 190 mil barriles no satisfacían la demanda y en algunas zonas del país las colas eran de hasta tres días o, cuando menos, de 2 horas. Quiere decir que El Palito suministrará aproximadamente 20 % de la demanda que ya estaba en déficit”, resaltó Ricardo Ríos, presidente de la firma consultora Poder & Estrategia y miembro de la asociación civil Estrategia Ciudadana.
Demanda caerá en 25 millones de barriles diarios
El economista José Guerra, diputado de la Asamblea Nacional, advierte que la caída de los precios del petróleo en los mercados internacionales complica aún más la situación de la industria petrolera venezolana.
El barril de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), por ejemplo, se había estado cotizando al cierre de la primera quincena de abril alrededor de los 30 dólares, a pesar de que recientemente los miembros de ese grupo y otros, como Rusia, acordaron recortar su producción en 10 millones de barriles diarios con el propósito de elevar el valor de ese commodity.
“Crudos como los de la Faja del Orinoco requieren de un precio superior a los 30 dólares por barril para que el negocio sea viable. La reducción de los precios, y eventualmente de la producción, hará desaparecer el ingreso fiscal petrolero en 2020”, destacó Guerra recientemente en un artículo publicado en el portal Al Navío.
La pandemia del COVID-19 aceleró la transición del planeta a un nuevo ciclo recesivo global, que se proyecta como uno mucho más fuerte que el experimentado en la crisis económica y financiera de 2008-2009 y, al menos, el más grave de los últimos 75 años.
En medio de una recesión global de esa envergadura, se estima que la caída de la demanda petrolera se acerque a 25 millones de barriles diarios.
Ahora, con la abrupta caída de la demanda global de combustibles que trajo la casi paralización de la economía global, ni el acuerdo OPEP-Rusia funcionó para mantener los precios en un nivel que resulte rentable económicamente para los productores.
Todavía están por verse los efectos que tendrá esta paralización del mercado energético universal basado en el petróleo en las economías domésticas de los países, y el dramatismo que podrían tener en sociedades como la venezolana, ya previamente sitiada por una crisis y la escasez sostenida de productos que se ha caracterizado por el surgimiento de mercados negros y oportunistas como el de la gasolina, potencialmente al alza en el mercado interno.
Tras el análisis de los datos disponibles y los hechos y argumentos verificados, Cotejo.info califica como media verdad la afirmación de que Venezuela tenga a su disposición la gasolina “más barata del mundo”.