- La organización Médicos Unidos de Venezuela registra 242 muertes del personal de salud, entre mediados de junio y el 2 de noviembre de 2020
- Aunque hubo una reducción circunstancial, el porcentaje de fallecidos del sector salud venezolano sigue siendo elevado (30 %) si se cruza con el total de las muertes oficiales (805, hasta el 2/11/2020)
- Zulia sigue siendo el estado con más muertes (54) dentro del sector salud
El sector salud de Venezuela se mantiene en situación de vulnerabilidad frente a la pandemia causada por la COVID-19. El 16 de junio de 2020 se documentó la primera muerte de un médico venezolano por coronavirus y desde entonces las bajas se mantienen, aunque en octubre hubo una reducción de 61,11 % en comparación con el balance de septiembre.
Las estadísticas no oficiales de la ONG Médicos Unidos de Venezuela (MUV) acumulan hasta el 2 de noviembre un total de 242 trabajadores sanitarios fallecidos por síntomas asociados a la COVID-19, lo que representa 30 % de las muertes oficiales registradas en Venezuela hasta esa misma fecha (805 al 2/11/2020).
Pese a la disminución, se mantiene un patrón de fallecidos en el sector salud que hace que el porcentaje siga siendo elevado en comparación con las cifras oficiales, como ya se había demostrado en un trabajo previo publicado en Cotejo.info a mediados de septiembre.
En dicho análisis se evidenció que, para el momento, el personal médico de Venezuela fallecía por COVID-19 hasta 27 veces más que en el resto de Sudamérica.
Octubre contó 35 fallecidos en el sector
De las 242 muertes acumuladas 35 ocurrieron entre el 1 y 31 de octubre, de acuerdo con el reporte no oficial de MUV publicado en redes sociales el 3 de noviembre.
Según las cifras de Médicos Unidos en Venezuela, el décimo mes del año cierra con 61,11 % muertes menos que las que se registraron el pasado mes de septiembre (90), pero con 318 % más que las que se contabilizaron en junio (11). En julio se registraron 30 muertes, en agosto 74 fallecidos y en los primeros dos días de noviembre hubo 2 bajas.
El 31 de octubre murió Daniel Rass Chacón, médico residente de 29 años, en el estado Carabobo. Tres días antes, el 28 de octubre, fallecieron Héctor Almarza (cardiólogo, en el estado Zulia) y Rafael Alaña (anestesiólogo del estado Carabobo).
Entre estas muertes también se contabiliza la de Alí Arbeláez, obrero, fallecido el 18 de octubre en Distrito Capital. Estos decesos se conocen por los mensajes de condolencia difundidos en redes sociales y las notas de prensa que elaboran los portales informativos.
Fuera de las estadísticas
No todas estas muertes las reconoce el Gobierno. Denuncia el gremio médico en redes sociales que muchas de estas personas son enterradas sin una prueba PCR que corrobore o desestime el diagnóstico de coronavirus.
Según Médicos Unidos el estado Zulia sigue siendo el más afectado con 54 decesos, de los cuales 43 son médicos, diez enfermeras y un trabajador de área hospitalaria. Distrito Capital suma 25 muertes, Bolívar y Anzoátegui tienen 20 fallecidos del sector salud, cada uno.
«Somos los que llevamos la peor parte de esta mortandad«, dijo Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana (FMV), al ser consultado por La Vanguardia.
La mayoría de muertes no son asociadas con áreas críticas como la Unidad de Cuidados Intensivos o la emergencia. En un trabajo publicado el 13 de octubre por el diario La Prensa de Lara se puede ver cómo los profesionales del sector salud afectados pertenecen a diversas especialidades.
45 fallecidos en el área de enfermería
En el área de enfermería han fallecido 45 trabajadores. La gran mayoría de estas muertes también están en el Zulia (10).
El último deceso se registró el 13 de octubre en el estado Falcón. Se trató de la señora Yulimar Semeco, quien estaba embarazada. Medios nacionales registraron esta muerte como la enfermera número 45. Previa a esta muerte Médicos Unidos publicó el 6 de octubre el fallecimiento de Jhon Jaime Estupiñán, licenciado en enfermería del estado Táchira. Noraima Hernández murió el 2 de octubre en Mérida y Miriam Colina el 1° de octubre en Falcón. Estas muertes no fueron anunciadas por el Gobierno nacional.
Persisten las fallas de insumos
La escasez de insumos de bioseguridad, la ausencia de pruebas para el diagnóstico de la enfermedad y la falta de tratamientos siguen siendo los factores que convierten a estos profesionales en presa fácil de la COVID-19.
Desde mayo es público y notorio que en Venezuela 70 % de los centros asistenciales (siete de cada diez) carecen de agua por tubería, lo cual hace cuesta arriba cumplir las recomendaciones sanitarias de la Organización Mundial para la Salud (OMS).
También es difícil cumplir el distanciamiento social porque algunos hospitales venezolanos carecen de áreas grises (lugares habilitados para que el personal de salud se cambie). El Hospital Central de Barquisimeto y el Hospital Central de Maracaibo son una prueba de ello.
Las autoridades mantienen silencio frente a esta realidad. Lejos de reconocer que hay fallas en cuanto a la dotación de insumos el gobierno de Nicolás Maduro sigue con el discurso de dotación constante.
René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en el estado Lara dijo a Cotejo.info que el personal de salud no tiene acceso a las pruebas rápidas que deben practicarse cada 15 días.
Las muertes dentro del sector salud han generado miedo y deserción en los hospitales. En Anzoátegui, Zulia, Lara, Distrito Capital, Táchira y Miranda se han registrado renuncias masivas por parte del personal.
Oscar Navas, presidente de la Sociedad de Médicos Internos y Residentes del Hospital Luis Razetti en Barcelona, Anzóategui, comentó para Cotejo.info que en esta institución hubo un relevo generacional acordado. Los médicos jóvenes fueron tomando los turnos de los más veteranos. En la práctica aquellos especialistas mayores de 50 años salieron de la primera línea.