- El gobierno de Nicolás Maduro ha flexibilizado levemente el control cambiario y ello ha impulsado el uso no planificado del dólar, lo cual ha impulsado la desigualdad social
- Los procesos de dolarización en Ecuador, El Salvador y Panamá tienen ventajas y desventajas a tomar como ejemplos de lo que podría -o no- suceder en el caso venezolano
Texto: Luinerma Márquez
El catedrático y especialista en temas financieros, Diego Mendoza, considera que el Gobierno venezolano no está realmente interesado en llevar adelante un programa estructurado, formal y ordenado de dolarización. Luego de una sustentada revisión de diferentes fuentes documentales, de las experiencias de otras economías y de otros análisis de expertos sobre esta materia, Cotejo.info concluye que esta afirmación es una VERDAD que a continuación se explica por sí sola.
La historia del sistema cambiario en Venezuela es compleja. En 1983 comenzaron restricciones cambiarias que se mantienen hasta la actualidad -con ciertas modificaciones- con altos y bajos. Sin embargo, la creciente devaluación de la moneda no ha podido ser controlada.
En el año 2003 entró en vigencia la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI) creada con el propósito de frenar la fuga de capitales y mantener el precio del bolívar frente al dólar a una tasa fija. Se inspiró en el Régimen de Cambios Diferenciales (RECADI) que estuvo vigente entre 1983 y 1989.
Durante 15 años (desde 2003 hasta 2018) las transacciones en dólares se hacían en el mercado negro y eran consideradas como ilícitos cambiarios en el sector oficial, debido al control cambiario ejercido desde CADIVI e instancias similares creadas a posteriori, y también por la Ley de Ilícitos Cambiarios, finalmente derogada en el año 2018.

El gobierno de Nicolás Maduro ha flexibilizado -hasta cierto punto- el control cambiario e incluso ha modificado su discurso oficial sobre la divisa estadounidense; de querer ser “pulverizado”, el dólar se ha convertido en la principal moneda de intercambio del venezolano.
Existe una dolarización de facto que no ha mejorado la crisis económica, porque se ha dado de forma desordenada e improvisada y no ha estado acompañada de modificaciones de las políticas económicas que son necesarias para generar cambios. Esto hace que los índices de desigualdad y pobreza sean mayores.
El fenómeno que se observa en Venezuela mantiene vivo el debate sobre la necesidad -o no- de una dolarización formal. Hay sectores a favor y en contra de este proceso, y de acuerdo con el análisis realizado por el equipo de Cotejo.info, se estima que el origen de los problemas económicos del país se centra en la hiperinflación, en la contracción del aparato productivo y en la opacidad institucional.
En este sentido, se puede afirmar que Venezuela no saldrá de la crisis económica con una dolarización. Los expertos consultados y la revisión documental de sobre lo sucedido en otros países donde se ha llevado a cabo este proceso de forma oficial, revelan que no es una panacea.
Desorden económico sustenta la línea política oficial
Diego Mendoza, profesor de Administración Pública de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) y especialista financiero, considera que las operaciones comerciales en dólares que se realizan en el país son una exhibición completa de 20 años de fracasos en el manejo de la economía.
“Los distintos sistemas cambiarios que se han impuesto al país han socavado las condiciones económicas”, aseguró en entrevista para Cotejo.info.
La dolarización de facto que se vive en el país ocurre pese a que Maduro dijo en varias ocasiones -en el año 2015- que en Venezuela no ha habido ni habrá dolarización, frase que en el año 2019 fue calificada como una “mentira” tras el análisis de hechos registrados hasta ese momento.
Según Ecoanalítica, en 2019 “40 % de las transacciones en Venezuela se estaban realizando en moneda extranjera, una proporción 8 veces mayor a la que se daba en 2012 (5 %)”, destacó el texto publicado en Cotejo.
Mendoza considera que “no hay interés por parte del Gobierno de crear un proceso ordenado y formal para llevar adelante un programa estructurado de dolarización”. El desorden económico, a su juicio, establece la base de la supervivencia política del Gobierno, porque le da la posibilidad de emitir dinero inorgánico (sin respaldo de producción real) necesario para sostener grupos y sectores de interesados.
Riesgos asociados a la dolarización
En 2020 la BBC publicó un trabajo titulado “Cómo les ha ido con el dólar a Ecuador, Panamá y El Salvador, las 3 economías dolarizadas de América Latina”, en el cual expone las ventajas y desventajas del proceso, basado en la opinión de los economistas consultados.
“En aquellos países donde la moneda local se ha devaluado y la inflación ha subido a niveles difíciles de controlar, la adopción del dólar suena a estabilidad, principalmente porque es la divisa de referencia internacional y el refugio de los inversores cuando llega una crisis.
Pero en el largo plazo puede tener efectos negativos”.
BBC, 2020
Aunque el sistema económico de cada nación depende de factores internos, si en Venezuela se estableciera el dólar como la moneda de curso legal exclusiva, la principal consecuencia sería la pérdida del control sobre las variables macroeconómicas, dado que la nación quedaría de alguna manera sujeta a la política del país emisor. La soberanía monetaria también quedaría en entredicho.
Las economías latinoamericanas que tomaron este camino oficialmente (Ecuador, El Salvador y Panamá) lo hicieron en contextos muy distintos, explica el texto periodístico de la BBC. También señala como una de las ventajas que -una vez en curso el dólar- se elimina el riesgo de depreciación de la moneda y se puede recibir más inversión extranjera.
Otras de las desventajas de esta acción para los países es que atesoran la deuda externa y pierden el control sobre la moneda que circula en su territorio. En cualquier caso, una vez que se emprende el proceso de dolarización de la economía es muy difícil volver atrás.
Ejemplos latinoamericanos
La primera dolarización latinoamericana la vivió Panamá en 1904, poco después de su independencia. Su ubicación geográfica y relación histórica con Estados Unidos, estimuló que la nación norteamericana patrocinara la construcción del canal de Panamá, una infraestructura sin precedentes que conectó los dos océanos (Atlántico y Pacífico) y se convirtió en un medio vital para el comercio internacional.
Desde entonces, el dólar ha coexistido con el balboa, dinero que no circula en billetes, solo en monedas y carece de independencia, ya que cotiza siempre al mismo valor que el dólar.
Según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), en los últimos 25 años Panamá ha liderado el crecimiento económico de la región. Sin embargo, la nación se ha visto involucrada en escándalos de corrupción y desigualdad social.
Ecuador optó por la dolarización oficial en el año 2000, luego de sobrevivir una depreciación de la moneda nacional (el sucre) causada por la crisis económica e inflacionaria que se manifestó a finales de la década de 1990. El gobierno de Jamil Mahuad fue el que anunció la medida monetaria.
Hubo consecuencias inmediatas para la mayoría de los ecuatorianos, entre ellas el colapso de la clase media por la pérdida de sus ahorros, se dispararon las cifras de migración de ecuatorianos hacia otros países y hubo un levantamiento indígena que se sumó a la presión social que condujo, finalmente, a la destitución de Mahuad el 22 de enero del año 2000.
Los críticos de la medida en Ecuador argumentan que uno de los efectos más negativos fue la destrucción de la industria local y la pérdida de empleos.
En otro contexto está el caso de El Salvador, que más allá de responder a una crisis económica, eligió la dolarización a través de la aprobación del Decreto 201 en la Asamblea Legislativa, el 30 de noviembre del año 2000; una medida tomada por los diputados del parlamento nacional.
La Ley de Integración Monetaria permitió la libre circulación del dólar por el país, a un tipo de cambio fijo con el colón, lo que evitó hacer un cambio radical de moneda pero hizo que gradualmente el colón quedara fuera de circulación.
A 20 años de la entrada del dólar al país centroamericano, las remesas que envían los emigrantes salvadoreños, junto a las exportaciones, siguen siendo fundamentales para la sustentabilidad del dólar en la economía. Los problemas de desigualdad persisten, pero la pobreza se ha reducido moderadamente. Visto lo sucedido en estos tres países queda claro que la dolarización tiene efectos diferentes en cada nación. Lo que funciona en un país, puede no causar el mismo resultado en otro. Además, si este proceso fuese la fórmula mágica para acabar con las crisis económicas, la mayor parte de los países de la región latina la habrían adoptado.