- Desde agosto existe en el país un protocolo para el acceso y uso de “Plasma de convaleciente para el tratamiento de la COVID-19”, diseñado por los entes adscritos a los ministerios de Salud y de Ciencia y Tecnología
- Según el diputado José Manuel Olivares, su aplicación sería difícil considerando que 44 % de los laboratorios del país están cerrados
El diputado ante la Asamblea Nacional y médico radio-oncólogo, José Manuel Olivares, desmintió el 24 de agosto al gobierno de Nicolás Maduro durante la emisión en redes sociales del espacio denominado Boletín de la Verdad #Covid-19 en Venezuela, al enfatizar que en Venezuela no se pueden realizar tratamientos de alta tecnología -con plasma de convalecientes- para tratar casos de COVID-19.
Bienvenida sea la transferencia de plasma para transmitir inmunidad a pacientes ya contagiados iniciando la enfermedad o pacientes nuevos complicados, como lo establece la pauta de la FDA. Pero en Venezuela, no se puede hacer porque 44 % de los laboratorios de nuestros hospitales están cerrados, porque 27 % de los laboratorios trabajan de forma intermitente o no funcionan… en nuestro país es difícil hacer una serología, no hay ni bolsas para hemoderivados
Sentenció el diputado Olivares al ofrecer cifras sobre la realidad del sistema de salud
El equipo de Cotejo.info fijó la lupa sobre este tema y de acuerdo con los hallazgos determinó que las afirmaciones del diputado José Manuel Olivares son una media verdad. El sector salud y el área científica de Venezuela se encuentran golpeados por la crisis económica, sin embargo, la información oficial apunta hacia la ejecución incipiente del tratamiento con plasma.
Realidad científica
En la ejecución del tratamiento experimental con plasma trabajan instituciones oficiales como el Complejo Tecnológico y Farmacéutico Quimbiotec y el Banco Municipal de Sangre de Caracas adscritos al Ministerio de Salud, junto con el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Allí convergen los expertos médico-científicos que publicaron -en agosto de 2020- un protocolo para el acceso y uso de “Plasma de convaleciente para el tratamiento de la COVID-19 en Venezuela”, el cual presenta el procedimiento de acceso al tratamiento y también refiere las dificultades para su ejecución.
En el texto, las autoridades médicas reconocen nudos críticos como “las dificultades presentadas en la identificación y captación de donantes, y la falta de serologías tipo ELISA (prueba para detectar anticuerpos) certificadas y disponibles para su uso en la determinación de títulos de anticuerpos”.
Esta realidad coincide con las denuncias hechas por el diputado José Manuel Olivares. Sin embargo, el documento de los científicos adscritos al Ejecutivo también estipula que ante la falta de pruebas certificadas -a través de la técnica ELISA- se utilizan otras pruebas de tipo PDR, con base en la determinación cualitativa de anticuerpos.
Gregorio Sánchez, presidente de Quimbiotec, dijo que la institución inició la recolección de plasma de convaleciente en el Distrito Capital, en establecimientos públicos y privados; también en el Hospital Universitario de Maracaibo y en el Centro Hematológico de Occidente, ambos en el estado Zulia.
Aseguró que el plasma es un derivado seguro de la sangre y ha arrojado resultados positivos en la recuperación de pacientes afectados por la COVID-19 de forma moderada y grave. Indicó que países como China, Cuba, Irán y Colombia lo han aplicado como tratamiento a pacientes con el virus y lograron buenos resultados.
Mientras la disyuntiva se mantiene entre expertos médicos de ambas tendencias políticas sobre el procesamiento y ejecución del plasma como tratamiento, el gobierno de Maduro promociona el 0800 PLASMA1 (752762-1), una línea abierta del Ministerio de Salud para recoger iniciativas voluntarias de personas que han superado la enfermedad y quisieran donar sangre.
Recursos aprobados
Nicolás Maduro aprobó recursos para financiar proyectos científicos, según aseguró durante la cadena presidencial transmitida el 21 de agosto. El objetivo es mitigar los efectos del coronavirus en los pacientes.
La aplicación de plasma y producción de suero equino para curar el coronavirus, recibirá parte de los recursos anunciados, según Gabriela Jiménez, ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología.
Una publicación de Venezolana de Televisión detalla que el primer proyecto se centra en el estudio del perfil inmunológico en sangre de individuos infectados, dirigido especialmente a evaluar el comportamiento de los linfocitos “T” y “B”; el segundo proyecto está dirigido a la producción de suero híper inmune de origen equino.
Jiménez explicó que ya comenzó el proceso para el desarrollo de este suero, para finales de septiembre estarían listos treinta litros de plasma contenida en la sangre equina, de la cual serán envasadas al menos 500 ampollas de estos anticuerpos.
Laboratorios sin insumos ni reactivos
En el año 2018 el portal El Estímulo publicó un reportaje que dejaba al descubierto cómo los pacientes en los hospitales debían buscar bolsas del fluido sanguíneo para sus procedimientos, ya que los laboratorios y bancos de sangre públicos se quedaban sin reactivos para evaluarla y descartar la presencia de enfermedades.
Los bancos de sangre privados también comenzaron a presentar dificultades en el acceso a las divisas necesarias para la importación de insumos y reactivos.
La Encuesta Nacional de Hospitales, presentada en diciembre de 2019 por la ONG Médicos por la Salud, también es referencia de la realidad del país. El estudio reveló valores de inoperatividad de 50 % -en promedio- en áreas de laboratorios que registraron serias fallas o servicios intermitentes, por la escasez de químicos.
En el año 2020 la situación se mantiene de acuerdo con un reporte del diario La Prensa de Lara que menciona el costo de una bolsa de sangre en los bancos privados: entre 45 y 50 dólares.
Las clínicas han tasado estas bolsas en billetes americanos porque el monto de la realización de las siete pruebas de serología (hepatitis, VIH, entre otras necesarias para poder aprobar las transfusiones) hace que sea imposible mantener la tarifa en bolívares.
René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en el estado Lara, dijo que el funcionamiento casi nulo de los bancos de sangre públicos, obligan al paciente a depender de los privados. Señaló el caso del Banco de Sangre Dr J.J Boada del Hospital Central de Barquisimeto que, ante la falta de personal y mantenimiento, no puede sostener una operatividad mayor a 50 %.
Efectividad del plasma sin consenso
El médico internista e infectólogo Julio Castro dijo en un live emitido en su cuenta de Instagram que el uso de plasma en casos de COVID-19 podría ser contraproducente para la salud. Sus afirmaciones fueron reseñadas por el portal Tal Cual. La nota explica que un manejo inadecuado del plasma podría conllevar a problemas más complejos para el paciente.
La Organización Mundial de la Salud ha sido cautelosa en sus pronunciamientos. Una nota publicada en el medio argentino El Litoral atribuye al doctor Soumya Swaminathan -científico de la OMS- la siguiente frase: “la evidencia del tratamiento con plasma no es concluyente”.
No obstante, la Administración de Drogas y Alimentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) emitió una autorización de uso de emergencia para el plasma convaleciente como tratamiento contra la COVID-19, basada en que “los beneficios conocidos y potenciales del producto superan los riesgos conocidos y potenciales”.
En un artículo publicado por CNN en Español el 23 de agosto, la FDA asegura que más de 70.000 pacientes han sido tratados con plasma convaleciente.
En Venezuela podría existir capacidad para investigar, desarrollar y procesar este tipo de tratamiento, pero la dificultad real estará en la capacidad de producción en masa, en un contexto de aumento progresivo de casos de coronavirus (73.528 casos oficiales acumulados al 28 de septiembre), escasez de insumos y material médico.