- La afirmación de la viceministra venezolana para Asia, Medio Oriente y Oceanía, Capaya Rodríguez, acerca de aprovechar el conocimiento que tiene Vietnam en el tema agrícola para mejorar la producción de arroz en el país, no se corresponde con la realidad en los campos venezolanos
- Los agroproductores de Venezuela no cuentan con gasoil para movilizar la maquinaria destinada a trabajar la siembra o recolectar la cosecha, además, tienen años sin recibir financiamiento
- Entre los años 2008 y 2009 Venezuela alcanzó la soberanía alimentaria sin ayuda extranjera, el Gobierno en esa época invirtió en el campo y con el conocimiento local se alcanzó abastecer la demanda nacional y también se exportó este rubro a Colombia
- Venezuela constantemente firma convenios con países aliados y jamás hay un reporte de los logros ni del dinero que se invierte en estos tratados bilaterales. En 2015 Venezuela firmó un convenio, precisamente con Vietnam, también con la intención de potenciar la producción de arroz y, al año siguiente, esta cayó en un 60 %
Por Edy Pérez Alvarado
El 12 de mayo de 2022 el Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores publicó una nota en su portal oficial en la que se dio a conocer que representantes del ejecutivo sostuvieron un encuentro con el embajador de la República Socialista de Vietnam, Le Viet Duyen, para fortalecer la cooperación agrícola entre Venezuela y la Academia vietnamita, a propósito de la ejecución del proyecto de cooperación para el desarrollo de la producción de arroz en el país.
Este tratado fue noticia en varios portales nacionales toda vez que la agencia EFE publicara una información con este tema. Durante el encuentro, la viceministra Cayapa Rodríguez aseguró que firmar el convenio con Vietnam supone un momento histórico, pues según declaró, esto permitirá desarrollar la producción en los campos nacionales.
La Cancillería detalló que el encuentro celebrado en Caracas se llevó a cabo con el objetivo de avanzar en los lazos de cooperación en materia agrícola.
Luego de hacer un chequeo de fuentes documentales y vivas, el equipo de Cotejo.info concluyó que la aseveración que hizo la viceministra es mentira, porque pese a la crisis que afecta al campo en nuestro país, los productores nacionales de arroz tienen la capacidad de abastecer el mercado nacional como se hacía entre los años 2008 y 2009, cuando Venezuela alcanzó la soberanía alimentaria, sin ayuda extranjera, solo con la inversión del Gobierno en el campo venezolano.
De la exportación al declive
Según una investigación publicada en la página GHMAbogados, entre 2008 y 2009 la sumatoria de la producción del ciclo de verano e invierno alcanzó las 230.000 toneladas de arroz, con rendimientos superiores a los 4.000 kilos. Explican en su reportaje que, en total, la cosecha fue de 1.300.000 toneladas y que el consumo en el país estaba alrededor de 1.200.000.
Esto quiere decir que, hace apenas 14 años, los productores nacionales no solo lograron abastecer el mercado local, sino que exportaron a Colombia 100.000 toneladas de arroz. Ahora en el país se importa gran cantidad de arroz y de otros rubros, lo cual se debe -según los productores- a que el Gobierno lleva años sin dar financiamiento para la producción de las tierras y además impone impuestos a la materia prima para la producción de arroz.
Tal realidad se explica en el reportaje de Tal Cual, publicado en 2020. En Venezuela se ha incentivado la importación de arroz de mesa y de otros rubros como el maíz, pese a que la agroindustria local podría abastecer a todo el mercado nacional.
Además, los productores de los estados Portuguesa y Guárico, donde se concentra la producción arrocera del país, no cuentan con gasoil que es lo mínimo que debería garantizarles el Gobierno para que puedan activar la maquinaria para el trabajo en el campo y los camiones cisternas con los que riegan los cultivos.
Hay que recordar que Venezuela ha firmado otros convenios que tienen al sector arrocero como principal beneficiario. Pero, en la práctica, esto no se ha concretado según la declaración de los propios productores que fueron consultados por el equipo de Cotejo.
En el año 2016 la producción local de arroz cayó en 60 %, según publicó en febrero de 2017 el portal La Nación, pese a que en 2015 el Gobierno había firmado un primer convenio con la República Socialista de Vietnam que tenía como objetivo potenciar la producción de arroz en el país.
Es exactamente lo mismo que anunció el Ejecutivo Nacional a través de la Cancillería durante este año 2022 y lejos de creer que se requiere este nuevo convenio para beneficiar a la producción nacional, los productores estiman que este año la producción local de arroz crecerá en 66 %, hasta las 400.000 toneladas, frente a las 240.000 de 2021, según cifras que el gremio suministró a la agencia de noticias EFE.
¿Cuál es la razón de este crecimiento? “El Estado venezolano, que mantenía el monopolio de importación y comercialización de insumos, ha cedido permisos a actores privados para que importen las semillas, químicos y otros suministros esenciales para el cultivo”, explica la nota.
Contexto de expropiaciones
Al poco tiempo de la llegada del fallecido presidente Hugo Chávez al poder empezó una política de expropiación de fincas y parcelas, tras la aprobación de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario que dio pie a la expropiación de más de 3,6 millones de hectáreas de tierras en 23 estados del país, como se documenta en el reportaje publicado en el 2011 en La Voz de América.
Algunas tierras expropiadas pertenecían a empresas agrícolas y otras eran de productores, pero luego de la medida no las ponían a producir y la primera consecuencia fue un retraso en la siembra de arroz y otros rubros. El 10 de agosto del año 2016 el diario ABC de España publicó un reportaje que reveló cifras oficiales y aseguró que para la época habían expropiado 1.200 fincas, de las cuales solo el 10 % estaban productivas.
En ese mismo reportaje recuerdan que la consigna “la tierra es de quien la trabaja” -que usó Chávez durante su campaña para prometerle a los campesinos la devolución de las tierras que por uso les pertenecían- fue olvidada y que para ese momento -igual que ahora- el campo sufría y agonizaba.
En paralelo, se puso en marcha una política de importación que llegó para debilitar la producción nacional, dado que el Gobierno dejó de invertir en los campos nacionales. Se trata de una práctica que se mantiene hasta la actualidad, como se muestra en una denuncia sobre la llegada de gandolas de arroz importado a la ciudad de Turén, estado Portuguesa, publicada el 8 de abril de 2022.
Días después del anuncio de la firma del acuerdo con Vietnam, el 19 de mayo de 2022 Minuta Agropecuaria hizo pública una entrevista al presidente de la Federación Venezolana de Organizaciones Productoras de Arroz (Fevearroz), José Luis Pérez, en la que sostiene que la mejor manera de contribuir con el sector arroz es elaborar programas donde se apoye verdaderamente a los productores, brindando financiamiento para adquirir tecnología moderna.Para ahondar en la perspectiva de Pérez en cuanto a este convenio, el equipo de Cotejo.info lo contactó vía telefónica, y aunque fue honesto al expresar que no conocía a fondo el alcance del acuerdo, aseguró que la verdadera cooperación se debe dar entre el Gobierno y los productores nacionales.
Dijo que se tiene que empezar por garantizar el suministro de gasoil, para que los arroceros de los estados Portuguesa y Guárico, donde se concentran, puedan a su vez, poner a funcionar los camiones cisternas para regar sus cultivos y la maquinaria pesada que se usa en la siembra y cosecha.
Además, habló de la falta de créditos a los agricultores, pues producir una hectárea tiene un costo de 1.700 dólares y muchos no cuentan con el dinero suficiente para sembrar, pero con los préstamos de banca privada o pública podrían poner a producir el campo en su totalidad y abastecer el mercado nacional como se hizo hasta el año 2014.
El 24 de septiembre de 2020, Cotejo.info publicó un trabajo en el que se tilda de verdad la aseveración: “Cosecha de arroz solo cubre la demanda de dos meses”, hecha por Carlos Albornoz, presidente del Instituto Venezolano de la Leche y la Carne, expresidente de Fedenaga y ex vicepresidente de Fedeagro.
En ese reportaje se evidenció que el sector agrícola atravesaba el período más oscuro de los últimos 50 años y que la caída de la producción nacional alcanzaba los niveles del año 1967. Esta sigue siendo la realidad, pese a los esfuerzos que hacen los campesinos por trabajar las tierras.
La crisis en los campos arroceros se agudizó aún más cuando el Gobierno decidió expropiar Agroisleña. Pérez recuerda que esta empresa permitía que los productores agrícolas llevaran semillas, fertilizantes y hasta maquinarias a crédito, y una vez que cosechaban y vendían el arroz ellos pagaban y así se mantenían trabajando.
A propósito de este tema, el portal El Diario publicó en febrero de este 2022 que el Estado venezolano había sido derrotado ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), un organismo perteneciente al Banco Mundial (BM), y del cual Venezuela forma parte, por la falta de cumplimiento de las normas internacionales en las expropiaciones, y explican que el CIADI ha emitido fallos en contra del Estado venezolano, lo que ha significado pérdidas para la nación de varios miles de millones de dólares.
Detallan que “el más reciente de estos juicios tuvo como protagonista al Grupo Agroinsumos Ibero-Americanos, el cual demandó a Venezuela por la expropiación de las compañías Agroisleña, Insecticidas Internacionales, Proyefa y Venezolana de Riego, en 2010”.
En el texto señalan que como parte de la decisión judicial el Estado deberá resarcir a los afectados con un pago de 1.640 millones de dólares, un monto que representa una pequeña fracción de la deuda internacional de Venezuela por concepto de laudos arbitrales perdidos.
Firmas y más firmas de convenios con gobiernos aliados
Vietnam es conocido en el mundo por ser uno de los principales exportadores de arroz, se trata del segundo a nivel global. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura señala que “en Vietnam el cultivo de arroz ocupa el 85 % de la superficie cultivada. La producción anual de arroz entero aumentó desde 19,2 millones de toneladas en 1990 a 42,4 millones en 2011. En 2012, Vietnam exportó ocho millones de toneladas. Este incremento se explica por la adopción de semillas mejoradas…”.
Al conocer estas cifras se podría entender la insistencia por parte del Gobierno venezolano por querer adoptar tecnología vietnamita. Sin embargo, esta no es la primera vez que Venezuela se acerca a Vietnam con la intención de recibir conocimiento en cuanto a la siembra de arroz.
Pérez, presidente de Fevearroz, acotó que hace unos años el país recibió semillas vietnamitas, pero según explicó los resultados no fueron buenos porque el tratamiento que se le dio a la semilla no fue el adecuado.
“No respetaron las normativas nacionales y la semilla se sembró de manera desordenada, se mezcló con otras variedades y no cumplió la función como tenía que ser. No podemos decir si la semilla era buena o mala porque no se le dio el manejo adecuado, no hubo las validaciones que tenían que haberse hecho. Como arroceros no estamos cerrados a recibir tecnología de otros países, pero tiene que ser validada bajo las condiciones y normativas venezolanas”, dijo Pérez.
La adquisición de semillas a las que se refiere Pérez fue hecha en el año 2020, tal como reseñó el portal de Telesur. En esa nota de prensa el entonces ministro de Agricultura Productiva y Tierras de Venezuela, Wilmar Castro, destacó el éxito obtenido en la producción de cinco variedades de semillas «Vive» de la serie 90, 92, 95 y 60, y afirmó que dio excelentes resultados en la producción de arroz.
El presidente de Fevearroz puntualizó en Minuta Agropecuaria que “Debemos tener disponibilidad de moléculas y buenos productos que hay en el mercado y que han aportado buenos resultados. La inversión hay que hacerla en nuestro país y rescatar la formación de técnicos especializados en otros países para traer buenas ideas”.
El Gobierno ha firmado muchos acuerdos para mejorar el sector agrícola venezolano y esto se debe, según investigación de Transparencia Venezuela, a que el 12 de diciembre del año 2000 fue publicada en la Gaceta Oficial Nº 37.097, la reforma de la Ley de Contrataciones Públicas.
Entre las modificaciones realizadas a la referida ley, resalta la incorporación de los artículos 3 y 4, que permiten excluir de la aplicación de la ley los contratos amparados por un convenio de cooperación o financiados por un Estado extranjero, entidad financiera extranjera u organismo multilateral.
Dice la investigación que “a partir del año 2000, Venezuela suscribió centenares de acuerdos de cooperación en materia de alimentación con distintos países, como Argentina, China, Rusia, Irán, Turquía, Palestina, Uruguay, Nicaragua, El Salvador, República Dominicana, entre otros.
Poco o nada se conoce sobre la ejecución de esos convenios, planes de trabajo, monto total de recursos asignados, precios, términos de pago, cantidad y calidad, así como el estatus y evaluación de los mismos.”
En la publicación aseguran que los convenios son parte de una estructura de “corrupción sistémica y no se compara con lo vivido en otro país de la región, en términos de impacto, impunidad, magnitud y complejidad”.
La compleja situación del campo, la falta de recursos y de energía ponen en duda y echan por tierra la aseveración de la viceministra Capaya Rodríguez por lo que se tilda de mentira su aseveración.