- El discurso de Endes Palencia, viceministro de Seguridad Ciudadana y Cuadrantes de Paz, sobre la reducción de los índices delictivos en Venezuela es una verdad a medias porque ignora que estas cifras se redujeron en 2020 por la cuarentena establecida a raíz de la pandemia causada por la COVID-19
- Carmen Meléndez, ministro de Relaciones Interiores y Justicia, atribuyó la reducción de los índices delictivos de 2020 solo a las políticas de seguridad y efectividad de los Cuadrantes de Paz sin contar con otros factores que jugaron a favor de la cartera durante el pasado año
- 2020 registró más muertes por «resistencia a la autoridad» que por homicidios. La tasa de ese delito sólo disminuyó 20 % en comparación con 2019
Texto: Diana Martínez/ Cotejo.info
El general de división Endes Palencia, viceministro de Seguridad Ciudadana y Cuadrantes de Paz, dijo en el programa radial y televisivo Ojo Avizor (emisión número 308, de fecha 9 de enero de 2021): “tenemos una buena disminución de los índices delictivos, casi el 40% de disminución en términos generales”.
La almirante Carmen Meléndez, ministra de Relaciones Interiores Justicia y Paz, es la conductora del espacio utilizado para difundir información oficial y respaldó la cifra de Palencia sobre la disminución de la criminalidad. Aclaró que los datos pertenecen al Observatorio Venezolano de Seguridad Ciudadana, adscrito a la cartera que ella dirige desde finales de octubre de 2020.
Luego de mencionar una disminución general de 40 %, Palencia hizo énfasis en la evaluación realizada sobre la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes entre los años 2016 y 2020.
Meléndez y quienes la acompañaron en esa emisión atribuyeron la disminución a “la labor de los cuadrantes de paz”.
De acuerdo con la verificación realizada por el equipo periodístico de Cotejo.info, en efecto el índice delictivo en Venezuela ha registrado una disminución en los últimos años, según los datos que maneja el Observatorio Venezolano de Violencia y de acuerdo con el análisis de expertos.
Sin embargo, la afirmación es una media verdad porque dicha reducción ha sido impulsada por variables ajenas a la política implementada desde el Ministerio de Relaciones Interiores Justicia y Paz: emigración masiva de venezolanos, crisis económica, cambio del tipo de delitos cometidos por las bandas de crimen organizado, la cuarentena establecida por la pandemia, entre otras.
Cotejo de cifras
Jesús Escobar, director del Observatorio Venezolano de Seguridad Ciudadana -adscrito al Ministerio de Relaciones Interiores Justicia y Paz-, dio detalles del origen de las cifras de reducción de los índices delictivos presentadas en el programa Ojo Avizor emitido el 9 de enero. Presentó una tabla con datos de los indicadores de seguridad ciudadana recopilados en 2019 y 2020. Los ítems considerados por esta instancia son: víctimas de homicidios, lesiones personales, hurto, hurto de vehículo, robo, robo de vehículo, secuestro y violación. Explicó que la reducción estimada de “casi el 40 %” corresponde a la comparación del total general de todos esos indicadores, en ambos años.
2019 cerró con un total general de 77.038 delitos y en 2020 con un total de 46.990 delitos, según la tabla del referido observatorio, que se traduce en una disminución de 39 %.
Escobar también hizo énfasis en la tasa de homicidios, que según el balance en 2020 cerró en 13 homicidios por cada 100.000 habitantes.
El Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), entidad no gubernamental que monitorea las muertes violentas en el país, asegura en su Informe Anual de Violencia 2020 que hubo en total 11.891 fallecidos y una tasa de 45,6 muertes violentas por cada cien mil habitantes, “muy por encima de cualquiera de los otros países considerados violentos en América Latina”.
Explican que dicha tasa “es el resultado de los tres tipos de muertes violentas que consideramos son los componentes de la violencia letal en la sociedad”. Sus categorías son: homicidios cometidos por delincuentes (4.153), resistencia a la autoridad (4.231) y muertes de intencionalidad indeterminada (3.507). Al estimar las proporciones en el renglón de homicidios, el OVV calcula una tasa de 15,9 víctimas por cada 100.000 habitantes durante el año 2020, la cual se ubica casi 3 puntos por encima del balance ofrecido por el Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz. Esta diferencia sucede pese a que la cifra oficial de homicidios (4.382) es superior a la del OVV (4.153).
Variables con impacto en los números
Para el sociólogo Carlos Meléndez el hecho de que en Venezuela haya disminuido la tasa de muertes violentas no obedece a una política que conciba la seguridad de los venezolanos. La desmovilización social acatada durante la mayor parte del año 2020 por la pandemia, redujo la posibilidad de que los ciudadanos fuesen víctimas de delitos.
«En estos momentos, en una perspectiva muy amplia, los venezolanos estamos en una posición de mayor inseguridad puesto que ahora la violencia se ha concentrado en grupos -del Estado y no estatales- que no respetan las normas de convivencia ni las condiciones necesarias para la garantía de la paz en el país. Por lo tanto, no tenemos seguridad personal ni jurídica», señaló Meléndez.
El llamado al confinamiento llevó al crimen organizado en el mundo a replantearse y a reorganizarse en función de lo que imponía la «nueva sociedad». También se debe considerar que “la destrucción del aparato productivo genera cambios y cierres a las oportunidades del crimen».
El criminólogo, Luis Izquiel, señala que uno de los factores clave de la reducción de la delincuencia es la migración, que sobrepasa los 5 millones de venezolanos.
«Al haber menos personas en este país también hay menos víctimas potenciales y dentro de ese gran número de personas que migró hay que contabilizar a muchos delincuentes que también han cruzado las fronteras y están haciendo víctimas en otros países».
«Política de exterminio»
Según Izquiel, es importante visualizar que el porcentaje de disminución en los casos de muertes violentas por «resistencia a la autoridad» bajó solo 20 % con respecto a 2019.
«La política de exterminio que se ha ejecutado desde el grupo FAES (Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana) deja miles de ejecuciones extrajudiciales cada año. Muchas personas asesinadas en estos procedimientos son delincuentes, otros son personas inocentes que son masacradas por los cuerpos de seguridad, bajo la etiqueta de ‘enfrentamientos’ o ‘resistencia a la autoridad».
Recuerda que la política de eliminar personas responsables de hechos delictivos viola el ordenamiento jurídico del país que no contempla la pena de muerte. Sin embargo, “esto ha sido un factor clave en las bajas delincuenciales. El gobierno parece pensar que entre menos delincuentes vivos hay menos posibilidad de que se cometan delitos en las calles».
El Observatorio Venezolano de Violencia apunta que desde el año 2016 hay un aumento sostenido de la letalidad policial en relación a las muertes provocadas por los delincuentes. En el informe indican textualmente lo siguiente:
“En el año 2016, por cada cien homicidios hubo 28 personas que fallecieron en las actuaciones policiales que calificaron como muertes por haberse “resistido a la autoridad”. En 2017 fueron 34 por cada cien; en 2018 fueron 72 por cada cien; en 2019 fueron 88 por cada cien y, en este año 2020, por primera vez, fueron más los muertos por los policías que por los delincuentes: 101 por cada cien homicidios delincuenciales”.
Liderazgo vandálico
Izquiel explica que también se debe tomar en cuenta el afianzamiento de las bandas delictivas en las distintas áreas del territorio nacional.
«Cuando hay varias bandas disputándose un territorio, los índices de homicidios tienden a aumentar precisamente por esa pelea. Pero cuando tienes un país donde hay bandas -como la del Coqui en la cota 905- que tienen el control de zonas donde nadie les disputa el liderazgo, disminuyen los homicidios por la falta de efectividad entre pandillas, pero eso no quiere decir que disminuya la criminalidad porque otros delitos crecen por el dominio del feudo de la banda criminal».
Los delincuentes -señala- tuvieron que replantear sus maneras ante la pandemia. «Hay otros delitos que sí han aumentado, por ejemplo las extorsiones en todo el país. Hay registros de video, fotografías y otros elementos de prueba que indican el aumento de este tipo de método delictivo en Venezuela».
Contradicción oficial
La ministra Carmen Meléndez señaló en su balance de enero de 2021 que la disminución de casi 40 % en los índices de criminalidad en Venezuela responde a la gestión de los cuerpos policiales y grupos de seguridad. Pero, dos meses antes -en noviembre de 2020- Tarek William Saab, fiscal general de la República, juzgó el proceder de estos grupos policiales de acciones especiales durante una entrevista en el canal del Estado.