- Para el año 2021, la tuberculosis (TB) alcanzó una tasa de 47 por cada 100 mil habitantes, una de las más altas en comparación con los últimos 40 años y la más alta desde 2019
- La dotación de medicamentos para la TB y VIH se da a través del financiamiento de instituciones internacionales identificadas con la causa
- Los privados de libertad, personas con cuadros de desnutrición y comunidades indígenas son los grupos poblacionales más propensos a contagiarse de tuberculosis
Por Kemberling Rodríguez
En una entrevista para Circuito Éxitos, Manuel Figuera, médico internista e infectólogo y presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología, declaró que Venezuela registra las tasas más altas de tuberculosis en los últimos tres años.
El médico especialista hizo un repaso sobre el estado de la salud pública en Venezuela, durante una conversación con el reconocido periodista Roman Lozinski en la que puso énfasis en las preocupantes cifras de algunas enfermedades prevenibles como la tuberculosis o TB.
De la revisión preliminar de datos alrededor de la TB el equipo de Cotejo.info ha podido notar que el aumento de los casos se notó a partir de 2016, cuando superó la barrera de los 30 contagios por cada 100 mil habitantes, teniendo como pico extraordinario 2018, con 48, algo que antes era impensable luego de cifras antecedentes que apenas alcanzaban los 20.
La tuberculosis o TB, como se conoce en la jerga de la medicina, es una patología que según aseguran expertos, incluyendo Figuera, afecta también a las personas que padecen VIH. “Dentro del total de casos nuevos, hay un cálculo de 9.000, de los cuales 51 % son personas con VIH”, afirmó durante su intervención, replicada además por el portal noticioso Runrunes.
De hecho, recomienda que si una persona sufre de TB debe practicarse una prueba de VIH o sida debido a la inmunosupresión o defensas bajas que presentan, y es allí cuando existen mayores posibilidades de desarrollar la enfermedad que afecta principalmente los pulmones.
Según el especialista, en el país no existe una política de gobierno para atender a los enfermos con tuberculosis y VIH de forma permanente y eficiente, lo cual hace que se agrave la situación de los pacientes y que aumenten las posibilidades de contagios.
Cotejo.info fijó su lupa periodística en la afirmación de Figuera y le otorga el calificativo de verdad, debido a que los datos ofrecidos por el líder gremial están respaldados por organismos multilaterales como la Organización Mundial de la Salud, en sus más recientes informes, así como por el Banco Mundial y los medios de comunicación que reseñan las muertes de venezolanos a causa de dicha enfermedad.
Las tasas más altas en 40 años
Con datos del Banco Mundial, Figuera añadió que Venezuela alcanzó para el año 2021 una tasa de 47 casos por cada 100.000 habitantes, advirtiendo que se trata de niveles muy altos en comparación con los últimos 40 años. Para el año 2017 se sabía, sin embargo, que el panorama sería desalentador.
Así lo advirtió en su momento el Observatorio Venezolano de la Salud (OVS), al denunciar que no existían pronunciamientos o cifras oficiales que orientaran a las instituciones de atención sanitaria y comunidades a tomar las medidas preventivas al respecto. La ONG mencionó el informe epidemiológico proporcionado por el Ministerio de Salud (MPPS) que arrojó lo siguiente:
Por su parte, en un reportaje publicado en junio de 2022 por Crónica Uno -que revisa los años 2018, 2019- se confirma la tasa elevada de la TB en Venezuela. Asimismo, el medio se remonta al reporte epidemiológico del año 2015 en el cual notificaron “un total de 6.796 casos nuevos de TB, 733 casos más que en el 2014, con una incidencia de 22,19 por cada 100.000 habitantes”, aunque los datos de la OMS ya ubican la incidencia de TB en ese año en 24.
En el reportaje detallan que para ese año Caracas presentaba 1.427 casos, Zulia (708), Anzoátegui (394) y Carabobo (340), lo equivalente al 52 % del total de personas enfermas en Venezuela.
Mercedes España, experta en inmunología, epidemiología y coordinadora nacional de Salud Respiratoria del Ministerio de Salud, explicó al medio que durante la pandemia el distanciamiento social y las medidas de bioseguridad, permitió que la TB no se propagara aún más. Sostiene que la elevación de casos en grupos de riesgo, como son las personas con desnutrición, privados de libertad y comunidades indígenas, ocasionó el repunte de casos de los años 2017 y 2018.
Cotejo.info en un trabajo periodístico titulado: La muerte por enfermedades fue la peor condena de los presos en Venezuela durante 2021, explica que durante ese año, de los 177 privados de libertad fallecidos, 110 murieron a causa de enfermedades. Según este balance del contador de Cotejo “la desnutrición, insuficiencia respiratoria y tuberculosis fueron las patologías más letales”.
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) informó en julio de este año que en Venezuela hay más muertos por desnutrición y tuberculosis en las cárceles que por violencia.
Carolina Girón, directora de la ONG que vela por los derechos humanos de los encarcelados, aseguró que en los recintos carcelarios han fallecido, entre 1999 y el 2021, alrededor de 7.792 personas; y entre 2018 y el 2021, las causas de los fallecimientos han sido justamente por la mala alimentación y TB.
Sobre esta realidad vinculada a la crisis socioeconómica del país, ya lo advirtió José Félix Oletta, exministro venezolano de Salud, en una entrevista para el NY Times replicada por El Nacional, al señalar que “la tuberculosis es la sombra de la miseria”.
El equipo de Cotejo.info compiló los casos de tuberculosis por cada 100.000 en Venezuela, evidenciados en los informes del Banco Mundial, OVS y OMS/OPS, así como los datos aportados por el doctor Manuel Figuera (Sociedad Venezolana de Infectología) y en medios de comunicación como Crónica Uno.

Los datos recabados por estos organismos entre 2014 y 2021 arrojan que la incidencia más alta de la enfermedad se dio en 2018 con 48 casos por cada 100.00 habitantes.
Sin embargo, al observar los números correspondientes a los años 2019, 2020 y 2021, se concluye que en la actualidad se ha registrado una de las tasas más altas de tuberculosis en los últimos tres años, con 47 casos por cada 100.000 habitantes. Lo que valida la afirmación del doctor Manuel Figuera.
Financiamiento extranjero
La atención de los pacientes con tuberculosis en los hospitales del país es deficiente, los especialistas escasean, no existen estudios radiológicos gratuitos o pruebas rápidas de esputo y tampoco se invierte en la vacunación para prevenir la enfermedad.
Acerca de la escasez de personal calificado, el infectólogo Manuel Figuera también denunció en su entrevista por Circuito Éxito, partiendo del análisis que realizó Human Rights Watch y en Centros de Salud Pública y Humanitaria de la Universidad Johns Hopkins por la COVID-19, que sigue vigente la falta de especialistas.
La Federación Médica Venezolana informó el año pasado que 40.000 médicos han emigrado del país ante la crisis económica que desmejora la calidad de vida de los profesionales de la salud.
Asimismo, en el 2019 se registró una situación precaria que afectó a los recién nacidos: en Venezuela no había vacunas BCG para protegerlos de la tuberculosis. Medios de todo el país y ONG internacionales alertaron sobre la escasez en hospitales y ambulatorios de la dosis indicada en los primeros días de vida.
Acción Solidaria, organización dedicada a apoyar los pacientes con VIH, denuncian reducción en la partida del gobierno para la atención de pacientes con TB en el país; del presupuesto de 3 millones de dólares, “sólo se pudo cubrir el 38 %: el Estado aportó 7 % y 31 % financiado por fuentes internacionales”.
De allí que los organismos extranjeros sean los que asuman la mayor responsabilidad tanto en atención de pacientes como en financiamiento. El 28 de octubre, la Organización Panamericana de la Salud, informó en su cuenta oficial de Twitter, seccional Venezuela, que entregaron medicamentos al Ministerio de Salud para la atención de pacientes con tuberculosis y VIH.
“Son casi 27 toneladas en insumos y medicamentos, incluyendo más de 1,1 millones de pares de guantes quirúrgicos”, explica el tuit.
Según el Monitoreo Gasto Público de la Salud en América Latina, promovido por el Observatorio de Gasto Público de Cedice, Venezuela y Haití son los países que menos gastan en salud pública, esto con información de la OPS.
Venezuela encabeza el país con mayor porcentaje de dinero pagado directamente de los bolsillos de los ciudadanos para financiar el gasto en salud. Esto resulta paradójico tratándose de un país donde se ha impuesto un modelo socialista, donde se supone que se hace énfasis en lo público.Y más paradójico aún, cuando el Plan de Gobierno 2019-2025 establece entre sus políticas estructurantes del sector salud: “garantizar la atención primaria de salud, como el derecho a la salud para elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo al servicio de salud gratuito; aumentar la producción de medicamentos e insumos médicos. Vacunas e insumos médicos del Sistema Público Nacional de Salud”, entre otros.
2021: Más de 6 millones de casos
El Informe Mundial sobre la Tuberculosis 2022 emitido por la Organización Mundial de la Salud, explica que 10,6 millones de personas contrajeron esta enfermedad en el año 2021, superando por 4,5 % las cifras del año 2020. La OMS reconoció que, debido a la pandemia, se descuidó la atención y prevención de la TB, agravando la situación en los grupos más vulnerables.
De hecho, existen lugares donde ni siquiera han sido tratados los pacientes, un caso similar ocurre en Venezuela donde los privados de libertad mueren por falta de atención sanitaria. El número de nuevos casos, indica el informe, pasó de 7,1 millones en el año 2019 a 5,8 millones en el 2020; para el 2021 6,4 millones de contagios fueron registrados.
Asimismo, la organización denuncia la reducción del gasto mundial en la atención sanitaria para tratar la TB; pasó de 6.000 millones de dólares en el año 2019, a 5.400 millones de dólares en el 2021; cuando la meta mundial que tienen trazada es de 13.000 millones de dólares anuales previstos para este 2022.
Por esa razón, el financiamiento principal procede de organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales que apoyan sobre todo a los países con mayores casos y grupos vulnerables, así como de economías deficientes que ocasionan desnutrición en la población, entre los principales factores para contagiarse de tuberculosis.
“La fuente principal es el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria. El Gobierno de los Estados Unidos de América es el mayor contribuyente al Fondo Mundial y también el mayor donante bilateral; en conjunto, aportan cerca del 50 % de la financiación de los donantes internacionales para la tuberculosis”.
Tereza Kasaeva, directora del Programa Mundial sobre Tuberculosis de la OMS, sostuvo que el informe revela datos importantes que cooperará con los gobiernos, instituciones y sociedad civil a luchar contra esta enfermedad que repunta en Venezuela y otros lugares del mundo.
De hecho, para el año 2020 Venezuela estaba entre los primeros siete países de Latinoamérica con alta carga de TB, en la clasificación de todas las edades.
Según la OMS, 30 países poseen la mayor carga de morbilidad: Angola, Bangladesh, Brasil, China, Congo, Etiopía, Filipinas, Gabón, India, Indonesia, Kenya, Lesotho, Liberia, Mongolia, Mozambique, Myanmar, Namibia, Nigeria, Pakistán, Papua Nueva Guinea, República Centroafricana, República Democrática del Congo, República Popular Democrática de Corea, República Unida de Tanzanía, Sierra Leona, Sudáfrica, Tailandia, Uganda, Vietnam y Zambia.
Tomando en cuenta todos los datos documentales revisado en esta verificación periodística, el equipo de Cotejo.info reitera como verdad a la versión que asegura que Venezuela tiene las tasas más altas de tuberculosis en los últimos tres años, tal como lo informó Manuel Figuera, presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología, ya que su afirmación está basada en datos oficiales de reconocidos organismos multilaterales como la OMS/OPS, Banco Mundial y está así respaldado por la cobertura de medios de comunicación que registran los contagios en el país y cómo esto afecta a estratos vulnerables.