- El complejo generador de electricidad tuvo una inversión superior a los 200 millones de dólares en una primera fase que debió finalizar en 5 años según lo explicó Nelson Muñoz, integrante del Movimiento por el Parque Eólico de la Guajira
Con una generación de 2.000 MW en tierra firme y 10.000 MW en costa fuera, el Parque Eólico de la Guajira se convertiría en la principal fuente de electricidad del municipio Guajira, Mara y Padilla del estado Zulia, pero la realidad es que hoy en día no enciende ni un bombillo.
“El parque eólico iba a generar electricidad sobre todo para la Guajira, queriendo decir que nosotros no íbamos a depender del fluido de afuera. Pero eso quedó en el abandono. Lo desvalijaron todo, eso está despedazado”, dijo Manuel Fernández que, con 65 años de edad, padece la peor crisis eléctrica.
Las comunidades indígenas, a pesar de ser reconocidas en la Constitución de 1999 por el fallecido presidente Hugo Chávez, ahora se sientes burladas, desatendidas y engañadas por el gobierno.
Desde aquella promesa hecha por Chávez de construir un parque eólico ahora solo queda un cementerio de promesas incumplidas que ocupan 285 mil kilómetros cuadrados en la superficie de la Península de la Guajira.
En la actualidad, la población añu y wayuu pasan hasta 72 horas sin servicio eléctrico, es decir, tres días incomunicados, sin servicio hospitalario y sin agua fría que tomar. Además, padecen este calvario mucho antes de registrarse el primer apagón nacional en 2019.
200 millones sin resultados
“El parque tuvo una inversión que supera los 200 millones de dólares. En esa primera fase que hay que saber que ocurrió”, dice Nelson Muñoz, integrante del Movimiento por el Parque Eólico de la Guajira, el cual nació el pasado año a partir de la crisis eléctrica nacional.
Este proyecto de energía renovable debió desarrollarse en 10 fases: La fase 1 conformada por la Etapa 1A que generaría 25.2 MW y la etapa 1B generaría 52 MW para completar la fase 1 que generaría 75.6 MW. Luego, a partir de fase 2 hasta la fase 6 sumarian 52 MW de generación. Y desde la fase 7 a la fase 10 alcanzaría 1.546 MW para llegar a 2 mil megavatios en tierra firme.
“Es un proyecto que estuvo previsto desarrollar, la totalidad de las fases, en 5 años. Inició en 2013 para terminar en 2018”, y hasta la fecha solo se instalaron 12 aerogeneradores que conforman la etapa 1A de la fase 1, que generaron tan solo 25.2 MW.
Visita presidencial no fue suficiente
El presidente Nicolás Maduro en su primer periodo de gobierno visitó el Parque Eólico de la Guajira donde aprobó 178 millones de dólares para desarrollar la fase 1B, pero “ese monto nunca se ejecutó”, aseguró el investigador Muñoz.
Explicó que la etapa 1B contemplaba la instalación de 24 aerogeneradores más al ser complementaria e interdependiente con la etapa 1A de la fase 1.
Además, “en esta misma etapa 1B el proyecto establecía la instalación de una subestación que permitiera recibir la energía de los aerogeneradores y entregarlas al sistema de distribución nacional de manera estable, porque en ese momento el sistema eléctrico de la zona estaba desbalanceado por las tomas ilegales que existían en los cableados”.
Por tal razón, los 12 aerogeneradores de la Etapa 1A no entraron nunca en funcionamiento, porque “en caso de instalarse de manera directa a la distribución se disparaban por protección, al recibir el desbalance del sistema, hasta tanto no se construyera la subestación que permitiera la entrega estable de la energía eléctrica”.
Muñoz afirmó que la subestación estaba prevista en la Etapa 1B “pero nunca se ejecutó porque la causa principal fue la desinversión, no se ejecutaron los recursos”.
Un derecho humano
Por su parte, el coordinador de la Comisión de los Derechos Humanos de la Guajira, José David González, denunció que del parque eólico solo quedaron las torres.
Sobre la visita de Maduro recordó que “las comunidades cerraron la Troncal del Caribe porque se sintieron excluidas por el mismo gobierno que habla siempre de inclusión, no les dieron acceso para hablar con el presidente”.
El defensor de los derechos humanos formó parte de una movilización donde participaron 200 consejos comunales de la guajira venezolana dispuestos a ir hasta Miraflores en busca de una respuesta de Maduro.
“Yo me acuerdo que la primera persona que nos llamó fue Noelí Pocaterra, dijo que estaba dispuesta a conversar con el gobernador Arias Cárdenas, quien además me llamó en la madrugada”, relata José David González.
Las movilizaciones lograron el objetivo de establecer mesas de negociación entre los líderes wayuu con las autoridades de gobierno, cuyos acuerdos “quedaron en papel porque seguimos sin respuesta y con el mismo problema”, lamentó González.
Entre tanto, Manuel Fernández, habitante de la comunidad La Punta en el sector Los Médanos de la parroquia Guajira, define la crisis eléctrica como “un sufrimiento muy grande que deben aceptar vivir por el hecho de ser indígenas y no vivir en la capital del país”. Fernández cuenta que cuando se va la luz por 3 o 4 días los pozos que trabajan con electricidad se paran y no hay agua para nadie.
Tal vez te pueda interesar:
20 años de engaño: Adultos mayores desolados con pensiones congeladas
Parqué Eólico de la Guajira desmantelado
En octubre de 2018, el exministro de energía eléctrica, Luis Motta Domínguez, inspeccionó el parque e informó que se vandalizó 80 % del material estratégico.
“El parque fue completamente desvalijado. De los 12 aerogeneradores hay la posibilidad de recuperar de forma inmediata cuatro, con los otros se debe hacer una evaluación más profunda de los daños sufridos”, comunicó Motta.
Sobre lo ocurrido, las comunidades cercanas al parque eólico denuncian que los funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana encargadas de custodiar el sitio, fueron los responsables de los robos. Hasta la fecha, se desconocen las personas implicadas de los robos.
Una inspección realizada cinco años antes determinó que de los 12 aerogeneradores instalados, cuatro de ellos “por problemas técnicos con los componentes no estaban generando 2.1 MW sino 1.4 MW y que se estaban esperando unas piezas que llegaran de Argentina para poder sustituirlas con el fin de que cada aerogenerador generara su capacidad total de 2.1MW”, agregó Nelson Muñoz.
El proyecto del parque eólico fue adjudicado a Industrias Metalúrgicas Pescarmos S.A.I.C (IMPSA), como la construcción de la Central Hidroeléctrica de Tocoma, al sur del país, en el estado Bolívar, obra también inconclusa.
Para 2014 IMPSA entró en quiebra bajo la presidencia de Enrique Pescarmona, quien en una entrevista a Radio Perfil dijo que los atrasos en los pagos en Venezuela eran muy complejos.
“La verdad que se atrasaron mucho, se pasaron facturas por 300 días o más días, y no las pagaba. Después de 11 meses de no cobrar uno empieza a tomar decisiones erróneas”, explicó Pescarmona.
Un proyecto sin supervisión
Sobre esta información, el presidente de la Asociación Venezolana de Ingenieros Eléctricos, Mecánicos y Afines (AVIEM) en el estado Zulia, Dídimo León, explicó que desconocen si esta empresa que entró en default habría cobrado aproximadamente los 200 millones de dólares destinados al parque eólico, porque este proyecto no pasó por la sanidad del Colegio de Ingenieros de Venezuela.
“Normalmente este tipo de proyectos debe pasar por sanidad del proyecto por el Colegio de Ingenieros de Venezuela, eso no paso por ningún lado. Ellos mismos han hecho las supuestas supervisiones. Aunque si hubieras hecho la supervisión a tiempo no pasa lo que pasó”, aseguró.
Tanto el Movimiento por el Parque Eólico de la Guajira como la AVIEM consideran que es necesario una inspección técnica que permita conocer cuál es nivel de deterioro, los materiales robados y la inversión que necesita actualmente para recuperarse.
Generación térmica para el Parque Eólico de la Guajira
El pasado 4 de mayo el alcalde de Mara, Luis Caldera, declaró que se tiene previsto para la guajira venezolana la sustitución del tendido eléctrico que se energiza por la generación térmica, al ser consultado por el proyecto del Parque Eólico.
“Los recursos están destinados a la recuperación de Termozulia y lo que tiene que ver a la interconexión con el Sistema Eléctrico Nacional. Esperamos ir consolidando la generación térmica para disminuir la brecha entre la oferta y demanda de energía y luego retomar la que ya teníamos”, explicó.
Entre tanto, consideró que el parque eólico se tiene que “cuidar, preserva e inventariar para los próximos proyectos”. Hasta la fecha no se tiene previsto realizar una evaluación a dicho proyecto para conocer su estado actual.
“Los niños pasan noches en llanto por el calor, los enfermos sufren porque el Hospital Binacional de Paraguipoa deja de dar servicio a la gente cuando se va la luz. La única estación de servicio que funciona acá deja de surtir el combustible y desaparece el transporte público”, relató Nelson Fuenmayor, quien ya ha perdido una nevera, un abanico y un televisor por la inestabilidad eléctrica que atraviesa el país.
El sueño de que en la Guajira tuviera el potencial de generar electricidad a través de un parque eólico se convirtió en una falsa ilusión que el gobierno sembró en sus corazones para luego enterrarlos en el tiempo. Ahora, la población wayuu y añu vive las peores consecuencias de un proyecto inconcluso que, hasta la fecha, no parece ser una prioridad en el gobierno nacional.
Tal vez te pueda interesar: