- Alrededor de 19 millones de devotos se quedaron sin visitar los templos ante la suspensión de las celebraciones de la Virgen de Guadalupe (México), Virgen de Fátima (Portugal) y Divina Pastora (Venezuela)
- Solo 1 % de los fieles de la Virgen de Fátima y Guadalupe acudieron a los templos a pesar de estar cerrados, en el caso de la Divina Pastora menos de 1 % de los devotos optaron por pequeñas peregrinaciones en sus comunidades.
Texto: Fiorella Agredo
Millones de feligreses de religión católica y de corazón mariano fueron puestos a prueba durante los últimos meses, luego que producto de la pandemia causada por la COVID-19 se suspendieran las actividades correspondientes a las 3 peregrinaciones más grandes del mundo.
Las redes sociales, la tecnología y los medios de comunicación asumieron entonces el reto de conectar la fe de estas personas a través de una pantalla.
Los templos que albergan las advocaciones de la Virgen de Guadalupe en México, la Virgen de Fátima en Portugal y la Divina Pastora en Venezuela no abrieron sus puertas en ocasión de los eventos marianos.
En este contexto de pandemia prevaleció el interés por preservar la salud ante el riesgo que implican las multitudinarias concentraciones de personas, como sucede en estas peregrinaciones.
Conmemoración sin peregrinos en Fátima
Los días 12 y 13 de mayo de cada año se conmemora el aniversario de la aparición de la Virgen de Fátima en el santuario ubicado en la Cova da Iria, Portugal. Pero en 2020 la conmemoración se llevó a cabo sin peregrinos, por primera vez en 103 años, en atención a las medidas de bioseguridad establecidas.
Entre 6 y 9 millones de fieles visitan el santuario de esta advocación mariana durante el año. Según Antonio Marto, obispo de Leiria-Fátima, llevar a cabo la tradición religiosa sin la presencia de sus devotos “fue una decisión tomada con mucho dolor y tristeza, pero con gran sentido de responsabilidad”.
Los alrededores del templo estuvieron acordonados, se realizó un despliegue policial y militar con el fin de garantizar la jornada sin visitantes. Se desconoce el número exacto de funcionarios participantes.
El 13 de mayo de 2020 el templo de Fátima estuvo cerrado, pero el 13 de septiembre –día de conmemoración de la última aparición de la Virgen- las personas no acataron las normas y acudieron con tapabocas y vela en mano.
A esta último peregrinación de 2020 asistieron alrededor de 4.000 personas, según reseñó la revista digital chilena EP, basada en un reporte noticioso de la agencia de noticias AFP, lo cual representa 0,06 % del total de peregrinos que acuden en condiciones normales a ese santuario portugués.
Para la época, Portugal sumaba 75.542 infectados por coronavirus y 1.971 muertes, según reporte del portal ABC.
Primer cierre en 5 siglos de la Basílica de Guadalupe
La peregrinación de la Virgen de Guadalupe es considerada una tradición centenaria en México con alcance mundial. Según autoridades de dicho país, en el año 2019 un estimado de 11 millones de devotos ingresó a la Basílica para la fecha conmemorativa del 12 de diciembre.
Tras la llegada de la pandemia, el cardenal Carlos Aguiar, arzobispo de Ciudad de México, señaló que el cierre del templo fue una decisión dolorosa, pero inevitable.
“Las infecciones por coronavirus se han intensificado en la Ciudad de México, todos compartimos la misma preocupación, consultamos con los historiadores que están allí [en la Basílica], incluidos dos sacerdotes, que revisaron todos los registros históricos de las celebraciones de Guadalupe en diciembre. Nunca cerramos la iglesia. Es la primera vez en cinco siglos», publicó el portal de noticias de la Voz de América.
Al 12 de diciembre del año 2020, México registraba un total de 1.229.379 contagios por COVID-19, de los cuales 248.976 casos se contabilizaron en la Ciudad de México, de acuerdo con el reporte publicado en redes sociales por Claudia Sheinbaum, jefe de gobierno.
Pese al esfuerzo de las autoridades para evitar la concentración de feligreses en la basílica, el reporte de la cadena de noticias CNN en Español indicó que aproximadamente 200 mil personas acudieron al templo, aún con las restricciones. Se dispusieron 1.200 funcionarios de seguridad para garantizar el mínimo distanciamiento social.
Esas 200 mil personas apenas representan 1,8 % del total de los 11 millones de devotos que acudieron en 2019.
Concentraciones aisladas en la Divina Pastora
En las actividades de la Virgen de Fátima y de la Virgen de Guadalupe se da una peregrinación (concentración) de fieles devotos. En cambio, con la advocación de la Divina Pastora se desarrolla una procesión de 7,5 kilómetros desde la capilla de Santa Rosa hasta la Catedral de Barquisimeto cada 14 de enero.
La imagen es llevada en hombros por un grupo de feligreses que se turnan a lo largo del trayecto. Es considerada la procesión mariana más grande del mundo, cuya asistencia anual oscila entre 2 y 4 millones de fieles.
La suspensión de la visita de la Virgen a Barquisimeto, anunciada para este 2021, se dio por primera vez en 164 años.
Víctor Hugo Basabe, obispo de San Felipe y administrador apostólico de Barquisimeto, hizo público el anuncio en redes sociales y mostró su preocupación ante el impacto sanitario que podría acarrear llevar a cabo la tradicional procesión.
Adolfo Pereira, gobernador del Estado Lara, ratificó la decisión e informó sobre los dispositivos de seguridad -con 1.200 funcionarios- que se instalarían a propósito de este 14 de enero de 2021, en los sitios de tradicional afluencia.
Ese día, el reporte oficial de casos de COVID-19 en Venezuela, ofrecido por el gobierno de Nicolás Maduro, fue de 118.415 positivos y 1.090 fallecidos.
Medios de comunicación como El Impulso dieron seguimiento a la procesión virtual y mostraron la presencia de deportistas, maratonistas y ciudadanos que decidieron salir a la calle y trotar un recorrido de aproximadamente 9 kilómetros como parte del tradicional “Maratón Divina Pastora”, pese a que estaba suspendido por las restricciones.
El paso vehicular y peatonal hacia las adyacencias del santuario de la Divina Pastora estaba restringido, pero los feligreses encontraron otras maneras de acompañar a la Virgen.
Según reporte del Diario la Prensa de Lara, los devotos no acudieron al templo pero realizaron sus propios actos religiosos con caravanas, concentraciones en canchas populares y en comunidades, donde mantuvieron cierto distanciamiento, en concentraciones no mayores a 100 personas, cifras que no representan ni 1 % de los fieles que acuden a la procesión cada año.
La pandemia causada por la COVID-19 acumulaba 2.002.481 muertes en todo el mundo hasta el 14 de enero de 2021, según la base de datos global que lleva worldometers. Para algunos, la salida está en la ciencia y en la posible inmunización mediante jornadas de vacunación; para otros, la esperanza se centra en la fe y en la oración.
Prueba de ello es que en 2 de las 3 concentraciones religiosas marianas más grandes del mundo (Guadalupe y Fátima) los fieles devotos hicieron lo posible por burlar la seguridad e intentaron estar cerca de los templos y las advocaciones.
El miedo de exposición a la COVID-19 queda de lado cuando pesa más el compromiso religioso. Sin embargo, la participación presencial de los creyentes no superó ni 2 % del total anual estimado en cada peregrinación.