• Pese a que las empresas han tenido un crecimiento productivo desde 2019, los niveles operativos siguen lejos de acercarse al 50 %
• El sector aluminio, desde su paralización total en 2019, sólo ha reactivado 11 % de su capacidad instalada
• La reactivación productiva de las empresas tuteladas por la CVG está entorpecida por la desinversión y el nulo acondicionamiento de las plantas
Por José Rivas
En el programa Café en la Mañana de Venezolana de Televisión, el ministro de Industrias, José Biomorgi, aseguró que la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) sostenía una producción por encima del 50 % y que durante 2021 habían celebrado hitos históricos de producción.
“En la Corporación Venezolana de Guayana estamos en una capacidad productiva por encima del 50 %”, afirmó Biomorgi, en la entrevista realizada a finales de enero.
En Venezuela no son públicos los datos sobre producción de las empresas básicas, que permitan verificar la afirmación del ministro. Ante esto, el equipo de Cotejo.info buscó la información publicada por las empresas en sus redes sociales y entrevistó a trabajadores y representantes sindicales para contrastar dicha información.
Las declaraciones del ministro están lejos de lo reseñado en prensa estatal e independiente, y comentado por los mismos trabajadores de las empresas básicas, por lo que reciben el calificativo de mentira. Las principales empresas tuteladas por la CVG, como lo son la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), Ferrominera Orinoco (FMO), CVG Bauxilum, Industria Venezolana del Aluminio (Venalum) y Aluminios del Caroní (Alcasa) estuvieron por debajo del tope de sus capacidades productivas.
Hierro y acero al mínimo
Sidor, por ejemplo, tiene una capacidad instalada de 5,1 millones de toneladas de acero líquido anuales. En septiembre del 2021, la estatal informó que estaban logrando producir 750 toneladas al día (22.000 toneladas al mes) en el horno de palanquillas, el único operativo en ese momento, lo que representaría -en el mejor de los casos- unas 264.000 toneladas año, es decir el 5 % de su capacidad.
El delegado de prevención, Carlos Ramírez, señaló a Cotejo.info que 750 toneladas al día es equivalente a cinco coladas en el horno de palanquillas. “Nosotros llegamos a sacar hasta 24 coladas, si lo multiplicas por 150, sacábamos 3.600 toneladas de palanquillas al día. Eso que están produciendo es nada”, cuestionó.
Ramírez indicó que la producción cerró en 2021 con 169.020 toneladas debido a las continuas interrupciones operativas por falta de insumos, problemas mecánicos y derrames de acero líquido. Pese a que la acería de planchones fue reactivada a finales de 2021, el delegado añadió que los números no han mejorado en 2022 debido a interrupciones por fallas mecánicas.
El Complejo Siderúrgico Nacional (CSN) -antigua Sidetur- también padece la misma realidad. En Planta Casima durante 2021 llegaron a transcurrir hasta más de dos meses sin operar por falta de insumos.
A principios de diciembre de 2021, la estatal informó en un tuit que Planta Casima superaba la “producción anual de 67.797 toneladas métricas de palanquillas del año 2020”, un número igual de insignificante para las capacidades de la empresa.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores del Complejo Siderúrgico Nacional (Sidernac), Alejandro Álvarez, señaló que la estatal cerró el año con 84.522 toneladas de palanquillas, apenas el 19 % de la capacidad de Casima, que tiene una capacidad instalada de 450.000 toneladas al año.
El dirigente agregó que si se incluye la acería de Barquisimeto, la cual tiene una capacidad instalada de 575.000, el CSN solo produjo el 11 %. “Barquisimeto no produjo ni una gota de acero porque estaba paralizada y continúa paralizada, 40 meses tiene paralizada esa planta”, expresó.
Ferrominera del Orinoco, la extractora y procesadora de mineral de hierro, informó que en octubre de 2021 habían logrado sus mejores números mensuales durante el año, al alcanzar 722.395 toneladas ese mes, lo que evidencia que tampoco estaban operando por encima del 50 %.
Para lograr el 50 % de sus capacidades, la extractora de mineral de hierro debía producir en promedio 1,04 millones de toneladas al mes, sin embargo, la meta planteada era alcanzar 10 millones de toneladas al año, menos de la mitad de su capacidad instalada de 25 millones de toneladas.
De acuerdo con un trabajador dentro de planta, la producción cerró el año 2021 con poco más de 7,5 millones de toneladas de mineral, lejos de siquiera la mitad de su capacidad instalada. Según la fuente dentro de la empresa, la cifra total no fue anunciada, al no alcanzar la meta planteada.
Briqueteras lejos del 50 %
El sector briquetas se mantiene también lejos del 50 %. La Briquetera de Caroní (Briqcar) -antigua Venprecar- informó en redes sociales que finalizó el año 2021 con más de 200.000 toneladas de briquetas producidas.
Un empleado dentro de planta, que prefirió mantener bajo reserva su nombre por temor a represalias, detalló que en total fueron 205.373 las toneladas producidas, un 25 % de productividad si se compara con las 815.000 toneladas de capacidad instalada.
De acuerdo con el empleado, los números mejoraron significativamente en enero de 2022, al cumplir con 33.660 toneladas, lo que representaría el 49,5 % de su capacidad mensual. Estos números según la empresa, no se lograban desde 2014.
Por otro lado, Briqueteras del Orinoco -antigua Orinoco Iron- informó en un video institucional que la empresa cerraba el año 2021 con 160.000 toneladas de 2,2 millones de toneladas de capacidad instalada, es decir menos del 10 % de su capacidad instalada.
De acuerdo con el trabajador que declara en el video, la estatal en diciembre estaba produciendo 48 toneladas de briquetas por hora, lo que representa 1.152 al día y solo 34.560 toneladas al mes. Esto representaría sólo un 18 % de su capacidad instalada de mantenerse bajo este promedio de producción.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores de Orinoco Iron (Sinatraori), Rona Figueredo, coincide con los números operativos diarios y detalló que solo está operando uno de los cuatro trenes de producción, el cual entró en operatividad el 5 de julio del 2021.
“La filosofía es la improvisación, la incompetencia y falta de capacidad técnica”, lamentó el dirigente y ex director del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laboral.
Sector aluminio a menos de un 15 %
Durante la entrevista, Biomorgi indicó que la reductora Venalum contaba con 150 celdas operativas, lo cual es cierto, pero que termina representando apenas 16 % del total de celdas (905).
Si nos vamos a números productivos, las cifras son aún más bajas. De acuerdo con el medio regional Correo del Caroní, la estatal cerró el 2021 con 38.340 toneladas de aluminio primario, un 8,9 % de su máxima producción (430.000).
Alcasa, por su parte, es la que peor quedó a nivel de producción. Desde marzo de 2019, cuando ocurrió el apagón nacional, la primera reductora fundada en Bolívar no produce un gramo de aluminio primario. A finales de 2020 sus 384 celdas fueron desmanteladas y hasta la fecha se mantiene bajo estas condiciones.
Bauxilum es otra de las estatales que sigue sin levantar su producción. La extractora de bauxita y procesadora de alúmina en 2020 producía apenas 10 % de su capacidad instalada, según reseña el medio regional, Correo del Caroní.
Números que durante el 2022 no han cambiado. El dirigente sindical de CVG Bauxilum, Rolando Muñoz, comunicó que la estatal está produciendo entre 500 y 600 toneladas diarias de alúmina, para alcanzar un total de 15.000 toneladas mensuales, lejos de las 166.000 toneladas mensuales que produciría en sus máximas capacidades. “Está produciendo el 10 % de su capacidad instalada”, dijo.
Muñoz indicó que la empresa, al igual que el resto de las tuteladas por la CVG, necesita adecuaciones e inversión que permitan mejorar las condiciones operativas. “Los equipos de prioridad, que necesita Bauxilum para sacarla a flote, no los tiene”, añadió.
Aunque no se puede negar que en comparación a los años 2019 y 2020, ha habido una leve mejoría en cuanto a productividad y reactivación de plantas, la realidad es que la empresas tuteladas por la CVG están lejos de estar por niveles de productividad iguales o superiores al 50 %.
La desinversión, falta de mantenimiento y corrupción han sido tres de las principales razones que han impedido el levantamiento y sostenimiento de la producción en las empresas básicas, las cuales siguen manteniendo niveles productivos poco rentables para la industria.