- Próximo año escolar 2020-2021 en Venezuela comenzará bajo la modalidad “Cada Familia Una Escuela”, anunciaron Nicolás Maduro y Aristóbulo Istúriz
- Según la Unesco, más de 6 millones 800 mil estudiantes venezolanos, habrían visto afectadas sus clases por la COVID-19
Nicolás Maduro dio a conocer recientemente que el nuevo año escolar 2020-2021 iniciará el 16 de septiembre bajo la modalidad “Cada Familia Una Escuela” hasta nuevo aviso, con el objetivo de mantener la distancia social y cuidar la salud de niños, niñas, adolescentes, maestros y personal en general. Alegó que “hay que cuidarse bastante, cuidarse bien”.
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— VTV CANAL 8 (@VTVcanal8) July 10, 2020
Recordemos que, según lo que describe en su portal web, el programa «Cada Familia Una Escuela» es desarrollado por el Ministerio del Poder Popular para la Educación “a fin de garantizar la atención educativa a la población estudiantil del país como parte Plan Nacional de Prevención y Protección contra el Coronavirus (COVID -19)”. Es un espacio que se transmite en televisión a través de canales nacionales VIVE, Colombeia, Corazón Llanero, Tele Aragua, TVES, TV FANB.
Un año escolar «exitoso»
Por su parte, el ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, afirmó que el país tuvo un año escolar exitoso y que del 1 al 10 de julio se realizó el proceso de evaluación de educación primaria. También, en una alocución anterior, dijo que “recolectamos todas las opiniones, con relación al congreso, las he leído todas, quiero agradecer a todos los maestros y maestras que han hecho posible la continuación y culminación de este año escolar en medio de las circunstancias”.
Para el gobierno de Nicolás Maduro, el año escolar 2019-2020 culminó en buenas condiciones.
En un cotejo que hicimos al inicio del confinamiento le pusimos la lupa periodística al escenario de la educación a distancia en Venezuela. Analizamos si esta se daría bajo los mismos parámetros para todos los estudiantes, dada la crisis de conectividad que padece el país, la falta de acceso a los dispositivos inteligentes y el entorno del hogar, tanto para estudiantes como para docentes.
Diferentes organizaciones y profesionales dedicados al área de la educación evalúan el cierre de este período, que culmina en desigualdad de condiciones. Muchos estudiantes no pudieron cumplir con las competencias establecidas según el grado que cursan porque se vieron afectados por la pandemia, que derivó en cuarentena.
Tres de cuatro estudiantes sin internet al cierre del año escolar
La diputada a la Asamblea Nacional, Bolivia Suárez, aseveró en el programa En Este País -que se transmite en Radio Fe y Alegría- que al cierre de año escolar 2019-2020, 75 % de los estudiantes no contaron con conectividad a internet para cumplir con la educación a distancia. Los maestros tampoco contaron con los recursos o la experiencia con la modalidad digital para desarrollar un plan para cumplir con los objetivos del período.
La educación a distancia no contó con los recursos adecuados para que todos los estudiantes pudiesen cumplir con el proceso educativo. En los barrios y zonas rurales, alumnos perdieron el contacto con sus profesores por la inexistencia de una estructura que permitiera hacer las asignaciones.
La diputada enfatizó que hubo una “cancelación del año escolar porque se promovieron los estudiantes de un grado para otro sin tener los conocimientos”.
Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores de Lara, ofreció cifras similares al declarar que “más de 80 % del estudiantado venezolano no tenía los recursos tecnológicos: internet, teléfonos inteligentes, etcétera, para recibir el mensaje educativo vía online. Eso fue un total y rotundo fracaso. Eso de la educación remota fue pura retórica”.
Entre los datos difundidos en los medios sobre el cierre del período académico destaca el caso del estado Zulia -uno de los más afectados por la crisis de servicios en Venezuela- donde se asegura que 60 % de los estudiantes no se incorporó a clases a distancia, de acuerdo con Gualberto Mas y Rubí, presidente del Sindicato Unitario Magisterial (SUMA-Zulia). Esto, condicionado principalmente por los cortes del servicio eléctrico, las fallas de conectividad a internet y la carencia de equipos.
La pandemia no lo es todo
El área de Psicología Escolar de la Unidad de Psicología Luis Azagra de la UCAB hizo un estudio sobre cómo se desarrollaba el proceso educativo en zonas populares de Caracas. Su coordinador, Francisco Sánchez, asegura que las dificultades académicas del estudiante en este año escolar no solo se relacionaron con el rendimiento académico. Las problemáticas sociales y la crisis estructural limitan las posibilidades de que el niño o adolescente pueda tener un buen desenvolvimiento.
Sánchez indicó que algunas familias comparten entre ellas la señal o los equipos inteligentes para que sus hijos puedan tener acceso a las actividades escolares.
Según el estudio, en la educación a distancia repercuten las crisis de ansiedad y los cuestionamientos que se presentan en la familia. La presión se manifiesta en diversas tipologías como la ansiedad, la frustración y momentos de indefensión al no saber qué hacer o a dónde recurrir.
Así las cosas, estudiantes de múltiples niveles educativos se ven afectados por una emergencia de fondo que impide directamente un adecuado desarrollo. Además de las dificultades en la estructura del sistema de aprendizaje, los factores sociales y psicológicos representan un punto complejo para muchas familias venezolanas. Aspecto que incrementa la desigualdad en este ámbito.
Esto es parte de la situación que se registra en el sistema educativo venezolano, pero, ¿qué sucede en otros países?
Desigualdad en la educación
En este momento, cuando se mantiene la pandemia por la COVID-19 y finaliza el año escolar, es necesario visualizar lo que ocurre en el mundo. El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, ha declarado que la educación se ha visto afectada en toda la región a causa de la COVID-19. “Es indispensable priorizar la educación a distancia y, de manera general, la continuidad de los servicios dedicados a la infancia”, dijo.
De acuerdo con el seguimiento que hace la Unesco del impacto de la COVID-19 en la educación, en Venezuela hay un total de 8.989.863 estudiantes afectados por la suspensión de clases y se desglosan en género: 4.476.650 femenino y 4.513.213 masculino. Por niveles, en pre primaria (o preescolar) 1.190.349, primaria 3.285.299, secundaria 2.391.174 y terciaria 2.123.041.
Más de 170 millones de estudiantes sin clases en Latinoamérica y el Caribe
En este contexto, señalan en el documento “El Impacto del COVID-19 en América Latina y el Caribe” de la ONU que la educación se ha interrumpido en toda la región y más de 171 millones de estudiantes de América Latina y el Caribe se encuentran actualmente sin clases. “Las pérdidas importantes en cuanto al aprendizaje y desarrollo del capital humano conllevan el riesgo de profundizar las desigualdades a largo plazo”, reseña.
Mientras se mantenga el incremento de casos de COVID-19 en Venezuela, las condiciones no estarán dadas para un retorno exitoso a las aulas de clase. Es preciso resaltar que, aunque comienza el período vacacional, muchos niños y adolescentes no pudieron adquirir todas las competencias necesarias para un cierre de año óptimo.
Está por verse cuáles serán los próximos pasos en el sistema educativo del país. Lo ideal sería una “vuelta a clases” con las condiciones necesarias para que no se vea afectada la formación de los futuros bachilleres y profesionales. En medio de una crisis de servicios que se agudiza, urge la aplicación de estrategias que den una respuesta adecuada a este derecho.