En 9 meses de 2020 el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) ha contabilizado 3.214 protestas por servicios básicos. En la medida en la que al venezolano se le dificulta cada vez más el acceso al agua potable, electricidad y combustible, la sociedad civil se organiza para manifestarse a pesar de la pandemia; solo el lunes 28 de septiembre se registraron 76 protestas en 19 de los estados del país por la crisis de servicios básicos.
Ya para el período 2016 – 2017 Prodavinci documentaba la crisis de acceso al agua potable en Venezuela, un recurso reconocido como derecho humano esencial el 28 de julio de 2010. Para el momento, la investigación registró que 30 % de los venezolanos vivió bajo racionamiento de agua corriente y que, en promedio, el suministro de agua fue de 2 días a la semana.
En la encuesta sobre el servicio de agua realizada por el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) en 2018, se evidenció que 59,66 % de los encuestados presentaba deficiencias en la frecuencia del servicio. Ese mismo año el OVCS registró 1.138 protestas relacionadas a la exigencia de restitución del servicio de agua.
Considerando la crisis de servicios básicos que afecta a una gran parte de la población venezolana, Cotejo.info le pone la lupa a la situación de acceso al agua potable, considerando la precarización que ha sufrido el servicio desde 2016 y su profundización durante el año 2020, en plena pandemia de COVID-19.
Acceso al agua potable y protestas: 2019 – 2020 en datos
La encuesta realizada por el OVSP en diciembre de 2019 reveló que, a pesar de que 91,8 % de los encuestados tiene acceso al agua por tuberías, solo 16,7 % goza del servicio de forma regular, es decir, 83,3 % de la población no recibía agua de forma continua en sus hogares.
Para septiembre de 2020 el acceso al agua por tuberías disminuyó en 0.1 %, al igual que la regularidad del servicio, ya que solo 13.6 % lo percibe de forma regular, todos los días, mientras 86.4 % de la población no recibe agua de forma continua, esto es un aumento en 3,1 % con respecto al año anterior.
La imposibilidad de contar con agua potable de forma regular se ha traducido en descontento ciudadano manifestado en protestas en todo el territorio nacional. Para 2019 el OVCS registró 5.375 reclamos por servicios básicos, de los cuales 1.777 (33,06 %) fueron quejas por el servicio de agua potable. A pesar de la pandemia por COVID-19 y las medidas de salud pública que se han aplicado, como el distanciamiento social y la cuarentena, en el primer semestre de este año se registraron 4.414 protestas, el mes de mayo con la mayor cantidad (1.075). De ellas, 56,75 % (2.505) fueron reclamos por servicios públicos, 980 (39,12 %) solo por el servicio de agua potable.
Regiones del país sin agua
Haciéndole un seguimiento a la documentación que han realizado periodistas en distintas regiones del país, se evidencia que la falla del servicio de agua es una situación generalizada que afecta a varias comunidades del territorio nacional.
En Anzoategui, 18 comunidades tienen entre 15 días y dos meses sin recibir agua por tubería, a pesar de que la solución ofrecida es la distribución por cisterna, los ciudadanos reclaman la falta de este servicio también. A su vez, el hospital centinela Dr. Felipe Guevara Rojas de El Tigre, estuvo sin agua desde el 12 de septiembre, por lo que trabajadores de mantenimiento y familiares de pacientes tuvieron que surtir al recinto hospitalario por medio de baldes y tobos de agua.
En Bolívar, habitantes de Ciudad Guayana estuvieron sin agua por más de una semana – del 18 al 27 de septiembre- y, sectores como Core 8, que ya llevaba más de 40 días sin el servicio, optaron por romper una tubería de aguas blancas para recoger agua para sus hogares. Por otro lado, habitantes de Puerto Ordaz pagan hasta 15 $ por llenar tanques pequeños (mil litros) mediante cisterna o dirigiéndose directamente al llenadero de la ciudad, a pesar de la escasez de gasolina.
En Caracas, distintas comunidades permanecen con fallas en el suministro. Catia cumplía 30 días sin el servicio para este 26 de septiembre, y La Vega acumulaba 63 días sin agua para el 29 de septiembre. Denuncian que necesitan 60 $ semanales solo para que particulares lleven agua a sus viviendas.
Ya para el primer trimestre del año, la Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez) advertía que más de 2 millones de personas tenían dificultades de acceso al agua potable en el estado. A su vez, denunciaron que indígenas de la Guajira y Perijá continúan sin suministro de agua desde abril, mientras, este 19 de septiembre, habitantes de distintos sectores del municipio Mara protestaban por tener más de una semana sin el servicio.
Boconó, estado Trujillo, Hidroandes estuvo más de 4 meses sin jefe para la entidad, quienes dependen de la hidrológica reportan desde julio fallas en el servicio. En agosto, manifestaron la necesidad de que solventara la situación “así sea con racionamiento” debido a que no podían cumplir con las medidas sanitarias preventivas recomendadas para la COVID-19. Algunos sectores aún reportan problemas con el acceso al agua.
Prevención en riesgo
El doctor José Félix Oletta, internista y ex ministro de Salud, advierte que el acceso al agua potable, de calidad, se ha visto limitado, por lo menos desde hace 4 años. “En este momento ni en cantidad ni en calidad tenemos la garantía de acceso de agua a nivel nacional, no se han corregido los problemas que se acentuaron por motivo de la falla eléctrica (apagón nacional 2019); bombeo, procesamiento y entrega en las casas, nada de eso se ha podido cumplir de manera efectiva.”
Según la encuesta Crisis Venezuela 2020, por el impacto de la COVID-19, realizada por la Asamblea Nacional para el mes de septiembre, 76,8 % de la población tiene un suministro de agua irregular o de baja calidad, y 18,5 % tiene ausencia del servicio por más de 7 días.
El ex ministro explica que no es algo que solo afecta a la población en sus hogares, precisa que es una situación crítica para los hospitales del país. “Eso supone que usted no puede cumplir las medidas básicas de higiene que son indispensables para la prestación del servicio -de salud-”.
De hecho, Venezuela recibió la pandemia de COVID-19 con 90 % de sus hospitales con fallas en el servicio de agua potable según cifras de la Encuesta Nacional de Hospitales de 2019. 70 % reportaron intermitencia en el servicio y 20 % no tenían agua en ningún momento.
“Si un país debe tener entre un 70 y 80 % de agua para los hospitales, nosotros estamos por debajo de 35 %. Eso es inaceptable y el problema está en que no se ha resuelto todavía, no se recibe agua de forma continua y se resuelve con cisternas, y no hay garantía de que esas cisternas estén ofreciendo agua de calidad”, explica el doctor Oletta.
Finalmente, advierte que tanto la irregularidad del servicio como la calidad cuestionable del mismo, afectan de forma directa el cumplimiento de las medidas de prevención y atención correcta en los centros de salud, “¿cómo te lavas las manos y te bañas si no hay agua? Esto influye en lo que uno conoce como ‘comunidades saludables’, en dónde lo primordial es la gestión del agua”.