- Gremios como Conindustria señalan que la situación actual es de 90-10, una evidente desventaja comercial debido a la alta inflación que sufre Venezuela
- Con datos de ITC, expertos estiman que el valor potencial de exportación sin explotar de Venezuela es de 404 millones de dólares
- La industria venezolana se diversifica y apuesta por la exportación de ron, camarones y cacao
Por Kemberling Rodríguez
Con la apertura de la frontera colombo –venezolana, se amplían las oportunidades comerciales entre ambos países, sin embargo, no son las mismas condiciones de éxito para las dos naciones vecinas, al menos, no en un corto plazo.
A propósito de este hecho, José Guerra, economista y fundador del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), aseguró en un hilo publicado en su cuenta personal de Twitter que: “Con una inflación de 150% anual (en Venezuela) y Colombia con 10% es claro que Venezuela tiene desventaja comercial”.
Su apreciación, replicada por medios como El Impulso, también expresa que “el libre comercio es la mejor opción frente al proteccionismo y una economía cerrada”.
Asimismo, reflexiona que para ir superando el caos financiero y económico hace falta activar la producción nacional de manera competitiva, sólo que requiere de voluntad política e inversión tanto interna como externa.
En este sentido, el equipo de Cotejo.info fijó su lupa en las declaraciones de Guerra y tras el proceso de verificación le otorga el calificativo de Verdad, considerando que los datos de inflación anual son fidedignos y además corroborados por instituciones financieras del mundo, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé para Venezuela una inflación de 500 % en este 2022.
Aunado al hecho de que, si bien el país a principios de este año superó la hiperinflación que padecía, según expertos todavía hay mucho por reestructurar en la economía nacional, para lo cual es necesario que el Estado fije políticas de gobernabilidad que generen confianza y oportunidades a la producción local y atraiga a inversionistas extranjeros.
Margen de ganancia: 90-10
Siete años estuvo cerrada la frontera entre Venezuela y Colombia. Luigi Pisella, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), en una entrevista para la BBC en agosto de este año, opinó lo mismo que Guerra con respecto a la desventaja comercial que existe entre ambos países.
Señala que será desigual debido a que “por 200 productos que exporta Colombia, Venezuela exporta apenas 20. En este momento estimamos que la relación está 90-10, pero si pasamos a 80-20 es un éxito. Y es que así sea desigual, Venezuela necesita un estímulo, sobre todo por un problema de producción interna que le obliga pagar precios muy altos por los productos importados”.
Pisella explica además que, si bien la producción nacional ha mermado, otra parte de la población de medianas y grandes empresas se reinventaron para producir rubros que antes ni siquiera se consideraban: Venezuela ha desarrollado capacidad de exportar, en más o menos grandes cantidades, rones, cacao, camarones, cangrejo y frijoles.
En el estado Zulia, existe una parte de la nueva realidad empresarial que señala Conindustria. El diario El Nacional realizó un reportaje en enero de 2022 sobre la industria del camarón en este estado donde la producción predominante era el petróleo; actualmente se contabilizan 260.000 kilos de camarones al mes que son exportados a Asia, Europa y Estados Unidos.
Por otro lado, es optimista en decir que parte de los 4.000 millones de dólares que importa Colombia podrían proceder de Venezuela, justamente gracias a la diversificación económica que están marcando las industrias en los últimos dos años.
Mientras tanto, Carlos Fernández, presidente de la Federación Venezolana de Cámaras de Comercio y Producción (Fedecámaras), indicó que la reducción de producción nacional es evidente, como lo han reseñado medios de comunicación a lo largo del tiempo. Para el 2019 se hablaba de una reducción en la industria de 96 %, de acuerdo con una encuesta presentada por Conindustria en ese momento.
Sin embargo, coincide con Pisella en que existen nuevas formas de la industria que podrían marcar la diferencia en la reciente apertura de la frontera colombo-venezolana. “En Venezuela hay un auge de productos que se empezaron a producir durante la crisis, parte de una economía de la subsistencia, que ya pueden desarrollar cierta capacidad de exportación”, indicó.
¿Cómo debería ser el libre comercio?
En 2018, José Antonio Bolaños, un joven universitario ganador del segundo lugar del Concurso de Ensayos El Libre Comercio y la Soberanía del Consumidor, organizado por la asociación civil Cedice Libertad, explicó en el texto que la implementación de un modelo de libre mercado garantiza al Estado que todas las partes de la sociedad se involucren en el bienestar del país.
Su exposición está basada en una recopilación de notas de prensa y bibliografía de la academia universal que respaldan el libre comercio como una vía para alcanzar autonomía económica y financiera. Bolaños, como parte de las nuevas generaciones, reúne el sentir de la sociedad que padece las consecuencias de una economía fracturada y amenazada por los altos índices de inflación.
“El totalitarismo empieza cuando se ceden en primer lugar las libertades económicas sobre la idea. Una vez abandonada la base principal de toda sociedad libre, la libertad de mercado, de comercio y de consumo, esa sociedad está destinada a la servidumbre”, según Hayek, F. (2008).
En este sentido, el libre comercio funge como un abanico de oportunidades. Por otro lado, el autor señala que también existe la posibilidad- en gobiernos populistas- que se genere un choque social en aquellas personas que reciben subsidios y/o ayudas de parte del Estado.
Explica que una de las vías para reducir al mínimo el financiamiento del Estado es promoviendo inversiones de otros países. La intención, añade, es que se eliminen los subsidios excesivos en materia social y, en su lugar, haya empleos gracias a un trabajo coordinado con el sector empresarial.
Finalmente, enumera cuatro pasos para -una vez superada las diferencias políticas- aplicar con éxito el libre comercio:
- Promover una nueva legislación en materia económica, comercial y tributaria que limite los poderes del Estado con respecto a la economía nacional, protegiendo la libertad de las empresas y del comercio; añade reestructurar las tasas impositivas a la inversión, reforzar la dolarización. Desde la Constitución, reformular el poder absoluto que tiene el gobierno actual sobre la industria petrolera a fin de dar paso a la inversión extranjera.
- Iniciar una búsqueda de inversión internacional donde existan suficientes y válidas condiciones jurídicas que ayuden a fortalecer la economía nacional. Por otro lado, incentivar a la autogestión para evitar la dependencia económica del Estado.
- En la administración pública, depurar las nóminas excesivas con tildes políticos que representan un gasto a veces incalculable; además de velar por el cumplimiento de perfiles profesionales que cooperen en el cambio positivo que se desea para la nación.
- Llevar a cabo la eliminación de procesos burocráticos para la conformación de empresas en aras de contribuir a la generación de empleos a corto plazo; brindar asesoría y condiciones jurídicas a las empresas ya existentes para que puedan aumentar su producción.
Potencial a exportar: 404 millones USD
En un trabajo previo, el equipo de Cotejo.info abordó el impacto económico que ocasionó el cierre de la frontera. Durante el 2015 el intercambio comercial disminuyó 44 % al registrar 1.352 millones de USD al cierre del año, frente a los 2.427 millones de USD correspondientes al año 2014, según cifras publicadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística Colombiano (DANE).
Ahora bien, en una entrevista difundida por el canal de YouTube de Cedice Libertad, Carlos Augusto Chacón, profesor y director ejecutivo del Instituto de Ciencias Políticas Hernán Echavarría Olozaga de Colombia, exhortó a ambos gobiernos a resolver los problemas reales de los ciudadanos que viven y practican la actividad comercial en la frontera.
Expresa que entre los retos inmediatos que deben superarse está esclarecer cuál será el marco jurídico regulatorio que pondrán en práctica para generar confianza entre los empresarios y emprendedores. Dijo que darle institucionalidad a la relación bilateral es un punto que no puede postergarse.
Se preguntó cómo afectarán las sanciones de Estados Unidos a las empresas colombianas que operan en Venezuela y manifestó que se debe velar por la inversión en la infraestructura bilateral que permita operar sin problemas a las industrias colombianas y venezolanas. En este aspecto recordó que Venezuela todavía no le cancela a la industria de su país una deuda de miles de millones de dólares.
También se refirió a las empresas colombianas expropiadas en territorio venezolano como pasó con la tienda por departamentos Éxito. “Se requieren prioridades de inversión, no sólo para el transporte, hay que evaluar el control aduanero, condiciones de seguridad y medidas sanitarias. Además de tener presente el tema de los pagos de empresas colombianas”.
Por su parte, Eduardo Porcarelli, experto en comercio exterior y docente de la Universidad Central de Venezuela, precisó que es indiscutible la necesidad de operar el libre comercio en Venezuela, sin embargo, habría que poner en marcha aspectos técnicos y relaciones diplomáticas eficientes para ver resultados positivos.
Recordó que en los años 90’ había más exportaciones desde Venezuela hacia Colombia y no al contrario. Hoy por hoy, añadió, ni Venezuela ni Colombia se tienen entre sus principales 15 socios comerciales debido a la ruptura política de los últimos años.
De hecho, el Acuerdo de Libre Comercio que resultó de la Comunidad Andina, contemplaba que Venezuela y Colombia, eran los dos únicos países miembros que en su relación comercial estaban libres de aranceles. A finales de 2012 se suscribió el acuerdo 28 “mucho más limitado y menor al de la CA, cubre el 91 % del comercio de ambos países”, explicó.
Porcarelli continuó diciendo que según el International Trade Center el valor potencial de exportación sin explotar de Venezuela es de 404 millones de dólares y los productos con mayor potencial para exportar a Colombia son metanol, ron y camarón.
Añadió que el metanol representa la mayor diferencia entre las exportaciones potenciales y actuales, “lo que implica que se pueden realizar exportaciones adicionales por un valor de 7 millones de dólares”.
Colombia, por su parte, tiene un valor potencial de exportación sin explotar de 14 mil millones de dólares y los productos son: azúcar de caña, remolacha, sacarosa químicamente pura y sólida, abonos, minerales, químicos con nitrógenos, fósforo y potasio, artículos de confitería sin cacao.
Café sin tostar ni descafeinar, siendo el producto exportador de mayor capacidad de oferta; medicamentos para usos terapéuticos/profilácticos, dosificados, con mayor demanda en Venezuela.
Con respecto a los socios comerciales de Venezuela, detalló el porcentaje de exportaciones para el 2020 con destino a: India (46,6 %), China (10,10 %), Malasia (9,9 %), España (7,10 %), Italia (4,3 %), Estados Unidos (4,3 %), Brasil (1,99 %), entre otros.
“Venezuela no ha avanzado en su tarea de fortalecer la actividad comercial”, añadió. Asimismo, concluye que técnicamente habría que evaluar si el acuerdo de complementación 28 exonerará de los aranceles los productos que se pueden exportar hacia Colombia y viceversa con este reciente acercamiento entre ambos gobiernos.
Se debe explorar que efectivamente exista facilitación del comercio de parte de los dos gobiernos y establecer a Colombia como un socio estratégico importante para el desarrollo de Venezuela.
En lo político, propone considerar la posición de los mandatarios como un factor de peso para impulsar la relación comercial en justas condiciones, exigir garantías jurídicas que respalden a la industria ya que de esa institucionalidad de la relación bilateral dependerá en gran medida la llegada de inversionistas extranjeros.
Ni ALCA ni ALBA
En un reportaje de la BBC titulado ¿Qué ganó y qué perdió América Latina con el fracaso del ALCA?, publicado en 2015, se menciona al fallecido Hugo Chávez, expresidente de Venezuela, como el promotor de la campaña mediática contra el proyecto del Área de Libre Comercio (ALCA) que promovió Estados Unidos.
Evo Morales, expresidente de Bolivia y Fidel Castro, líder de la revolución cubana, lo respaldaron. La propuesta había surgido en la primera Cumbre de las Américas (1994), pero se concretó en otra edición celebrada en Quebec (2001).
«Las negociaciones del ALCA ponían en bandeja de plata la oportunidad para que los países de América Latina hubieran coordinado unas posturas en temas complejos. La región perdió la ocasión para llevar una posición conjunta y desarrollar una capacidad de negociación colectiva», dijo al medio Félix Arellano, profesor de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), por su parte, fue creada en el año 2004 por Chávez y Castro, en un intento por unificar América Latina en una misma visión de gobierno y acuerdos comerciales que impulsaran la economía de la región, sin embargo, las políticas públicas erradas de estos gobiernos no logró muchos avances.
En la actualidad, el libre comercio impulsado desde el gobierno de Venezuela parece centrarse en la aprobación de 14 artículos para la Ley Orgánica de Zonas Especiales.
Según Jesús Faría, diputado y presidente de la Comisión Permanente de Economía y Finanzas de la AN 2020, la intención es reforzar las actividades económicas por zonas geográficas, incentivando la inversión pública y privada, «negando que mediante esta ley estén cediendo territorios para que grandes transnacionales los exploten».
Sin embargo, expertos como Olly Millán, economista y ex ministra de Economía Popular (2006), desestiman la aprobación de esta ley porque, entre otras cosas, centra todo el poder en el Ejecutivo.
En un artículo que escribió y publicó la ONG Provea, Millán considera que la verdadera intención del gobierno sería ceder los recursos naturales y territoriales a otras naciones, cómo sucede con el Arco Minero.
Como sabemos las zonas económicas especiales son regiones geográficas: “…cuyas leyes económicas son más abiertas al extranjero en comparación con aquellas que son aplicadas de forma general en el país, es decir, ofrecen un trato preferencial como excepciones para importación de material y la exportación de productos, una mano de obra a menor costo, exenciones de impuestos…”.
Urge seguridad
En un artículo desarrollado por Daniella Monroy, colaboradora de Razón Pública y de la fundación del mismo nombre que analiza las realidades colombianas, analiza la reapertura de la frontera colombo-venezolana y destaca entre los principales asuntos por atender la seguridad de los residentes en las zonas fronterizas y de quienes frecuentan el paso por el tema comercial o turístico.
Se han multiplicado los grupos armados, y su capacidad y margen de acción. Por esto, también sus modos de financiamiento: trata de personas, tráfico de migrantes, control de los pasos informales (o trochas) y narcotráfico, expresó la también integrante del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario de Colombia.
Para el mes de febrero, se registraron más de 80 personas asesinadas en la frontera entre Colombia y Venezuela, según reseñó el medio France24, basado en las declaraciones de Diego Maldonado, ministro de Defensa en Colombia para ese momento.
El funcionario expresó entonces que los episodios de violencia en ese ámbito ocurrían entre disidentes de la extinta guerrilla de las FARC y miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), dejando un saldo de 86 víctimas.
Asimismo, es repudiable la trata de personas que según la ONG Fundaredes ocurre en la frontera colombo-venezolana con los migrantes venezolanos. “Son presas fáciles”, detalló el informe que presentaron en abril de 2022 y fue replicado por medios como El Diario.
Reclutamiento, explotación, trata de personas, prostitución y extorsiones, son parte de las denuncias de la organización sin fines de lucro. En el mismo informe detallaron además la presencia de “coyotes o trocheros” que exigen dinero para trasladar a los migrantes de un extremo de la frontera a otro y quienes no pagan la cuota son amenazados.
Por su parte, Ketha Stephany, integrante de Foro Cívico, advierte que no se resolverán en corto plazo los desplazamientos forzados en manos de grupos irregulares en la frontera, sin embargo, señala que lo importante sería coordinar un trabajo de organización y de seguridad entre ambas naciones. Plantea la creación de una zona de emergencia humanitaria que brinde una atención inmediata a los grupos de migrantes más vulnerables.
Debido a todo lo expuesto, el equipo de Cotejo.info reitera el calificativo de verdad a las declaraciones de José Guerra, economista, quien señaló que “Venezuela tiene desventaja comercial frente a Colombia”. Con una inflación de 150 % anual, es cuesta arriba recuperar el aparato productivo y sanear la economía nacional que en la actualidad se muestra en desventaja frente al país vecino cuya inflación es apenas del 10%.