- El gobierno de Nicolás Maduro asegura que las sanciones impuestas por EEUU han originado los bajos salarios, pero tras realizar una comparación con otras naciones sancionadas se observa que la caída de este ítem en el país es inédita
- Un informe de Provea revela que en Cuba el salario se ha incrementado 110 % en 7 años (2013 a julio 2020), mientras que en Venezuela se redujo en 94,40 % en ese mismo período
- Sobre la marcada diferencia salarial y el escaso poder adquisitivo, recae el peso de la hiperinflación
Osman Rojas Durán
Venezuela lleva 40 meses sumida en un proceso de hiperinflación que inició a finales de 2017. La devaluación del bolívar es parte de la situación y ha conducido -con algunas libertades concedidas por Ejecutivo- a una dolarización de facto.
La pérdida de poder adquisitivo es una consecuencia de la realidad económica que padecen la mayoría de los venezolanos que dependen del salario mínimo, cuyo monto ha quedado rezagado si se compara con lo que reciben los ciudadanos de otras naciones (sancionadas -o no- por EEUU).
Según las estadísticas internacionales, Venezuela es el país que menos paga a sus trabajadores. El gobierno de Nicolás Maduro atribuye el bajo monto del sueldo mínimo a las dificultades económicas originadas por las sanciones impuestas por EEUU, pero esta teoría pierde fuerza cuando se observa que en naciones igualmente sancionadas como Cuba, Nicaragua, Rusia o China el salario ha aumentado.
Algunas cifras de salarios por países
Nicaragua, la última nación del continente sancionada por los Estados Unidos (2018), ha logrado estabilizar su aparato económico. El sueldo -congelado desde hace 11 meses- está en 6.166,22 córdobas y equivale a 181,5 dólares americanos. Esto es 256 veces más de lo que gana un trabajador en Venezuela.
Sin embargo, en la nación centroamericana hay conversaciones entre el sector privado y los sindicatos sandinistas para evaluar un posible ajuste salarial para este 2021. El gobierno de Daniel Ortega proyecta un crecimiento de 0,5 % y mantener la inflación por debajo de los dos dígitos (4 %).
Los 70 centavos de dólar que en promedio cobra un empleado público venezolano (según tasa de cambio BCV del 15 de febrero de 2021, Bs.S 1.728.295,00) no se acercan por mucho a los 441 dólares que gana un trabajador en Chile -país no sancionado-.
Uruguay y Ecuador también superan la barrera de los 400 dólares: $ 423 y $ 400, respectivamente. En Colombia se gana un aproximado de 261 dólares. Brasil es el país que peor paga después de Venezuela ($ 207 mensuales) y, sin embargo, sus trabajadores ganan 296 veces más que un venezolano.
Un trabajo previo publicado por Cotejo.info explica que, si bien es cierto que las sanciones golpean el aparato económico de la nación, éstas no son las principales responsables de la crisis iniciada en 2014, tres años antes de que aparecieran las primeras restricciones administrativas -agosto de 2017- contra el Gobierno venezolano.
También es importante aclarar que cada salario depende del costo de vida, el nivel desarrollo económico y social, el tamaño de la economía, entre otras variables, de cada nación. Es decir, al caso venezolano deberá agregarse el peso que la hiperinflación y la contracción del sector empresarial-industrial le causan al salario y al poder adquisitivo de los trabajadores y sus familias.
En el mundo hay 43 países sancionados
Un informe publicado por Provea en noviembre de 2020 -y difundido de forma amplia en enero de 2021- destaca que en el mundo hay unas 40 naciones sancionadas por el Gobierno de los Estados Unidos, unas con mayor grado que otras. De estos países, sólo Siria y Sudán (sumidas en un conflicto bélico) tienen una crisis tan acentuada como la venezolana.
Mediante una revisión de distintos portales informativos e institucionales, el equipo periodístico de Cotejo.info levantó un listado de 43 países sancionados (incluido Venezuela) y en todos se detectaron ingresos por encima del salario mínimo venezolano.
Incluso Cuba, con un bloqueo desde los años 60, ha experimentado un crecimiento en los sueldos en los últimos cuatro años: en 2017 un trabajador ganaba 31 dólares y en enero de 2021 la cifra pasó a 79,2 dólares al mes. Es decir, 113 veces más que el sueldo venezolano.
Rusia, otra de las naciones sancionadas por el Gobierno de los Estados Unidos y por la Unión Europea desde el año 2014, también tiene un sueldo superior al venezolano. Aunque no hay muchas referencias confiables y certeras sobre el monto actual de este ítem en ese país de Europa, la búsqueda de información arrojó un par de aproximaciones.
El Estímulo publicó en febrero de 2020 una nota según la cual una mujer reclamó al presidente Vladimir Putin por el bajo nivel de vida, al preguntarle “¿Se puede vivir con 10.800 rublos?”. Si se toma como referencia esa cifra y se hace un proceso de conversión, se obtiene que el salario mínimo aproximado es de $ 169.
Otra referencia data de 2019 y pertenece a las estadísticas que lleva datosmacro.com, allí se asegura que el sueldo era de 10.280 rublos, es decir $ 138.68 según la conversión actual de ambas monedas. Ambas aproximaciones lucen superiores si se comparan con el salario en Venezuela.
En China, por ejemplo, el sueldo varía dependiendo de la región y se pudo determinar que va desde 1.000 yuanes (146 dólares) hasta los 2.190 yuanes (321 dólares). En Irán, por su parte, el salario fijado para todo el año 2021 es de 400 dólares.
Estos ejemplos demuestran que las sanciones económicas no son responsables exclusivas de las dificultades económicas que hay en Venezuela. De acuerdo a lo explicado por economistas consultados por el equipo periodístico de Cotejo.info las políticas económicas promovidas por el Ejecutivo han generado una crisis sin precedentes.
Retroceso en indicadores económicos
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima que, desde 2013 hasta 2019, el Producto Interno Bruto (PIB) en Venezuela cayó en 62,2 %. La ausencia de datos por parte del BCV no permite hacer un seguimiento a los números de 2020; sin embargo, se estima que, durante el último año, el país experimentó una caída del PIB de 23 %.
Este retroceso es un hito sin precedente en el mundo y no tiene que ver con las sanciones, porque en países como China el PIB aumentó 0,37 % en el último año, pese a la pandemia causada por la COVID-19 durante el recién finalizado 2020.
En más de una ocasión Nicolás Maduro ha dicho que la caída de la renta petrolera condiciona los salarios en el país, pero la primera sanción a PDVSA ocurrió en octubre de 2018.
Luego de las primeras sanciones se siguieron haciendo ajustes salariales. Incluso en 2018 se hicieron cinco aumentos salariales, empatando el récord histórico del país alcanzado en 2017. “Es injusto decir que son las sanciones internacionales las culpables de la crisis económica que hay en Venezuela. Todo lo que está pasando en el país obedece a una serie de políticas erradas que derivaron en una hiperinflación que ya va por 40 meses (a febrero de 2021) siendo una de las más largas en toda la historia”, afirmó el economista Jesús Casique.
La indexación de salarios influye de forma negativa en la economía. En septiembre de 2020 la Asamblea Nacional en Venezuela publicó un balance en donde detallaba que la inflación había llegado a 1.079,67 % en un lapso de 10 meses.
Este número es alto cuando se compara con las cifras inflacionarias de naciones sancionadas como Cuba con (5,70 %), China (2,50 %), Rusia (4,91 %). El país sancionado que mayor índice inflacionario tiene -después de Venezuela- es Sudán con 163,26 %.
Otra variable de la crisis venezolana son las reservas internacionales. Según expertos éstas se han desplomado a niveles históricos, retrocediendo 46 años en la economía.
De acuerdo a las cifras publicadas por el Banco Central de Venezuela (BCV) para enero de 2020 el país tenía 6.721 millones de dólares en reserva. Son 744 millones de dólares menos de lo que se tenía en 2019 y 36.406 millones menos que lo acumulado en 2008, cuando Venezuela llegó a tener 43.127 millones en sus fondos.
Las sanciones tampoco son la causa directa de esta reducción, dado que Rusia y China han incrementado sus activos en los últimos años, pese a las restricciones impuestas desde USA.