- De cara a las presidenciales de 2024, 63 % no votaría por candidatos oficialistas ni de oposición, según la encuestadora Datincorp; Datanálisis, por su parte, dice que el líder ganador es “ninguno” al referirse a los dirigentes políticos del país que se disputarían por la presidencia
- Tanto Nicolás Maduro como Juan Guaidó, perdieron popularidad por sus políticas de gobierno alejadas de la realidad de los ciudadanos
- La oposición tiene un reto por delante: las primarias para escoger al candidato único que se enfrentará al representante del Gobierno en las presidenciales de 2024
Por Kemberling Rodríguez
En Venezuela mermó el espíritu democrático. Se perdió pluralidad en la ocupación de cargos públicos en todos los niveles de poder y la falta de autonomía en las instituciones del Estado agobia al ciudadano de a pie que clama por soluciones en sus necesidades básicas.
La inseguridad, mala alimentación, deserción escolar, crisis hospitalaria y de servicios públicos, entre otros problemas, menoscaban la vida de las familias en zonas vulnerables y, en este sentido, muchos lamentan que los dirigentes adversos al gobierno se dediquen a disputas internas que proyectan una imagen negativa a la colectividad.
De hecho, la mayoría de la población (como aseguran las principales encuestadoras) desestima el discurso político sin importar la tendencia y, en lugar de ello, pone su esfuerzo en trabajar para alcanzar calidad de vida. Al parecer, la política pasó a un segundo plano para los ciudadanos y ahora muestran poco interés en este ámbito.
A propósito de esto, Elías Sayegh, alcalde de El Hatillo, estado Miranda, expresó en una entrevista para el programa Hoja de Ruta de la cadena Unión Radio que “los partidos políticos se quedaron en la dinámica de la oposición; eso causa desgaste” y decepciona a la ciudadanía. Cada vez que dejan ver la división entre ellos, “pierden el norte” y no apuntan a los intereses de la sociedad civil.
El equipo de Cotejo.info puso su lupa en el discurso del también militante de Fuerza Vecinal y lo calificó como media verdad debido a que si bien la oposición venezolana requiere de una reestructuración que beneficie su reputación frente a la opinión pública, también ha dado avances en la búsqueda de mecanismos que defiendan la democracia y los derechos de los ciudadanos.
Todos quieren protagonismo
El diario colombiano El Tiempo realizó en 2020 un reportaje titulado: “La insuperable fractura de la oposición venezolana”, en el cual destacaron las diferencias entre Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela y militante de Voluntad Popular, y María Corina Machado, líder del partido Vente Venezuela y una de las principales opositoras desde la gestión de Hugo Chávez, fallecido en 2013.
En ese trabajo periodístico fue consultada Maryhen Jiménez, politóloga venezolana, quien advertía para ese momento que desde el año 2018 se venían observando serias divisiones dentro de la fracción opositora. Ella segmenta tres tipos de oposición:
En primer lugar, señala a los “maximalistas” integrados por la ex parlamentaria Machado y presuntos aliados de la comunidad internacional; los “minimalistas”, refiriéndose a aquellos que participan de la mesa de diálogo con el Gobierno (la más reciente celebrada en México en 2021); y el G4 que lo representan partidos como Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo.
Machado, por su parte, insiste en una “Liberación por la Paz”, como ella misma lo ha planteado desde hace dos años, que implica una cooperación internacional. Pero, su propuesta ha sido duramente criticada porque la señalan de estar pidiendo una intervención militar extranjera que atentaría contra la soberanía nacional y el pueblo.
Mientras que el G4, que también tiene representantes en la mesa de diálogo con el Estado, en un aparente intento por mediar y obtener un bien común para los venezolanos, ha sido pieza clave en la administración del gobierno interino, causando suspicacia entre un bando y otro.
Además ha surgido desconfianza en la población hacia el interinato por el presunto mal manejo de recursos económicos obtenidos a través de empresas venezolanas que funcionan en el exterior, como es el caso de Monómeros, en Colombia, y Citgo en los Estados Unidos.
“Esa lucha interna no es algo que sorprenda, porque los partidos, en democracia, lo que hacen es competir. El tema en un régimen autoritario es distinto porque necesitas de coordinación como estrategia para buscar un cambio, y eso es así porque un régimen autoritario siempre va a buscar dividir y desestabilizar a la oposición”, dijo Jiménez.
Medición de opinión
La oposición que marchó en el año 2017, en rechazo al gobierno central, ya no existe o al menos no es la misma en números. Así quedó demostrado en los estudios de opinión de las principales encuestadoras del país. Tampoco se observa la misma fidelidad en los simpatizantes de la gestión de Nicolás Maduro, tras las acciones políticas y económicas tomadas en los últimos 5 años.
Medios de comunicación como Tal Cual y La Voz de América han replicado los sondeos realizados sobre la elección de cara a las presidenciales del 2024. ¿Los resultados? Los ciudadanos encuestados no quieren ser representados por ningún líder de los partidos políticos convencionales. No dan tregua a las mismas caras de los dirigentes porque perdieron credibilidad en todos los temas de interés nacional.
El líder ganador en las encuestas es ninguno, dijo Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, al referido medio estadounidense en junio de este año, en el trabajo titulado ¿Es la hora de un candidato “outsider” para las presidenciales de 2024 en Venezuela?.
León aseguró que Nicolás Maduro, tiene un 20 % de valoración positiva; Manuel Rosales, gobernador del Zulia, 17,5 %; mientras que Guaidó alcanza apenas un 9 % del sondeo que fue realizado en el mes de abril.
El equipo de Cotejo.info, en una verificación titulada Daniel Ceballos: “Guaidó ya no representa a nadie en Venezuela”, demuestra que el máximo representante opositor, después de gozar del respaldo de más de 50 países, ha perdido parte del reconocimiento incluso de la comunidad internacional como ocurrió en el año 2021 con la Unión Europea.
Por su parte, Jesús Seguías, director de Datincorp, informó que 63 % de los venezolanos considera que su presidente ideal para 2024 debe ser alguien sin alineación con la oposición ni con el chavismo.
La muestra arrojó un 13 % de tendencia al oficialismo; mientras que 16 % tiene inclinación por la oposición, según lo también reseñado por Tal Cual.
“Hace 10 años, el 80 % de los venezolanos se dividía entre chavistas y opositores. Hoy, ambos bloques son una minoría; sumados los dos llegan a 29 %. Es un tercio de la población”, añadió Seguías.
Paulo Aure, exdecano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad de Carabobo, coincide con Seguías y expresó en su cuenta oficial de Twitter que “lo más terrible de la situación venezolana, no son los hechos de corrupción o la ausencia de democracia…lo que a mí me preocupa es que la gente se está acostumbrando. Casi el 80 % no está con el gobierno pero tampoco con la oposición tradicional”.
¿Qué ha logrado la oposición?
Uno de los logros significativos que obtuvo la oposición venezolana ocurrió en el año 2015 cuando obtuvieron la mayoría parlamentaria en la Asamblea Nacional. Dieciséis años transcurrieron para alcanzar una victoria como esa, tal como lo reseñó BBC durante la cobertura de esas elecciones. La fracción opositora logró 99 puestos, mientras que el oficialismo 46.
Transparencia Venezuela, en un foro llamado Asamblea Nacional “El costo de la autonomía en Venezuela”, analizó los logros alcanzados por la oposición entre 2015-2020. Entre los invitados estuvo José Trujillo, diputado por el estado Aragua, quien aseguró que el mayor avance fue visibilizar la crisis humanitaria que atravesaba el país frente a la comunidad internacional.
Otro logro tangible ocurrió 7 años más tarde: la gobernación del estado Barinas. Desde enero de este año, la oposición gobierna la región que por varios años estuvo bajo la tutela del chavismo. “Sergio Garrido, logró imponerse con 55,36 % de los votos al aspirante del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Jorge Arreaza, quien obtuvo 41,27 %”, informó también la BBC.
En las últimas dos décadas otros representantes de oposición se han ganado los cargos de algunas alcaldías y gobernaciones, pero quienes ostentan el poder central les han dificultado las gestiones, tal como lo reseñó el texto Las dificultades de ser gobernante de oposición en Venezuela, publicado por la BBC en 2015.
Otro logro que puede reconocerse de la oposición como conjunto, en alianza con la comunidad diversa de ONG que operan dentro y fuera del país, fue el reconocimiento de la denominada “crisis humanitaria compleja” por parte de los organismos multilaterales, así reflejada en sendos informes (1 y 2) de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, con todas las implicaciones que esto trajo en cuanto al accionamiento político de estas mismas entidades internacionales y la facilitación que causó de acceso a recursos para atender las necesidades reales de los venezolanos.
Primarias: 2012 y 2023
En el año 2012, para enfrentar en una batalla electoral al expresidente Chávez, Ramón Guillermo Aveledo, exsecretario ejecutivo de la extinta Mesa de la Unidad Democrática, logró concertar con una veintena de partidos políticos de oposición. Fue Aveledo el encargado de encaminar una ruta hacia unas votaciones rodeadas de mucha polarización para el momento.
Quien también fuera presidente de la Cámara de Diputados del extinto Congreso Nacional de Venezuela (1996-1998) y secretario privado de Luis Herrera Campins (expresidente venezolano entre los años 1979-1983), declaró a El País de España en una entrevista publicada en septiembre de 2012, que se había inspirado en la concertación de Chile para salir de la dictadura de Augusto Pinochet. La vía electoral era la única forma de salir del chavismo, enfatizó.
De aquellas primarias, el candidato escogido fue Henrique Capriles quien alcanzó en las elecciones del 7 de octubre un 44,97 %, mientras que Hugo Chávez se alzó con 54,42 %, como lo reseñó el medio español La Vanguardia.
Para este 2022, Omar Barboza, secretario ejecutivo de la Plataforma de la Unidad, encargada de organizar las primarias que posiblemente se realicen para el primer trimestre de 2023, informó a Efecto Cocuyo que se nombrará por consenso a una comisión electoral para liderar el proceso de votación donde elegirán al candidato único que competirá con el líder del Gobierno.
Ahora bien, a continuación se exponen algunos elementos que deberían considerarse para las primarias de cara a las presidenciales de 2024, según detalló Aveledo en un artículo de opinión difundido por Resumen Digital:
- Crear una estrategia de ruta democrática que atraiga y sume a sectores de la sociedad civil que están dispersos.
- Utilizar un discurso que esté acorde a las realidades y/o necesidades de la mayoría para evitar frustraciones y, al mismo tiempo, brindar cercanía con los electores. “El realismo exige promesas creíbles para un venezolano cansado de mentiras oficiales”.
- Apertura al diálogo entre todos los sectores de la oposición. La exclusión no tendría cabida en un proceso electoral que persigue el cambio político. Que prevalezca la democracia y estará garantizada por la amplitud del proceso.
- Encaminarse a las primarias con miras a lo que viene después: las elecciones de la Asamblea Nacional, gobernadores y alcaldes, consejos legislativos. “También hay que tener presente que un resultado malo en 2024 traería consecuencias de desmovilización, derrotismo, éxodo y al año siguiente, el defectuoso tractor iraní que le queda al poder se convertirá en aplanadora”.
De esta manera, Cotejo.info califica como media verdad las declaraciones de Elías Sayegh, alcalde de El Hatillo, cuando aseguró que “los partidos políticos se quedaron en la dinámica de la oposición; eso causa desgaste”.
La razón obedece a que la oposición siempre existirá frente a cualquier sistema de gobierno; es una dinámica que no cambiará y, en el caso de Venezuela, este sector ha estado lidiando con un control institucional de los poderes públicos ejercido por el oficialismo y, además, con disputas internas que desencadenan escepticismo en la sociedad civil. Pero pese a esta realidad, existen líderes opositores que aún intentan propiciar mecanismos para hacer valer los derechos ciudadanos y promover la defensa de la democracia.