- Hasta septiembre de 2022 se han registrado 60 muertes maternas en el estado Lara, según datos del medio regional La Prensa de Lara
- Un estudio de Ladeshu, evidencia que Lara mantiene una de las RMM más altas de mortalidad materna de Latinoamérica, sólo por debajo de Guyana, Bolivia y Haití
- Desde hace más de 10 años la mortalidad materna ha sido un grave problema en la región, que no ha podido ser controlada
Por Fiorella Agredo
Preocupación y polémica han generado las cifras estadísticas del año 2021, presentadas en mayo de 2022, que reflejan la realidad de un problema latente por años en el Estado Lara: las muertes maternas.
Un estudio reciente del Laboratorio de Desarrollo Humano (Ladeshu) confirmó lo que medios de comunicación reportaron de manera extraoficial: las cifras de mortalidad materna en la región larense se encuentran por encima de casi todos los países de la región menos Guyana, Bolivia y Haití.
El silencio oficial ante esta situación ha sido una constante. Sin embargo, Javier Cabrera, director de Salud en Lara, manifestó el 24 de agosto al diario La Prensa de Lara que la COVID-19, aunada a factores como el Síndrome Inmune Trombótico y la ausencia de vacunación, incrementa las complicaciones en las embarazadas, para posteriormente convertirse en estadísticas de muertes maternas en la región.
«Si la paciente no se vacuna contra el covid, se infecta del virus y podría pasar de forma asintomática. Cuando comienza el trabajo de parto se desata todo y es cuando hace preeclampsia, eclampsia o Hellp. También se han visto casos de desprendimiento de placenta», comentó el doctor Cabrera sobre las posibles causas de los decesos y tras aclarar que se encontraba a la espera de las actas de defunción de las muertes recientes.
El equipo de Cotejo.info decidió verificar si el virus de la COVID-19 es el principal causante -o no- del incremento de las muertes maternas como lo indicó la autoridad de salud regional. También se revisó la posible existencia de otras variables que inciden en este problema local y se concluyó que lo dicho por Cabrera es una media verdad, dado que el alza de estas muertes comenzó mucho antes de la pandemia, hace aproximadamente 10 años, según los estudios realizados por Ladeshu.
“En 2012, pese al inusitado ingreso de divisas por el alza de los precios del petróleo, la RMM llegó a 80 por cada 100.000 nacidos y en adelante aumentó progresivamente hasta la actualidad”, se reveló en la presentación del informe regional del Laboratorio de Derechos Humanos.
Los reportes del estado Lara
Según la Organización Panamericana de la Salud, la defunción materna se define como la muerte de una mujer mientras está embarazada o dentro de los 42 días siguientes a la terminación del embarazo, independientemente de la duración y el sitio del embarazo, debido a cualquier situación relacionada con o agravada por el embarazo mismo o su atención, pero no por causas accidentales o incidentales.
“La mortalidad materna es un indicador básico en el desarrollo de una nación. En materia de desigualdad de género es una dimensión de primer orden, porque las mujeres embarazadas y pobres son más vulnerables que otros sectores de la población”, según Ladeshu.
Dicho esto, en Lara el último reporte refleja que 60 embarazadas han muerto en lo que va del año 2022, de acuerdo con una nota publicada por el diario La Prensa de Lara el 22 de septiembre. Significa que en 9 meses transcurridos de 2022 se han registrado 11 muertes más que el total de 49 contabilizado por Ladeshu al cierre de 2021 y por tanto la razón de muertes maternas (RMM) calculada podría resultar superior al cierre del año en curso.
El profesor Jesús Mantilla, perteneciente Ladeshu, fue uno de los encargados de presentar el informe donde detallan datos del año 2021 y los comparan con los estudios previos realizados en la región durante los años 2019 y 2020.
La data refleja que en 2020 Lara alcanzó el valor de 121,3 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos registrados y en 2021 la RMM subió a 144 mujeres fallecidas por cada 100.000 nacidos vivos, situación que sitúa a la entidad con una razón de mortalidad materna (RMM) por encima de los países de América Latina y el Caribe, salvo Haití, Guyana y Bolivia.

“Es muy probable que si se hiciera un estudio similar en el resto de entidades, Venezuela ocuparía el primer lugar en la región en materia de desatención para prevenir la mortalidad materna”, destacaron en la nota de prensa de presentación de los resultados de la investigación.
Esta realidad representa un retroceso de 70 años en la prevención de muertes maternas, ya que la RMM se igualó con la registrada a principios de la década de 1950, tal como expresó Ladeshu en la siguiente imagen.

Causales
En el año 2020, la principal causa de las muertes fue la hipertensión arterial con un 44 %, seguida de complicaciones del embarazo con 26 %. Luego se encuentran las hemorragias graves con 19 % y un 11 % por infecciones.
En 2021 estos datos variaron y la hipertensión arterial, por ejemplo, obtuvo el 51 %. Las complicaciones en el parto bajaron a un 20 %, mientras que las infecciones aumentaron 14 %.
En el siguiente cuadro comparativo se observa una comparación de las causas de muerte identificadas en las investigaciones de Ladeshu.

La doctora Mileny Fernández, dijo durante la presentación del estudio del Ladeshu -correspondiente al año 2021- que la hipertensión es una patología que se puede controlar en el período prenatal para evitar que la madre se ponga en riesgo cuando dé a luz.
Un año antes, en la presentación de los resultados del estudio correspondiente al año 2020, la directora de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (AVESA), Magdymar León, dijo que el 75 % de las embarazadas que requieren tratamiento antihipertensivo no pueden adquirirlo por razones económicas y tampoco el Estado les garantiza su suministro.
“De allí que la hipertensión esté en tan alto porcentaje de las causas de muertes maternas”, explicó en esa ocasión la también psicóloga y profesora de la UCV según una reseña publicada en El Impulso en mayo de 2021.
El doctor Ruy Medina, ex director del Hospital Central Antonio María Pineda -Centro asistencial dónde ocurren la gran mayoría de los decesos-, explicó que aunque el personal está capacitado para la atención de las parturientas, no las podrían atender a todas con rapidez por la cantidad en que llegan, la falta de personal y escasez de insumos.
“Cuando llegan a la Sala de Parto a parir y les dicen qué deben comprar para la cesárea, ¿dónde van a conseguir los insumos y el dinero?, si por ejemplo, llegan a las 10:00 pm… eso contribuye a que esa señora que llegó en la noche tenga que ser operada en la madrugada haciendo que haya sufrimiento fetal y materno, eso es lo que hay que averiguar y que el Gobierno lo tiene silenciado ¿Cuáles son las verdaderas causas de muertes maternas?, no las han publicado, porque estas causas son múltiples», denunció Medina al diario La Prensa de Lara.
Antes de la COVID, Lara estaba entre las regiones con mayor proporción de muertes maternas
Otro dato a resaltar es que antes de la llegada de la COVID-19 al mundo y por ende a Venezuela, la situación no era muy distinta en la región larense, las muertes maternas encabezaban los titulares de periódicos.
En el año 2015 fue noticia en El Diario de Lara el pronunciamiento del entonces diputado del PSUV, Luis Jonás Reyes (hoy Alcalde de la ciudad de Barquisimeto), quien explícitamente culpó al gobernador opositor del momento, Henri Falcón, por los altos índices de muertes maternas e infantiles en la región larense.
“En el 2014 hubo 50 muertes maternas, que duplicó las 13 muertes del 2013, eso sin contar las 27 muertes que van a la fecha (octubre) del año 2015…. Lara ocupa el primer lugar de muertes maternas por las políticas del gobierno regional, negligencia y desinversión en el sector salud, falta de insumos y equipos médicos”, refirió el dirigente político oficialista.
De acuerdo con este hallazgo, las muertes maternas en el estado Lara constituyen una problemática que se ha agudizado a partir del año 2014, seis años antes del inicio de la pandemia causada por la COVID-19. Una realidad cuyo trasfondo no ha sido atendido por el gobierno nacional ni por las gestiones regionales de turno.
Además, en el documento titulado Respuesta de la OPS para mantener una agenda eficaz de cooperación técnica en Venezuela y los estados miembros vecinos (junio 2019), se revela -en la página, numeral 18- ese año el gobierno notificó a la Organización Panamericana de la Salud “190 muertes maternas hasta el 6 de abril (110,29 muertes por 100.000 nacidos vivos), 12 % menos que en el mismo período del 2018 (216 muertes)”.
Y más adelante, en el numeral 54- página 22, se observa que el estado Lara se encuentra desde 2017 entre las 8 regiones del país con la proporción más alta de muertes maternas:
“Desde el 2017, la Oficina ha brindado apoyo de manera sistemática al MPPS para fortalecer el tratamiento de complicaciones maternas y neonatales potencialmente graves en las ocho jurisdicciones con la proporción más alta de muertes maternas (los estados Anzoátegui, Aragua, Bolívar, Carabobo, Lara, Miranda y Zulia, así como el Distrito Capital)...”
“El plan da prioridad a las medidas en los ocho estados con las mayores tasas de mortalidad materna, que en conjunto representan 70,9% del total de muertes maternas notificadas en el 2017: Anzoátegui, Aragua, Bolívar, Carabobo, Distrito Capital, Lara, Miranda y Zulia”.
Documento de la OPS, abril 2019
Muertes que se pueden evitar
Desde hace aproximadamente 10 años los índices de muertes maternas en Lara comenzaron a elevarse, sin que se apliquen medidas efectivas de corrección y prevención.
Según la OPS, “la mayoría de las muertes maternas son evitables. Las soluciones sanitarias para prevenir o tratar las complicaciones son bien conocidas”. El organismo en materia de salud describe cuáles son las necesidades de las mujeres en estado de gravidez:
- Atención prenatal durante la gestación.
- Atención especializada durante el parto.
- Atención y apoyo en las primeras semanas tras el parto.
Aunque es cierto que la COVID-19 trajo complicaciones de salud e incluso muerte a millones de personas en el mundo, definitivamente no es la única causa real del aumento de las muertes maternas en el estado Lara. En especial, porque este indicador viene alza muchos años antes del inicio de la pandemia.
Un estudio de OPS sobre mortalidad materna y COVID-19 muestra barreras en el acceso de las embarazadas a cuidados críticos en 8 países de América Latina, entre los que no se incluye Venezuela. Sin embargo, la investigación -que es parte del monitoreo que del impacto de la COVID en las embarazadas desde el inicio de la pandemia- atribuye las muertes a factores como: “las debilidades y fortalezas de los sistemas de vigilancia y sus estrategias, la inmunización y disponibilidad de vacunas para las embarazadas, la saturación de los servicios y las barreras en el acceso a cuidados especiales”.
En el caso del estado Lara, el estudio independiente consultado señala como causas formales de estas muertes a la hipertensión arterial, las complicaciones al momento del parto, hemorragias e infecciones. Hasta el 2021 la COVID no figura como causa asociada. Sin embargo, también se ha demostrado la incidencia de la crisis económica y deterioro del sistema de salud, agravado durante la pandemia.
Por tanto, se concluye que la afirmación de Cabrera que atribuye a la COVID-19 como una posible causa del alza de las muertes maternas en la región es una media verdad, ante la ausencia de datos oficiales que corroboren la afirmación y la existencia de investigaciones de organizaciones locales que apuntan hacia la crisis del sector salud y la ausencia de políticas de gubernamentales efectivas.