- La media de producción diaria fue de 557.000 barriles diarios según data de la OPEP obtenida de fuentes oficiales
- Colombia desplazó a Venezuela como segundo productor de Sudamérica y mantuvo dicha posición a lo largo del año pasado
- Países no OPEP, sin tradición de ser petroleros, superaron a Venezuela en los últimos 12 meses
Texto: César Heredia
Venezuela está lejos de ser la potencia petrolera de otrora. Así lo reflejan las cifras que surgen de los informes mensuales emitidos desde la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Tal como lo expresó a The New York Times la consultora de riesgo político y analista de Eurasia Group, Risa Grais-Targow: “Los días de Venezuela como un petroestado se acabaron”, se trata de una VERDAD incontestable que el equipo de Cotejo.info explica con base en la información de reconocidas fuentes del sector.
En 2020, de los países pertenecientes a esta agrupación solo Congo, Guinea Ecuatorial, Libia y Gabón produjeron en promedio menos barriles por día que Venezuela, de acuerdo con fuentes directas que reportan sus cifras mes a mes a la OPEP.
Según el último reporte del organismo, publicado a mediados de enero de 2021, todos los países miembros presentaron una merma en cuanto a su media de producción con respecto a 2019. La de Venezuela fue 45 % menos, siendo el cuatrimestre entre junio y septiembre el de menor rendimiento con un promedio diario de 394.500 barriles.
Sin embargo, el país más afectado fue Libia que vio reducida su producción promedio hasta en dos tercios, al pasar de casi 1,1 millones de barriles diarios en 2019 a 369.000, según fuentes secundarias citadas en el informe mensual de la OPEP.
En el siguiente gráfico se detalla el comportamiento de Venezuela durante 2020, de acuerdo con datos suministrados por fuentes directas y secundarias que reportaron un promedio de 557.000 y 507.750 barriles diarios, respectivamente. Como se puede observar, los números oficiales suelen ser superiores a los que llevan las fuentes indirectas. No obstante, ambos muestran tendencias similares.
Terceros en América del Sur
En el año 2016, Brasil –país no OPEP- tomó posición como el mayor productor de petróleo en Sudamérica, gracias a los yacimientos de crudo localizados en su territorio y al progresivo deterioro de Pdvsa que dejó a Venezuela en el segundo lugar.
Tres años después, en septiembre de 2019, Colombia superó por primera vez a Venezuela y se convirtió en el segundo país de la región con mejor rendimiento en cuanto a producción diaria. Esta tendencia se consolidó definitivamente en 2020, a pesar de que los neogranadinos vieron mermados sus números producto de la pandemia provocada por la COVID-19.
Ecuador, país que sí integra la OPEP, está muy cerca de Venezuela si se toma en cuenta su rendimiento promedio de los primeros nueve meses de 2020. Si los ecuatorianos mantienen sus volúmenes de producción y Venezuela sigue bajando, se podría observar otro cambio en el ranking sudamericano.
La industria petrolera venezolana ha decaído de tal manera que Omán, Egipto, India y Reino Unido, países no pertenecientes a la OPEP y que no se conocen por ser productores, han ido sobrepasando a Venezuela -miembro fundador de la organización petrolera en la década de 1960- año tras año.
Taladros inoperativos como expresión de la debacle
Una de las variables que explicaría la caída libre de la producción petrolera venezolana es la progresiva desaparición de los taladros perforadores. De acuerdo con Baker Hughes, en junio de 2013 Venezuela contaba con 84 taladros operativos; siete años después, en el mismo mes de 2020, la cantidad era de apenas un taladro perforador operativo. Desde octubre se desconoce si hay alguno en funcionamiento, según la data que recopila la firma estadounidense.
Esto es reflejo de la falta de mantenimiento de los equipos y de las instalaciones en general, que ha derivado en el progresivo deterioro de las refinerías dentro del país y que los venezolanos ven materializado en las largas colas en diversas regiones para repostar combustible.
A medida que transcurre el tiempo, la inversión y el tiempo necesario para reflotar la industria petrolera de Venezuela -responsable de alrededor de 95 % de los ingresos de la nación- aumenta.
El país no cuenta con los recursos necesarios en la actualidad para emprender dicha recuperación y para buscar ese capital en el exterior se necesita resolver una serie de problemas internos que no parecieran tener solución en el corto o mediano plazo. En otras palabras, probablemente los problemas de producción de Pdvsa se mantendrán por tiempo indefinido, con sus respectivas consecuencias para los venezolanos.