- El contraste del total de civiles fallecidos en todo el país con el número de muertes reportadas por un solo sector de la población, arrojó elementos tangibles de las inconsistencias numéricas sobre la COVID-19 en Venezuela
- En 11 meses, el gobierno de Nicolás Maduro solo reconoció 20 muertes en el sector salud, lo que representa 1,49 % del total acumulado de fallecidos oficiales hasta el 28 de febrero de 2021
- La comparación entre los fallecidos reportados desde el sector salud con las cifras de muertes reconocidas oficialmente en cada región, arroja que hay más decesos de sanitarios en los estados Bolívar y Portuguesa que los totales del Gobierno en dichas entidades
Autores: César Heredia, Mariángel Durán, Jackelin Díaz, Yariana Giménez
Las constantes diferencias entre las cifras oficiales y las que otros entidades científicas y del gremio médico organizado en Venezuela asoman lo que puede interpretarse como la coexistencia de datos y la persistencia de un subregistro de muertes del personal del sector salud. Así se desprende del análisis que hacen diferentes especialistas, como el doctor Martín Carballo, médico infectólogo, para explicar las inconsistencias estadísticas sobre la hipótesis por él corroborada de que: “Si la persona fallece antes de tener una (prueba) PCR, no se cuenta como un fallecido por COVID-19. Ese es el gran problema del subregistro”. Este y otros argumentos le permiten al equipo de Cotejo.info asumir que la tesis del subregistro de muertes es VERDAD. Veamos.
Desde que se conoció la existencia de los primeros casos de COVID-19 en Venezuela abundan los cuestionamientos a las cifras de contagios, nuevos casos, recuperados y fallecidos que a diario presentan los voceros que ejercen el poder ejecutivo.
Expertos de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman) y de las especialidades médicas vinculadas de forma estrecha con la enfermedad que desencadenó la pandemia han dicho que los datos oficiales son irregulares. Pero ¿cómo demostrar a través de un ejemplo tangible que existe inconsistencia de cifras?
Los equipos periodísticos de El Diario y Cotejo.info se trazaron el objetivo de analizar la cifras presentadas por el sector oficial -en el ítem específico de los fallecidos- y compararlos con los datos de muertes que lleva un sector importante de la sociedad venezolana: el personal de salud.
En el proceso fue necesario levantar una base de datos a partir de los anuncios oficiales de los fallecidos, en el período comprendido entre el 26 de marzo de 2020 -fecha del anuncio del primer fallecido en Venezuela- y el 28 de febrero de 2021.
El contraste del total de civiles fallecidos en todo el país con el número de muertes reportadas por un solo sector de la población, arrojó elementos tangibles de las inconsistencias numéricas.
En la siguiente infografía se muestra un análisis detallado de la data del gobierno que en 11 meses reconoció 1.344 muertes, cuyo mayor porcentaje de incidencia se concentra en el estado Zulia con 152 fallecidos (11,31 %). La región con menos decesos, según cifras oficiales, es Portuguesa con solo 3 reportes en casi un año (0,22 %).
Solo 20 muertes del personal de salud reconocidas oficialmente
Se desconoce la profesión u ocupación de 89,58 % de los fallecidos. El gobierno de Nicolás Maduro solo reconoció 20 muertes en el sector salud (1,49 %) y en 120 casos (8,93 %) se refirió a la ocupación de los occisos identificándolos como “amas de casa”, “comerciante”, “mecánico”, “militar”, entre otros.
Cotejo y El Diario lograron ubicar, basado en datos de edad y especialidad, la posible identidad de 15 de los 20 fallecidos del sector salud reconocidos por el ejecutivo.
Esta realidad hizo que la organización Médicos Unidos de Venezuela (MUV) comenzara a documentar los casos del personal de salud fallecido por coronavirus. Entre el 16 de junio de 2020 y el 28 de febrero de 2021, contabilizan 349 decesos en el sector.
La doctora Nohemí Ramos, médica cirujana y coordinadora de MUV, reveló que les llamó la atención el hecho de que “los reportes oficiales de COVID-19 no compaginaban con la cantidad de colegas médicos que, de manera informal, sabíamos que podían estar contagiados”.
“El número de fallecidos que era de cuatro a cinco personas y que anunciaban oficialmente, no compaginaba con los que informaban en la vocería oficial y ni siquiera por ser personal médico sino en general. Después decidimos ir un poco más allá y nos dimos cuenta de que al principio, incluso, de manera extraoficial, uno podía conocer quiénes eran los fallecidos y en esas cifras no estaban los colegas”.
En entrevista exclusiva para este especial, Ramos dijo que la tarea ha sido difícil para la organización por las dificultades en el acceso a la información; por tanto, se vieron en la necesidad de crear una red de vigilancia epidemiológica informal. “La red funciona a nivel de los distritos sanitarios y se recoge la información de los hospitales en donde se encuentra ese distrito, tanto privados como públicos, no solo de los fallecidos sino también de las enfermedades notificables”, explicó.
Los reportes semanales de Médicos Unidos se han convertido en referencia. Varios medios de comunicación utilizan estas cifras como base para monitorear los decesos del personal de salud, incluido Cotejo.info que desde enero de 2021 lleva un contador del total de fallecidos, basado en la data de MUV y el rastreo de la información que circula en redes sociales y portales informativos.
Del análisis de la base de datos de Cotejo se desprenden los siguientes datos:

En Bolívar y Portuguesa han reportado más fallecidos del sector salud
Al contrastar los números de los fallecidos en el sector salud con las cifras de muertes reconocidas oficialmente en cada región, se obtiene que hasta el 28 de febrero de 2021 hay más decesos reportados del personal de salud en los estados Bolívar y Portuguesa que el total de muertes de civiles reconocidas por el gobierno en dichas entidades.
En Bolívar hay nueve muertes más del sector salud (con un total de 24) que las reportadas por la Comisión Presidencial para la Atención, Prevención y Control del Coronavirus (15). Lo mismo sucede en Portuguesa, donde la base de datos del sector salud contabiliza siete fallecidos y el reporte oficial de la COVID-19 admite tres muertes de ciudadanos de ocupación desconocida.

En Monagas las cifras acumuladas de fallecidos se igualan a 10 y solo uno de los 10 fallecidos contabilizados por el Gobierno fue identificado como médico. En otros ocho estados, los reportes de Médicos Unidos representan la mitad o más del total de civiles reconocidos por los funcionarios de Maduro.
Destaca el caso del estado Zulia, donde MUV reporta 81 decesos del sector salud y la Comisión Presidencial ha reconocido la muerte de 152 civiles, seis de los cuales fueron públicamente identificados como médicos. En Carabobo, la comparación es de 27 fallecidos del personal de salud y 36 civiles muertos -de ocupación desconocida- según la versión oficial.
La comparación de los datos por día también arroja pistas sobre la inconsistencia de las cifras oficiales. Hubo tres ocasiones en las que el reporte de fallecidos del sector salud superó la data total de muertes del sector oficial.
Sucedió el 23 de junio de 2020 -siete días después del reporte del primer médico fallecido por COVID-19 en Venezuela- cuando MUV reportó la muerte de dos miembros del personal de salud y el parte oficial no mencionó el deceso de ningún venezolano en su balance.
El 3 de septiembre de 2020 hubo seis fallecidos del sector salud y el sector oficial admitió la muerte de cuatro civiles de ocupación desconocida. Cuatro días después, el 7 de septiembre, MUV reportó 13 fallecidos y solo ocho fueron reconocidos por el Gobierno.
Y el 21 de febrero de 2021, Médicos Unidos igualó la cifra de fallecidos del sector salud con el total de muertes reconocidas por el balance diario con un total de cuatro.
No fue posible precisar la fecha exacta o aproximada de 34 trabajadores de la salud muertos con criterios de COVID-19 según la data de MUV. Solo se sabe que ocurrieron luego del 3 de noviembre de 2020.
La doctora Ramos, coordinadora de MUV, reveló que la mayor cantidad de decesos del personal de salud venezolano se ubica entre agosto y septiembre de 2020, con entre cinco y siete fallecidos por semana. El pico más alto fue el del 7 de septiembre con 13 fallecidos.
“Esta cifra ha bajado a uno a dos por semana una vez que verificamos y comprobamos la información… Los criterios que utilizamos son los clínicos”, explica ante la ausencia de pruebas PCR. “Cuando el paciente tiene toda la sintomatología clínica de covid-19, es decir: insuficiencia respiratoria, agotamiento, la saturación de oxígeno. Puede ser que no tengas PCR, pero tienes todos los criterios que arropan a un paciente con coronavirus”.
Sobre la incidencia de especialidades médicas en el total de fallecidos del sector salud, Ramos las mencionó de mayor a menor: ginecobstetras, pediatras, anestesiólogos, traumatólogos, medicina crítica, medicina general, intensivistas, epidemiólogos, cirujanos, residentes y médicos de salud pública (ambulatorios, distritos sanitarios).
Los números de MUV arrojaron que 62 (17,77 %) eran enfermeras(os).
Respecto a este punto, el doctor Martín Carballo, médico infectólogo del Hospital Clínico Universitario de Caracas, advierte -al ser consultado para este especial- que los datos de las muertes del personal de salud se deben tratar con objetividad, porque es “un arma de doble filo”.
“El hecho de que un trabajador de salud se enferme y fallezca no significa necesariamente que se infectó trabajando, puesto que muchísimos de los trabajadores de salud que se han enfermado no son trabajadores de área COVID-19. Es por ello que esa es una información que hay que tratarla con mucha objetividad”.
Reporte oficial solo incluye fallecidos con PCR positiva
En este punto surgen dos interrogantes: ¿cuánto tiempo transcurre entre una muerte y su anuncio por parte del sector oficial? y ¿quiénes son contabilizados en este subregistro? Para intentar obtener respuestas se consultaron seis especialistas de diferentes centros hospitalarios e instituciones venezolanas y solo cuatro de ellos ofrecieron algunos detalles.
Los profesionales de la medicina coincidieron en que la mayoría de los pacientes infectados fallecen sin un diagnóstico confirmado, debido a la poca disponibilidad de las pruebas PCR y dijeron desconocer cuánto tiempo transcurre entre cada muerte y su inclusión en los reportes oficiales.
La doctora Patricia Valenzuela, médico infectóloga del Hospital Clínico Universitario, aclaró que “los casos fallecidos por COVID-19 que se anuncian diariamente son aquellos que tienen la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) en tiempo real positiva, es decir, tienen PCR en tiempo real positiva”.
“Si el paciente tiene COVID-19 se le hace la prueba, si está positiva y posteriormente fallece, esto se notifica al distrito sanitario que corresponde a la institución y ellos son los que transmiten esa información al Ministerio de Salud, no sé cuánto tiempo pueda llevarse eso, pero ese es el procedimiento”.
Además, aunque no existe la certeza, la doctora Valenzuela dijo que tanto los casos de nuevos contagios como de los fallecidos que se anuncian, son aquellos que tienen la PCR en tiempo real. “Parece que están incluyendo aquellos casos que le están haciendo las pruebas de detección de antígeno. Estas pruebas tienen una sensibilidad parecida a la PCR en tiempo real, pero no tenemos la certeza oficial de que así sea. Lo que es definitivo es que los casos diarios de nuevos contagios y fallecidos son anunciados por el Ejecutivo nacional porque tienen la PCR en tiempo real positiva”.
El doctor Huniades Urbina, secretario de la Academia Nacional de Medicina, dijo que “las autoridades infieren que no debe haber retraso entre suceder la muerte y su confirmación a nivel central. Esto debido a que ya hay una sala situacional en el MPPS (Ministerio del Poder Popular para la Salud) y en las regiones se tiene que hacer el seguimiento en tiempo real”.
Y en este sentido, “al tener una sala situacional se supone que las cifras deben incluir los fallecidos de hospitales públicos como clínicas privadas”.
Valenzuela también considera que “el Ejecutivo nacional hace su anuncio diario de los casos fallecidos por COVID-19 tanto de las instituciones públicas como de las instituciones privadas”.
Aunque los médicos consultados aseguran que no pueden precisar el tiempo que transcurre entre el fallecimiento de un paciente infectado con la COVID-19 y el anuncio oficial por parte del Gobierno, es posible obtener un estimado si se hace seguimiento al deceso de personas conocidas y cuyo caso se haya difundido en los medios de comunicación.
El 15 de octubre de 2020 falleció el comunicador nato Alexei Guerra, coordinador general de la ONG Medianálisis y locutor, luego de estar 12 días internado en una clínica de Barquisimeto, estado Lara, con síntomas clínicos de coronavirus.
Tanto su hospitalización como fallecimiento fueron un hecho conocido y lamentado en la región. En una de las declaraciones públicas de su esposa se supo que los resultados de la PCR nunca llegaron a manos de los médicos ni de la familia.
De acuerdo con el reportaje titulado “Los 12 días de Alexei”, a Guerra le practicaron dos PCR, una enviada a Caracas y otra al laboratorio de biología molecular de San Felipe. Los resultados nunca llegaron.
Sin embargo, mediante una búsqueda realizada en la base de datos construida a partir de los datos oficiales, se consiguió que el 11 de diciembre de 2020 Delcy Rodríguez mencionó -en el reporte oficial publicado en Twitter– la muerte de un hombre de 44 años en el estado Lara. Y aunque no se mencionó su nombre y apellido, es el único de reporte de la región cuya edad y género coincide.
En medio de la opacidad de datos, se podría inferir entonces que el reporte oficial sobre el fallecimiento de Alexei se produjo 57 días después de su muerte o nunca formó parte de las estadísticas.
Números de Venezuela son inusuales
Las cifras excepcionalmente bajas -o altas, según sea el caso- han sido la norma durante el año de pandemia en Venezuela. En el caso puntual de las muertes, el país ha mantenido la tasa más baja de Sudamérica por millón de habitantes (m/h), con apenas 50 muertes al 12 de marzo de 2021. El más cercano es Uruguay, con 196 decesos por m/h.
Hablamos de un subcontinente americano en el que seis países -Bolivia, Perú, Colombia, Argentina, Chile y Brasil- tienen más de 1.000 fallecidos por m/h.
Si se compara el porcentaje de fallecidos con respecto al total de contagiados, el más bajo también pertenece a Venezuela. Según la data oficial, solo 0,98 % de los pacientes “covid” han muerto. Le sigue Uruguay con 1,01 %.
El porcentaje más alto de muertes en relación con la totalidad de contagios en América del Sur lo tienen Ecuador (5,41 %) y Bolivia (4,63 %).
Ante este escenario, la pregunta de rigor es si cabe la posibilidad de que haya un subregistro de casos importante. El doctor Carballo tiene una hipótesis sobre este tópico:
“Si la persona fallece antes de tener una (prueba) PCR, no se cuenta como un fallecido por COVID-19. Ese es el gran problema del subregistro”.
¿Por qué el régimen no reconoce al personal de salud fallecido?
Es otra de las interrogantes que se desprenden al observar el subregistro que llevan los integrantes del sector salud y el total muertes oficiales reconocidas por el régimen en esta porción de la sociedad. Los especialistas consultados ofrecieron algunas respuestas.
Una posible explicación de la disparidad entre los 349 fallecidos del sector salud entre el 16 de julio de 2020 y el 28 de febrero de 2021, y los 20 médicos reconocidos en las alocuciones de los voceros del oficialismo radica en la prueba PCR.
La data construida a partir de los datos de Médicos Unidos se basa en la clínica, es decir en los síntomas de cada infectado (debido a la ausencia o falta de acceso de la prueba que corrobore la enfermedad), mientras que el registro oficial incluye solo a los fallecidos con PCR positiva.
Otro elemento que da cuenta de la disparidad es que en el subregistro de personal de salud fallecido se incluyen todos los trabajadores del sector, muchos de los cuales no laboran directamente en las áreas COVID-19 de los centros públicos y privados.
Huniades Urbina, pediatra y vocero de la Academia Nacional de Medicina, considera que “el no reconocer o discriminar las muertes por profesión, cuando en Venezuela el personal médico lleva más del 20 % del total de fallecidos -cifra por demás vergonzosa- se asume que es para encubrir la desasistencia hospitalaria y los déficit en equipos de protección que se han denunciado desde el inicio de la pandemia en el país por la Academia Nacional de Medicina y las Sociedades Científicas nacionales”.
Para la infectóloga Patricia Valenzuela, la respuesta a esta interrogante “tendría que darla las autoridades sanitarias correspondientes y el Ejecutivo nacional”.