- La escasez de insumos y de personal de salud en el Hospital Central Antonio María Pineda dificulta el cumplimiento de esta meta
- Profesionales de la salud advierten, además, sobre el riesgo que podría correr un paciente que se someta a una cirugía electiva en un centro donde también se tratan casos de COVID-19
- Un máximo de 5 cirugías por pabellón al día permitiría unas de 700 intervenciones mensuales
Carmen Meléndez, gobernadora del estado Lara, aseguró durante la reinauguración del servicio de cirugía ambulatoria del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (HCUAMP), que se podrá realizar un promedio de 1.000 a 1.200 cirugías al mes. ¿Será posible cumplir con esta meta de resolución quirúrgica a pesar de la escasez de insumos, la falta de personal y, al mismo tiempo, el incremento de la pandemia?
Meléndez dijo el 8 de julio, a través de Venezolana de Televisión, en un contacto en vivo con el presidente Nicolás Maduro, que con la reactivación de 5 quirófanos podrían superar dicha meta.
“Aquí se recuperaron todos los quirófanos, tenemos un equipamiento nuevo para estos espacios donde se va a intervenir aproximadamente de 1.000 a 1.200 personas mensualmente, son unos espacios recuperados, donde tenemos un equipo de médicos, enfermeras, listos para comenzar las intervenciones quirúrgicas de cirugía ambulatoria, de diferentes especialidades”.
Los trabajos para la rehabilitación del centro asistencial abarcaron el sistema de luminarias, ambientación, paredes así como la dotación con equipos de última generación destinados a las especialidades de oftalmología, otorrino y cardiología.
Carmen Meléndez añadió que se logró el reacondicionamiento de 10 áreas quirúrgicas, 5 quirófanos, 1 sala de recuperación post operatoria, las áreas de consultas y esterilización, tal como lo reseña una nota de prensa del ejecutivo regional publicada por el diario El Informador.
Falta de personal
La realidad que enfrentan los pacientes que acuden al hospital es la notable falta de personal médico asistencial. Las guardias transcurren muchas veces con solo un especialista por servicio, lo que hace poco viable la operatividad estimada por las autoridades en el área remodelada de cirugía ambulatoria.
El diario La Prensa desnudó esta situación al publicar (el 20 de junio) que las intervenciones quirúrgicas electivas en el HCUAMP “se convierten en un dolor de cabeza” ante la ausencia de anestesiólogos y que los residentes (estudiantes de medicina) han tenido que asumir las riendas de servicios claves como la Emergencia.
Esta información la confirma el doctor René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en Lara, al señalar que el déficit actual en enfermería impide que servicios como Cirugía Ambulatoria -aún con las remodelaciones- pueda trabajar en los niveles que anunció la gobernadora.
“Esa repotenciación del servicio en nada contribuye a que se aumente la cantidad de pacientes que pudiesen ser sometidos a cirugía ambulatoria, primero porque no da la capacidad del recurso humano. El hospital tiene un déficit de 1.500 enfermeras y ahí lo único que funciona son los médicos residentes de postgrado de cirugía, pero actualmente decir que eso pudiera contribuir a mejorar la deuda quirúrgica que se tiene en el estado Lara, pues no da, porque no hay el recurso humano ni los insumos para darle una operatividad del 100 %”.
Operatividad e insumos
Ruy Medina, exdirector del Hospital Central Antonio María Pineda y con 55 años de servicio en la institución, señala que es imposible alcanzar la meta planteada por la gobernadora de Lara, Carmen Meléndez, debido a que la capacidad de los quirófanos no lo permite. Explica que un promedio muy alto sería de 5 cirugías por pabellón al día, trabajando 7 días a la semana por los 30 días del mes, como máximo arrojarían 700 cirugías mensuales.
“Yo le calculo 5 intervenciones, suponiendo que van a trabajar desde las 7:00 am hasta la tarde por pabellón, hay intervenciones más cortas que otras. El promedio de pacientes que suelen operar es de 2 en la mañana y 2 en la tarde”.
Medina, quien es médico anestesiólogo de amplia trayectoria, se preguntó “¿de dónde van a sacar el personal para abrir los pabellones si no hay personal especializado en instrumentación, dónde van a sacar las enfermeras circulantes? Necesitan 4 enfermeras instrumentales y 4 circulantes, ¿de dónde lo van a sacar si no hay personal? Esa es una mentira que no tiene nombre”.
También dijo que el tema de los insumos es más complejo. “Para 1.000 cirugías necesitan al menos 300 o 400 frascos del anestésico que se coloca a la máquina de anestesia y 1.000 frascos de relajante muscular que actualmente tiene un costo -en la calle- de 1 millón 800 mil bolívares y alcanza para 1 anestesia”.
No se recomiendan cirugías en pandemia
Los principales hospitales se convierten rápidamente en focos de contagio ante la llegada de pacientes con sintomatología de COVID-19. Por ello, algunos centros asistenciales han enfocado su accionar en las áreas prioritarias de emergencia, lo que deja en entredicho que el servicio de cirugía ambulatoria pueda funcionar a máxima capacidad y con el flujo requerido de personal circulando en el lugar.
Para la doctora Luzmila Leal, coordinadora en Lara de la organización Médicos Unidos por Venezuela, exponer a un paciente de una cirugía electiva en un quirófano dentro de un centro hospitalario donde también acuden pacientes con posible coronavirus es un riesgo muy alto.
“La áreas de emergencia jamás se suspenden, lo que pasa ahora con las cirugías electivas es que como hay un alto grado de personas contaminadas con COVID-19, entonces no debes exponer a un paciente a un acto quirúrgico electivo, que pudiera esperar, sin correr riesgos… si operas a un paciente y lo expones al virus en el hospital, es mayor el riesgo que el beneficio que le vas a dar”.
Aunque muchos pacientes esperan que con esta remodelación en el servicio de Cirugía Ambulatoria del Hospital Central de Barquisimeto se comience a cubrir la deuda quirúrgica que existe en la región (alrededor de 2.000 cirugías de traumatología en espera y 3.000 cirugías oftalmológicas), parece que el proceso será lento, y no como lo planteó la gobernadora Carmen Meléndez, producto de las condiciones en que se encuentra el centro asistencial (escasez de insumos, migración de especialistas, pandemia) debido a la crisis que afecta al país.