- Philip Cagan dijo que una nación sale de la hiperinflación cuando tiene, por lo menos, 12 meses consecutivos con una tasa de inflación por debajo de 50 %, comportamiento que todavía no se refleja en los indicadores venezolanos
- Según el FMI, Venezuela es el único país en hiperinflación con una proyección para diciembre de 6.500 %. La cifra es 46 veces más alta que la estimada para Zimbabue, segundo en el ranking de hiperinflación con 495 %
- El sociólogo Dioni Salas explica que “un país ha salido de la hiperinflación cuando las personas tienen capacidad de cubrir sus necesidades de salud, educación, vivienda y recreación, y también la posibilidad de destinar parte de su salario al ahorro»
La ministra de Economía y Finanzas, Delcy Rodríguez, dijo en el programa “Aquí con Ernesto Villegas» -transmitido por Venezolana de Televisión– que “todavía Venezuela padece de inflación, pero salimos del mecanismo de hiperinflación”, una afirmación que contradice todos los indicadores macroeconómicos estimados para el país.
“En los últimos meses el pueblo venezolano no ha sentido la hiperinflación”, continuó la titular de economía en el gobierno de Nicolás Maduro. De acuerdo con la verificación realizada por el equipo de Cotejo.info esta afirmación recibe el calificativo de mentira.
En el año 1956, el economista Philip Cagan dejó claro que una nación sale del proceso de hiperinflación cuando tiene, por lo menos, 12 meses consecutivos con una tasa de inflación por debajo de 50 %, situación que no se ha registrado en Venezuela.
Según el Banco Central de Venezuela (BCV) el país ha venido desacelerando este factor económico desde enero, en una tasa intermensual de 62,2 %. En lo que va del año, la tasa ha variado entre 25 y 35 %, de hecho septiembre cerró con 27,9 %.
En el país, según el ente oficial, existe una inflación acumulada de 844,05 % y una anualizada de 2.177 %, cifras que lucen conservadoras si se comparan con las publicadas por la Asamblea Nacional (AN) que contabilizó en septiembre una inflación de 30 %, acumulada de 1.433,58 % e interanual en 3.246 %. Mientras tanto, la cifra de octubre que ofrece la instancia parlamentaria se ubicó en 23,80 % y el resto de los indicadores en 1.798,57 % (acumulada) y 3.332 % (interanual).
El Fondo Monetario Internacional (FMI) asegura que Venezuela es el único país del planeta que está en hiperinflación, a la cabeza -en octubre- del ranking de los 10 países con inflación más elevada publicado por Infobae. El ente proyecta para diciembre una hiperinflación de 6.500 %, es decir, 46 veces más alta que la que estiman para Zimbabue, el segundo en la lista con 495 %.
«Tener una inflación de 27 % o de 30 % mensual sigue siendo una barbaridad, porque países como Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador tardarían de cinco a ocho años para tener la misma inflación que Venezuela tiene en un mes», explica el economista Luis Oliveros en una entrevista concedida a Cotejo.info.
«La inflación en Venezuela no se ha detenido, sigue galopante porque no se ha definido ninguna política económica que ayude a frenarla. Lo único que controla la inflación en un país es la productividad, un país que produzca va generar empleo, buenos ingresos y oferta de bienes y servicios para que la gente pueda acceder a ellos«, dijo Miguel Rojas, economista y director de la firma de consultoría Global Consulting Group en conversación con el equipo periodístico de Cotejo.
Desde noviembre de 2017 el país registra hiperinflación, se han contabilizado 35 meses consecutivos con aumento voraz de los precios de bienes y servicios, se ha pulverizado el bolívar y se ha destruido el aparato productivo. De hecho, el economista Jesús Casique publicó en su cuenta en Twitter que Venezuela -desde 2013, cuando Nicolás Maduro tomó el poder, hasta lo que va de 2020- ha perdido 81,2 % de su Producto Interno Bruto (PIB).
«Venezuela tenía en 2012 un PIB de 352 mil 191 millones de dólares, hoy el PIB es de 48 mil 610 millones de dólares», indicó. El PIB per cápita es de 1.739 dólares, el segundo más pobre de Latinoamérica, después de Haití. Venezuela en el año 2000 era la quinta economía más próspera de América Latina, ahora está en el puesto 18 según el FMI.
Desaceleración asociada a la pobreza
«La inflación se ha desacelerado por varias razones, primero por la caída del consumo, la población está empobrecida y solo adquiere lo necesario para sobrevivir. Segundo, prácticamente todos los precios en el mercado están dolarizados; tercero, la cantidad de dinero circulante, aunque sigue siendo alta, es dinero devaluado; cuarto, el presidente Nicolás Maduro dejó de aplicar aumentos de salarios a cada rato, algo que en años como 2018 y 2019 impulsaron que la inflación intermensual se mantuviera en tres dígitos«, acotó el economista Rojas.
Lo que quiere decir que este año el Gobierno ha aplicado un ajuste fiscal brutal que se ha traducido en la reducción del gasto público, manteniendo entre el 27 de abril y el 30 de octubre el mismo salario mínimo de 400.000 bolívares que, en comparación al tipo de cambio paralelo de esa fecha (30/10/2020), equivalen a 76 centavos de dólar al mes.
El Banco Mundial establece que una persona es extremadamente pobre cuando gana 1.90 dólares al día.
10 años con tasa intermensuales elevadas
El país ha registrado desde 2010 tasas intermensuales por encima del promedio de otras naciones del hemisferio, situación que -según Rojas- ha representado un cóctel mortífero para la economía de la nación.
“Hasta no hace mucho Maduro incrementaba salarios sin asidero productivo, generando costos adicionales a muchas empresas. En los últimos años se ha incentivado al sector comercio para que supla la importación de productos en Venezuela, pero de una manera desleal con la industria nacional que debe pagar impuestos fiscales y parafiscales que no cancelan los importadores”, resalta Rojas.
A esto se suma “el colapso total en los servicios públicos como electricidad, gas, gasolina, que también ha generado falta de confianza en el sector privado para invertir y ha hecho que muchas empresas estén prácticamente paralizadas, y todo esto aunado a la COVID-19 está haciendo estragos en la población«, continuó el economista.
Datos de Jesús Casique señalan que en 1998, cuando inició el mandato Hugo Chávez, el país tenía 11.198 empresas de manufactura y según Conindustria en diciembre de 2019 solo estaban activas 2.849.
Sin estabilidad
Dioni Salas, sociólogo docente de la cátedra problemas socioeconómicos de la Universidad de Oriente en el estado Sucre, mencionó en entrevista con Cotejo que los venezolanos han vivido un proceso de empobrecimiento paulatino y, por lo tanto, no es posible creer lo que dice la ministra Delcy Rodríguez sobre la salida de Venezuela del «mecanismo de hiperinflación».
Resalta que el proceso de empobrecimiento no solamente se refleja en la poca capacidad adquisitiva para comprar alimentos sino en la dificultad de cubrir otros aspectos necesarios para tener calidad de vida.
“Para decir que un país ha salido de la hiperinflación las personas tienen que tener capacidad de cubrir aspectos como la salud, educación, vivienda e incluso recreación, tiene a su vez que tener la posibilidad de destinar parte de su salario al ahorro”, señala Salas.
Nada de eso está cubierto en Venezuela. La Encuesta Condiciones de Vida (ENCOVI) -desarrollada en conjunto por la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Católica Andrés Bello y la Universidad Simón Rodríguez- arroja que 96,2 % de las familias venezolanas viven en condición de pobreza de ingresos, es decir, no tienen recursos para adquirir la cesta básica; y 79,3 % está en pobreza extrema.
«La hiperinflación se mide interanual y no de manera mensual como pretende hacer creer la ministra, el índice interanual del país sigue siendo de cuatro dígitos«, mencionó el sociólogo.
A su juicio, otro aspecto que evidencia la continuidad de la hiperinflación es que el flujo de caja del Estado sigue siendo dinero inorgánico. “No ha habido disciplina fiscal y eso ha hecho que el Estado comprometa más de los recursos que puede adquirir y eso lo cubre a través de endeudamiento o de la emisión de dinero inorgánico que emite el BCV”.
Una característica central es que Venezuela dejó de recibir renta petrolera o ingresos no petroleros, por lo que lo poco que produce Petróleos de Venezuela (PDVSA) tiene que desviarse para pagar deudas con países como China, Rusia, Turquía, Irán o los convenios con Cuba y Petrocaribe.
«En algún momento Maduro habló de restaurar la deuda, pero eso quedó ahí. Algunas deudas con Rusia o China son muy grandes, imposible cubrir si tomamos en cuenta que las reservas de Venezuela están en 6 mil millones de dólares y el país requiere para cubrir sus necesidades básicas la posibilidad de comprometer 5 mil millones de dólares mensuales para la importación de alimentos y bienes esenciales«, concluyó.