- Según FundaRedes el 70 % de la guerrilla está integrada por venezolanos entre 15 y 25 años
- Niños, niñas y adolescentes son sometidos a trabajos ilícitos en las trochas dominadas por los irregulares, según las organizaciones defensoras de derechos humanos
Por Yamile Jiménez
A finales de agosto Karim Vera, coordinadora de Primero Justicia en Táchira, reiteró la denuncia de que las organizaciones criminales que operan en la línea limítrofe entre Venezuela y Colombia captan a niños, niñas y adolescentes para ingresarlos a sus filas, someterlos a trabajos forzados y actividades ilícitas.
Alertó que los niños abandonados en la frontera son usados para cometer fechorías y son víctimas de abusos, de acuerdo con la reseña realizada por el portal del diario El Impulso.
El equipo de Cotejo le puso la lupa a esta afirmación que recibe el calificativo de verdad al estar sustentada por trabajos de investigación realizados por organizaciones no gubernamentales, fundaciones y gremios educativos que han expuesto esta realidad.
Vera reiteró su preocupación por la indiferencia del Estado venezolano ante esta grave situación a la que se exponen niños, niñas y adolescentes.
“Hemos venido denunciando tal suceso con responsabilidad desde hace más de cuatro años y los que deberían velar por la seguridad ciudadana se hacen de la vida gorda por la fluidez de personas que abandonan el país. Como si ya no fuera grave y delicado tal hecho, los infantes estarían siendo utilizados para arrastrar a más menores que son utilizados incluso para el narcotráfico y tráfico de órganos”, denunció.
Destacó la vocera política que muchas familias caen en manos de grupos irregulares cuando intentan salir del país y éstos les arrebatan a los menores.
“No existen cifras reales ni oficiales, los que intentan llevar un control son organizaciones no gubernamentales, quienes además han solicitado ayuda para poder prestar servicios básicos a aquellos que emigran”, señaló.
Esta situación ha sido reseñada por medios internacionales que -con testimonios- han desnudado el drama que se vive en la extensa línea limítrofe entre Venezuela y Colombia.
En enero de 2022, la agencia SWI replicó una entrevista de la agencia EFE en la que una indígena venezolana contaba que la guerrilla les amenazó diciendo que habría una guerra entre el ELN y las FARC “y necesitaban efectivos, incluso si tienen cinco años, como su hija mayor”.
«Estaban reclutando a niños, entonces nosotros no queríamos que se llevaran a nuestros niños», explicó Tania, una joven indígena a la que le cambiaron el nombre por motivos de seguridad. Les dijeron que «a quien no dejara a los niños lo mataban, por eso salieron corriendo con lo que tenían”.
Este testimonio es una evidencia de la presencia guerrillera en suelo venezolano y del reclutamiento de menores.
Denuncias de FundaRedes
En informes completos y detallados, la ONG FundaRedes ha descrito cómo opera la guerrilla en suelo venezolano y la forma como se ha apoderado de gran parte del territorio.
Estas delicadas denuncias hoy tienen tras las rejas al fundador y director de esta organización Javier Tarazona, detenido el 2 de julio del 2021.
En el año 2018 publicaron el informe titulado: “Jóvenes venezolanos son reclutados por grupos armados irregulares en la frontera”, que recopila testimonios de lugareños de los estados fronterizos: Zulia, Táchira, Apure, Bolívar y Amazonas e incluso de otras regiones como Barinas, Mérida y Falcón.
“Aprovechando la crisis económica que se vive en Venezuela, los grupos armados que operan en la frontera venezolana bajo la figura de bandas delincuenciales, paramilitares o guerrilla ofrecen cantidades atractivas de dinero a niños y adolescentes para que se involucren de manera directa indirecta en las actividades criminales que perpetran estas organizaciones. Ante la disparidad cambiaria cada vez mayor entre el peso colombiano y el bolívar la remuneración que dan estos grupos irregulares armados representa incluso más de un año de salario para una familia en Venezuela, suma difícil de rechazar por ello en la actualidad al menos 70 % de quienes integran estos grupos en territorio venezolano son jóvenes venezolanos de edades comprendidas entre los 15 y los 25 años de edad”, se puede leer en la publicación.
En otro de los informes publicados por Fundaredes, en el año 2019, se devela otra de las modalidades de los grupos insurgentes para llegar a los niños, niñas y adolescentes.
En el trabajo se destaca que la guerrilla ofrece útiles escolares y regalos, e incluso dinero para convencerlos de que formen parte de sus filas.
Precisa que: “Habitantes de comunidades rurales de los estados Táchira, Bolívar, Apure, Zulia y Amazonas indican que durante el receso escolar (julio y agosto) el Ejército de Liberación Nacional (ELN) aplicó un censo en sus casas para precisar el número de niños y niñas de cada comunidad que asiste a clases, su rango etario, su nivel de escolaridad e identificar sus necesidades con miras a una entrega masiva de útiles escolares”.
Otra de las investigaciones realizadas en el 2019 por los activistas de esta ONG, expone la manera en la que niños, niñas y adolescentes de los estados fronterizos son explotados y sometidos a trabajos forzados en las trochas, vías ilícitas usadas para el contrabando de mercancías, gasolina, droga y trata de personas.
“Cálculos conservadores de nuestra organización apuntan a que hasta el 2018 más de 15.000 venezolanos, muchos de ellos en edad escolar, trabajan directa o indirectamente para grupos armados en las zonas de frontera. Los estados donde hay mayor cantidad de niños y adolescentes expuestos a esta vulneración son Zulia, Bolívar y Táchira, en este último es común ver cantidad de jóvenes trabajando como caleteros o carretilleros bien sea a través de pasos formales o ilegales (trochas)”, expresa el informe de la ONG.
Luego, en el informe del año 2020, FundaRedes destacó que el abandono de las escuelas, el deterioro de la calidad educativa y la crisis de este sector, ha sido aprovechada por la guerrilla colombiana para penetrar cada vez más en las instituciones, ofreciendo ayuda y cubriendo algunas necesidades tanto de los centros educativos como de las familias, obligaciones que tanto constitucional como legalmente le corresponden al Estado venezolano.
El pasado año esta ONG dedicada a documentar la presencia y accionar de los grupos armados en el territorio venezolano, destacó el fortalecimiento y ampliación de su radio de acción.
“La guerrilla comete hostigamiento, desaparición de jóvenes, reclutamiento, intimidación, resuelven problemas o hacen donativos a cambio de lealtad y sumisión, controlan territorios y adoctrinan para engrosar cada vez más sus filas”, precisa.
Todas estas denuncias se basan en trabajos de campo, entrevistas y testimonios de los propios afectados, evidencian el fuerte control que la guerrilla tiene sobre los niños y jóvenes venezolanos.
“Más de 5.000 niños venezolanos dejaron sus aulas en las poblaciones fronterizas venezolanas, para ir a estudiar a Colombia, donde les ofrecen mejores condiciones, y buena parte de ellos deben cruzar a diario pasos ilegales exponiéndose a numerosos riesgos, entre ellos al reclutamiento o agresiones por parte de los grupos armados irregulares que manejan el territorio”, afirma el estudio.
“La guerrilla va a las escuelas y tienen emisoras de radio en la frontera”
Mackler García, coordinador del Observatorio de Educación de FundaRedes, explicó al equipo de Cotejo que desde hace el año 2006 los activistas de esta organización vienen investigando, documentando y denunciando la actuación de grupos armados en territorio venezolano y su gran impacto en los estados fronterizos como Apure, Zulia, Táchira; Bolívar, Falcón y Amazonas.
“Desde el 2006 se viene documentando y denunciando las emisoras donde participan grupos armados e irregulares, en el 2018 más de 6 emisoras estaban al aire con la permisología para la actuación en el espectro radioeléctrico, difundiendo mensajes y contenidos abiertamente ideologizantes, que promueven las actividades insurgentes y buscan incentivar a los jóvenes a unirse a las filas de estos grupos o bandas criminales”, expuso García.
Señaló que FundaRedes tiene imágenes de la guerrilla en instalaciones educativas, donde se presentan armados para cautivar a los estudiantes y, además, realizan actividades lúdicas y recreativas como estrategia de acercamiento y control.
“Tenemos testimonios de cómo los grupos armados irregulares vienen acercándose a la juventud venezolana, no solo en las zonas rurales sino también urbanas”, en las que según precisa García apelan a panfletos crucigramas, lecturas y cartillas de dibujos que son supuestamente para colorear, pero que también sirven de excusa para presentar mensajes “ideologizantes y adoctrinantes”.
García acotó que todas estas situaciones han sido denunciadas con sus respectivas pruebas ante las instancias correspondientes.
“Para el 2018 más del 75 % de niños, niñas y adolescentes que abandonan las aulas en la zona fronteriza tienen vinculación directa con estos grupos armados irregulares, en la frontera operan más de 12 organizaciones criminales, según los informes de FundaRedes”, comentó el coordinador del Observatorio de Educación de esa fundación.
Dijo que es responsabilidad del Estado venezolano actuar e impedir que estas organizaciones sigan ganando terreno. García destacó que estos grupos muchas veces brindan oportunidades de trabajo y por eso los jóvenes abandonan sus estudios.
La presencia de los grupos en las escuelas vulnera la declaración universal de los derechos humanos y la Constitución nacional, “la escuela ha sido utilizada por estos grupos irregulares que ciertamente operan de manera estratégica para controlar la ciudadanía, apoderarse de espacios para realizar actividades ilícitas e involucrar a la juventud en este tipo de hechos que terminan afectando a los habitantes de las zonas donde operan”.
Hay instituciones en Táchira y Apure donde estos grupos participan abiertamente en actividades, bajo la mirada indiferente del Estado venezolano que es el que debe garantizar la soberanía y el derecho a la educación.
Destacó el activista que en este cierre de año publicarán el informe realizado sobre el año escolar 2021-2022, el cual analiza diversas áreas en el ámbito educativo, entre ellas las graves consecuencias y el impacto en niños, niñas y adolescente la presencia y actuación de la guerrilla colombiana en nuestro territorio.
“Se llevan a los niños y adolescentes bajo engaño”
Beatriz Mora, directora general de la Fundación en Pro de la Igualdad, Derechos Humanos, Empoderamiento y la Acción Social (Pro-Idheas), que opera en el Táchira desde hace 4 años, fue consultada por el equipo de Cotejo.
“Tenemos claro que muchos niños y adolescentes están en estos grupos armados sobre todo en zonas como Delicias, Junín, Abejales, El Piñal, donde hay presencia de grupos armados con más fortaleza, también tenemos entendido que en Michelena y Colón están iniciando a los niños… los buscan, los engañan y los inducen a que pertenezcan a esos grupos armados”, aseguró Mora.
Destacó que Javier Tarazona, director de Fundaredes, era quien llevaba las investigaciones sobre la actuación de la guerrilla en territorio venezolano y hoy está tras las rejas por sus fuertes denuncias.
Dijo que esta es una lamentable realidad y que cada vez son más los niños que están siendo engañados. Señaló además que en el caso de los varones la simbología de las armas representa el poder.
Recordó un caso emblemático en Táchira, se trata de la joven María José Molina, quien fue secuestrada en el 2008 cuando tenía 15 años y nunca volvió a su hogar, pues fue reclutada por las FARC y su propia familia la identificó en un video de esta organización criminal.
“Fueron reclutados y abandonaron las aulas”
Gerardo Ramírez, secretario de la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación, también ofreció a Cotejo su apreciación sobre este terrible drama.
Ramírez aseguró que la entrada de la pandemia y la crisis humanitaria que se profundizó desde el año 2018, trajo como consecuencia la desintegración de la familia venezolana.
“Los muchachos tuvieron que lanzarse a las calles y los niños estuvieron obligados a abandonar las aulas escuelas y liceos para ayudar a sus padres y llevar comida a sus casas”, adujo Ramírez.
Señaló también que la dura situación económica hizo que muchos niños y adolescentes cayeran en el engaño y la trampa de las organizaciones al margen de la ley que operan en la frontera.
De acuerdo con lo esbozado por Ramírez, “motivado a la estampida y la migración, muchos padres se fueron a la frontera y dejaron abandonado a sus hijos, lo que creó un cultivo para las mafias y la delincuencia, principalmente para los grupos armados, pues muchos niños y adolescentes fueron reclutados por estos grupos que hoy viven en la frontera venezolana y fundamentalmente en el estado Táchira”.
Agregó que los gremios de la educación han podido constatar la situación vulnerable de los niños y adolescentes que abandonaron las escuelas y que, lamentablemente, esa deserción trajo consigo el reclutamiento de niños y adolescentes por parte de la guerrilla, y organizaciones dedicadas a la trata de personas y otras actividades ilícitas.
Para este dirigente sindical, “si la deserción escolar en el Táchira ha sido aproximadamente de un 20 %, obviamente en la frontera muchos niños han sido reclutados, podemos hablar de un 5 o 10 % que han sido reclutados por proxenetas, por grupos dedicados al tráfico de drogas y los que han sido incluidos en las filas de los grupos irregulares”.
Señaló que son muchas las denuncias de mafias que operan en la línea limítrofe y que usan a los niños para explotación sexual, mendicidad y otras situaciones lamentables.
Las fuentes vivas y documentales consultadas para este trabajo, dan cuenta de que efectivamente el reclutamiento de niños en la frontera es una realidad que ha venido creciendo y materializándose bajo diversas modalidades.
Las versiones, documento y datos obtenidos por Cotejo.info sobre esta realidad conduce a considerar que las declaraciones dadas por la dirigente Karím Vera sobre la utilización de niños abandonados en la frontera es una verdad que se puede corroborar al revisar los informes de las ONG, los reportes en medios de comunicación y las declaraciones de los voceros ligados al sector de regiones como el estado Táchira.