- Es cierto que aunque el país registró una leve mejoría en ciertos indicadores, la economía sigue en crisis y con “grandes” deficiencias que afectan el poder adquisitivo de los ciudadanos, como afirmó la Conferencia Episcopal Venezolana en su Exhortación Pastoral de este 2022
Por Mariángel Durán
Durante la CXVII Asamblea Ordinaria Plenaria del Episcopado Venezolano, celebrada el 13 de enero de 2022, los Arzobispos y Obispos del país hicieron pública la Exhortación Pastoral inspirada en la cita bíblica Sal. 33, 22: “Que tu gran amor, Señor, nos acompañe, tal como lo esperamos de ti”.
En el documento dieron a conocer las reflexiones sobre la situación actual de Venezuela, en distintos ámbitos. El numeral 6 aborda particularmente la situación económica con el siguiente párrafo:
“A nivel económico, asistimos a una gran contradicción: mientras la economía venezolana se encuentra aún sumida en grandes deficiencias que impiden un trabajo digno y un salario justo, cuantiosas inversiones se están dando en el país que solo benefician a pocas personas o grupos de inversionistas en áreas poco accesibles a la mayoría empobrecida de la población; van apareciendo, en nuestras ciudades, casinos y casas de juego, bodegones, restaurantes y hoteles, edificios y casas ostentosas. En todos los tiempos, el lujo y el desperdicio que ostentan unos pocos ofenden a Dios y a los hermanos, pero con mayor fuerza en este tiempo de pandemia y de crisis global que se vive en el país”.
El equipo de Cotejo.info fijó su lupa sobre la afirmación que apunta a la existencia en el país de una contradicción y continua deficiencia del sistema económico, por tratarse de un asunto de interés colectivo que se vincula a la crisis generalizada. Es además un tema que causa controversia, en especial algunos indicadores económicos favorables registrados al cierre del año 2021.
La verificación concreta de la frase “la economía venezolana se encuentra aún sumida en grandes deficiencias”, recibe el calificativo de verdad, dado que hay informes de organizaciones nacionales e internacionales que aseguran que la crisis económica se mantiene en Venezuela.
Además, en trabajos previos publicados en esta página web queda clara la vulneración de los derechos humanos laborales en el país y la ausencia de salarios dignos en todos los sectores que hacen vida en la nación, realidad destacada por la Conferencia Epicospal y que está estrechamente vinculada con la situación económica.
Doble manejo del discurso económico
A propósito de la leve mejoría del sector económico venezolano, Nicolás Maduro dijo a finales de diciembre que “este año 2021, es el primer año de crecimiento económico desde que empezó esta guerra económica, desde que empezaron las sanciones criminales del imperialismo norteamericano”, en entrevista con el medio libanés Al Muyadeen.
Sin embargo, su afirmación fue calificada de engañosa en un texto de verificación realizado por el medio Voz de América, titulado La economía venezolana mejoró en 2021, pero no creció en conjunto, como afirma Nicolás Maduro.
El 15 de enero de este 2022, el gobernante aseguró durante la rendición de memoria y cuenta ante la Asamblea Nacional (AN, 2020), que “la economía creció 7,6 % en el tercer trimestre de 2021”, de acuerdo con una reseña publicada por El Nacional.
La cifra fue desestimada de inmediato por el economista José Guerra en redes sociales. Al respecto, EFE elaboró un reportaje publicado por la web Versión Final, en el cual se detalla lo dicho por el experto:
“Maduro dijo que la economía creció 7,6 % en el tercer trimestre de 2021, pero el año tiene cuatro trimestres, en los tres primeros no hubo crecimiento aunque probablemente cerramos el año con una leve recuperación de 4 % o 5 % que es nada respecto a la caída de 20 % de 2020″.
Guerra también recordó que la economía de Venezuela cayó 75 % entre 2014 y 2021.
¿Cuáles son los indicadores de leve mejoría?
En el último trimestre de 2021 se publicaron informes que daban cuenta de una desaceleración del proceso inflacionario. Para el mes de octubre, el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVFN) proyectó que la inflación cerraría en 1.500 %, muy por debajo del 2.959 % con que cerró en 2020.
“Para una economía que ha experimentado 12.000 % anual en el pasado este descenso es significativo”, indica el texto periodístico de Hispanopost, en el cual también se aclara que lo sucedido se debe a la inyección de divisas en el mercado por parte del Banco Central de Venezuela y también por la dolarización de facto.
Se estima que esta tendencia de reducción inflacionaria se mantendrá durante el 2022.
También a finales de 2021, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo su proyección sobre la contracción de la economía venezolana de 10 % a 5 %.
Otro signo de leve recuperación en Venezuela es la variación porcentual interanual del producto interno bruto (PIB), la cual según el FMI sigue siendo negativa pero pasó de -19,6 % en el año 2018 a una estimación de -5 % en 2021 y -3 % en 2022.
Sin embargo, en la nota de Voz de América destacan la advertencia del FMI sobre las perspectivas económicas para Venezuela: “es complicado debido a que no se mantienen conversaciones con las autoridades, a la asimilación incompleta de los datos declarados, y a las dificultades para interpretar algunos indicadores a la luz de la evolución económica”.
Otro elemento que destaca el reportaje es la apreciación de la periodista especializada de Thomson Reuters, Mayela Armas, quien en una conferencia virtual dijo que “las sanciones habrían llevado a Maduro a flexibilizar los controles —de precios, propiedad o arancelarios, entre otros— sobre las empresas”. Tales decisiones “habrían permitido que algunos sectores crecieran, pero no la economía en su conjunto”.
Crisis salarial persiste
La leve mejoría económica que se registra en el país no coincide con la realidad de los venezolanos. Tal como afirmó la Conferencia Episcopal, los ciudadanos carecen de un salario justo y trabajos dignos, la pérdida de poder adquisitivo se agudiza con el pasar de los meses.
Una publicación de France 24 titulada La economía venezolana y su continuo descenso en 2021, da cuenta de esta situación al señalar que una familia de 4 integrantes necesita 700 dólares mensuales para tener acceso a alimentos, educación, pago de servicios públicos, entre otros, de acuerdo con datos de Ecoanalítica.
En contraparte, el salario mínimo oficial no supera los $3 al mes y la mayoría de los trabajadores no ganan más de $100. A esto se suma que según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI 2020) la pobreza generalizada abarca al 94,5 % de la población.