- A pesar del anuncio de Nicolás Maduro que ratificó la propuesta de Aristóbulo Istúriz de iniciar el período escolar el 16 de septiembre en la modalidad a distancia, las dudas persisten en el sector
- Para Leonardo Carvajal, el cierre del año escolar 2019-2020 fue un “soberano e inmenso fracaso”
- La Federación Venezolana de Maestros asegura que además de las condiciones adversas por la COVID-19, “sin salario decente no habrá trabajo docente”
El denominado regreso a clases -en todos los niveles del sistema educativo- sigue siendo un tema confuso en Venezuela. Aunque Nicolás Maduro ya anunció este domingo el inicio del próximo lapso bajo la modalidad en línea, dejó en incertidumbre cómo terminará este en 2021, cuando al referirse a las actividades escolares presenciales dijo “veremos si en enero (de 2021) regresamos”.
Múltiples habían sido los pronunciamientos del mandatario nacional y de los voceros de su gestión gubernamental sobre el inicio de un nuevo período académico, a propósito de la pandemia causada por la COVID-19.
Regreso a clases con interrogantes
La información dada venía siendo imprecisa y, ante un eventual retorno a la presencialidad en enero de 2021, persisten algunas interrogantes: ¿Será bajo el esquema 7+7?, ¿el sector educativo cuenta con condiciones adecuadas de Internet y de servicios públicos?, ¿se podrá retomar -en un futuro próximo- la modalidad presencial y cumplir con los protocolos de bioseguridad en los planteles?
Aristóbulo Istúriz, ministro de Educación, aseguró el 1 de septiembre que el período escolar iniciará el 16 de este mismo mes en la modalidad a distancia para garantizar la protección de niños, niñas y adolescentes. Pero, esta no había sido una decisión definitiva, se anunció como una medida bajo consulta del gremio docente.
Pero este no fue el primer pronunciamiento. Previamente, Maduro planteó un reinicio de clases semi-presencial en la semana de flexibilización del esquema 7+7 que funciona en el país por la COVID-19. Mencionó la posibilidad de alternar las actividades en aula con la educación a distancia y le sugirió al ministro de Educación, buscar un modelo seguro para un regreso controlado, que con el último anuncio quedó pendiente de solución para enero del próximo año 2021.
También, el sábado 29 de agosto comenzó la “Gran Consulta Nacional para el regreso a clases parcial, presencial y seguro” mediante una videoconferencia con distintos representantes del sector educativo de varios estados del país. Según Istúriz, en la consulta también han participado voceros del sector privado y han presentado sus propuestas.
De esta última consulta, se infiere que resultó la medida inicial del regreso a clases bajo la modalidad a distancia.
Educación desconectada
Leonardo Carvajal, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) declaró para Radio Fe y Alegría Noticias, que el último trimestre de la educación a distancia establecida en período 2019-2020 fue un “soberano e inmenso fracaso” debido a la falta de planificación y las graves fallas de servicios como electricidad y telecomunicaciones.
El 23 de agosto Nicolás Maduro anunció que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (Conatel) instalará capacidad de internet en los colegios y liceos del país. “He dado la orden a Conatel de instalar en todas las escuelas y liceos del país capacidad de internet”, mencionó.
¿Cuenta el país con la capacidad de Internet para ofrecer educación a distancia?
Una consulta reciente realizada por el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) arrojó que solo 34 % de los encuestados tiene acceso al servicio de internet en el hogar. Por otra parte, en este estudio realizado en 10 de las principales ciudades del país, 32,6 % de los consultados indicó haber perdido el servicio de internet en el hogar; y 44,4 % de estas personas afirmaron que presentaron pérdida total de la conexión en los últimos 23 meses.
Según el OVSP las ciudades más afectadas por la pérdida del servicio son: Maracaibo con 47,4 %, Punto Fijo con 44 % y San Cristóbal con 36,7 %. Las menos afectadas fueron Barinas con 16,5 %, Porlamar (27,7 %) y Barcelona (28,5 %).
No solo la conectividad afecta el regreso a clases virtual
La educación a distancia también se ve afectada directamente por las fallas del servicio eléctrico y desde el apagón nacional registrado en marzo de 2019 las interrupciones programadas por Corpoelec son constantes.
Leonardo Carvajal propuso que se aplique un período de recuperación a distancia desde octubre hasta diciembre, luego comenzar el 16 de enero y seguir hasta el 7 de diciembre de 2021. Apostó a que no se reanuden las actividades presenciales o semipresenciales hasta que mejoren las condiciones originadas por la pandemia y observe una disminución de casos de COVID-19, se den garantías de protección en las instituciones y mejoren los salarios de los educadores.
Luisa Pernalete, educadora y coordinadora del programa Madres Promotoras de Paz de Fe y Alegría, en una entrevista reciente aseveró que el regreso a clases de manera presencial es imposible, por eso apuesta por un sistema híbrido entre la educación a distancia y presencial. Esto debido a que ninguno de los indicadores que entorpecían la asistencia diaria -antes de la cuarentena- han mejorado, más bien empeoran como lo sucedido en el caso de los servicios públicos y el suministro de gasolina.
Sector privado afectado
Fausto Romeo, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Educativas Privadas (Andiep), advirtió desde el 9 de junio que el inicio de clases no sería bajo la modalidad presencial. Al cierre del mes de agosto y de cara a la culminación del período vacacional, Romeo aseguró que “la semipresencialidad es un hecho, se tiene que dar, sea en septiembre o en octubre, o en los venideros meses”, e hizo énfasis en que se deben preparar los mecanismos de bioseguridad.
El presidente de Andiep explicó que, en una videoconferencia reciente con el ministro para la Educación, el gremio pudo conocer parte del esquema que se tiene planteado para el comienzo del próximo período académico. Dijo que esperan presentar propuestas que respondan al escenario.
Mencionó que este año escolar debe contar con el apoyo y compromiso para el desarrollo de las actividades y protocolos; considera necesario nivelar el salario de los educadores a pesar de que cada colegio cuenta con su estructura.
Omar Uzcátegui, integrante de la Cámara Venezolana de Educación Privada (Cavep), indicó que se espera por el inicio de clases en el lapso estimado 2020-2021 porque retrasar el inicio para enero de 2021 podría traer graves repercusiones para este sector de la educación venezolana.
Hace poco se supo que el Ministerio de Comercio Nacional y el Ministerio del Poder Popular para la Educación firmaron la resolución 024 que “establece la metodología a seguir para la fijación de matrícula en instituciones de educación privadas”, un acuerdo que permite el pago en moneda extranjera según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV). Esta normativa será vigilada por la Superintendencia para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (SUNDDE).
COVID-19, un desafío para la educación
Iniciar actividades académicas en un contexto de incremento diario de los casos de COVID-19 en Venezuela representa un desafío para el sector educativo. El doctor Huniades Urbina, presidente de la Sociedad Venezolana de Pediatría y Puericultura, explica que aunque los niños sean asintomáticos o presenten síntomas leves, algunos estudios reflejan que tienen mayor carga viral y pueden contagiar a otras personas mucho más rápido.
En una entrevista concedida al programa En Este País, transmitido por Radio Fe y Alegría, afirmó que es complejo decir cuál es la ruta ideal a seguir para el regreso a clases, porque, aunque es cierto que la educación a distancia presenta muchas limitaciones en Venezuela, la vuelta a clase debería tener lugar cuando la curva de contagios de la COVID-19 se estabilice.
La Federación Venezolana de Maestros ya había emitido recientemente un comunicado en el que catalogaba como irresponsable el llamado al año escolar 2020-2021 por parte del Ministerio del Poder Popular para la Educación por varias razones: la pandemia de la COVID-19 plantea un desafío sin precedentes para la educación y “sin salario decente no habrá trabajo docente”. En el texto invitan a los maestros a evitar incorporarse a las aulas de clases porque consideran que no están dadas las condiciones.