- El principal beneficio que se ofreció en la inauguración del oncológico de la región, en el año 2012, fue la eliminación de los viajes hacia otras regiones en busca de radioterapia
- Pacientes aseguran que muchos han perdido la batalla por no poder pasar de la quimioterapia a la radioterapia
Ana Carolina Arias
Por Decreto emitido el 25 de octubre del año 2012, según Resolución Nº 125 firmada por la entonces titular del Ministerio del Poder Popular para la Salud, María Eugenia Sader, se crea en la isla de Margarita, estado Nueva Esparta, la Unidad Terapéutica Oncológica Dr. Modesto Rivero González, con la función de brindar atención de calidad, oportuna y eficaz al paciente oncológico que requiere de Radioterapia y/o Quimioterapia oncológica así como el diagnóstico imagenológico aportado por la medicina nuclear.
La inauguración de dicha Unidad se llevó a cabo el 27 de octubre de 2012, con una amplia cobertura de medios que registraron declaraciones de la ministra Sader. Entre algunos detalles recogidos está que la inversión fue posible gracias al convenio que en ese momento estaba vigente con el Gobierno argentino.
En el caso de esta Unidad Terapéutica, se cobijó en el Marco del Acuerdo de Cooperación y Complementación en Industrias de la Salud, firmado el 29 de marzo de 2011, que permitía la adquisición, distribución, instalación, capacitación y mantenimiento de equipos médicos de origen argentino, en las áreas de Neonatología, Obstetricia, Ginecología, Radioterapia y Medicina Nuclear en Oncología.
Una de las aseveraciones de la entonces ministra de Salud fue: «Evitaremos a los pacientes las movilizaciones a lugares lejanos del hogar y sus familias”. Sader calificó esta posible eliminación de los viajes a otros estados para recibir tratamiento, como una de las principales ventajas para los pacientes oncológicos de Nueva Esparta. Esto porque la unidad inaugurada contaba con dos módulos, uno para quimioterapia y otro para radioterapia. Diez años después, la promesa no se cumplió.
Cronología de oferta vs. realidad
Desde 2014 la mortalidad por cáncer ha crecido en Venezuela y es la segunda causa de muerte según el Anuario de Mortalidad 2014, publicado por el Ministerio del Poder Popular para la Salud en el año 2015. Para el 2021, el dato era que -en promedio- cada hora morían 3 venezolanos de acuerdo con el estudio “Mortalidad e incidencia del cáncer en Venezuela 2021” de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela.
El equipo de Cotejo.info contrastó el discurso público de oferta de la Unidad Terapéutica Oncológica Dr. Modesto Rivero González en la isla de Margarita con lo que fue sucediendo en el transcurso del tiempo (entre 2012 y 2022).
En febrero de 2013, a menos de un año de la puesta en funcionamiento de la referida Unidad oncológica -adyacente al hospital central Luis Ortega de Porlamar- ya se advertía que la Unidad presentaba limitaciones.
Originalmente publicado en El Nacional, en la web del Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (PROVEA) puede encontrarse una información periodística fue titulada “Hospital de Margarita está sin quimioterapia ni radioterapia«, y en el cuerpo de la noticia se explica que:
“Los pacientes con cáncer avanzado que residen en Margarita dependen de la voluntad de Dios porque los equipos de radioterapia de la Unidad Terapéutica Oncológica Dr. Modesto Rivero González del hospital Luis Ortega, en Porlamar, están dañados desde el 21 de febrero. El equipo de radioterapia sólo funcionó durante cuatro meses ya que se dañó la tarjeta electrónica y aún no reciben el presupuesto para traer una nueva de Argentina».
Al año siguiente, en 2014, el medio digital Aporrea, que para ese entonces seguía una línea editorial de apoyo al Gobierno nacional, informó sobre la reactivación de actividades de la unidad terapéutica:
“Nueva Esparta: Reanudan servicio público de radioterapia”, y en detalle se informó “el pasado 18 de junio el equipo de Salud comenzó a ubicar a los pacientes que se encontraban en lista de espera, a fin de informarles sobre el inicio del tratamiento”.
En un reiterativo tono de noticia extraordinaria se destacaba que en adelante “nuestros pacientes no tendrán la necesidad de salir de Margarita para recibir sus tratamientos de radioterapia”.
Este dato coincide con declaraciones emitidas ese año por la coordinadora Nacional del Sistema de Atención Oncológica, Nuramy Gutiérrez, quien explicó en una entrevista concedida al medio Correo del Orinoco y replicada en la web del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información (MIPPCI), que en virtud que el convenio con la República de Argentina para el funcionamiento de unidades de radioterapia y medicina nuclear en el país no se renovó. Esto causó que los equipos salieran de servicio por falta de mantenimiento, se decidió así contratar con el proveedor local de la empresa argentina en Venezuela el mantenimiento preventivo de los equipos.
“Gracias a esta acción, la situación pudo ser atendida y el servicio de atención oncológica ha podido iniciar con buen pie el año 2014”, se reseña en la nota periodística.
Pero, cinco años más tarde, en el 2019, se contaban nuevamente historias de la calamidad de los pacientes. Una crónica de la página digital Cinco8.com fue titulada: “Estar enfermo en un mar de escasez”, para describir el periplo de un margariteño diagnosticado con cáncer de laringe, que luego de lograr recursos privados para aplicar quimioterapia debió viajar a Caracas para continuar el tratamiento de radioterapia.
En julio 2020, bajo la creada figura de Protector, el dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Dante Rivas, representante político de esta tolda en el estado Nueva Esparta, informó por su cuenta en la red Twitter que más de 1.000 pacientes serían beneficiados con la puesta en marcha de la campana de flujo laminar de la Unidad Oncológica Dr. Modesto Rivero González, que se utiliza para preparar las mezclas de medicamentos necesarios para aplicar quimioterapia, lo cual permitiría la aplicación de tratamientos antineoplásicos a niños y adultos.
Hablan los pacientes
La manifestación pública de los pacientes oncológicos en la isla de Margarita sobre cómo es el proceso de atención en la red pública de salud ha sido generalmente bajo anonimato, por temor a ser victimizado. Sin embargo, el pasado 5 de octubre de 2022, un grupo de ellos alzó su voz para advertir que desde hace 6 años el equipo de radioterapia está dañado y, por tanto, la salud de cientos de personas ya diagnosticadas está en riesgo.
Revelaron que deben viajar a otras regiones del país para aplicarse el tratamiento de radioterapia y que la asignación de medicamentos es muy irregular, precisamente dos aspectos que contrastan con lo establecido en la Resolución Nº 125 que creó la Unidad Oncológica, al sostener expresamente que “es deber del Estado garantizar a los ciudadanos y ciudadanas la protección de la salud como parte integrante del derecho a la vida”.
«Muchos pacientes que terminamos la quimioterapia debemos ir a otros estados a hacer la radioterapia porque si no se pierde todo el tratamiento y el esfuerzo de la quimio, pero hay quienes no tienen recursos para ir a Maracay, a Caracas, a Cumaná y muchos se han muerto porque no pueden ir por la situación del país”, dijo Evelio Hurtado.
Asimismo, Johana Mejías, denunció demoras en la entrega de medicamentos de alto costo necesarios para los tratamientos que deben cumplir. Aseveró que la última vez que retiró los medicamentos en la farmacia le informaron que debía esperar tres meses, porque están llegando personalizados para una o dos quimioterapias.
En el medio Crónica Uno la protesta se recogió así: “Pacientes oncológicos de Nueva Esparta enfrentan un calvario para recibir radioterapia” y el canal digital internacional VPITV, realizó una entrevista especial a una paciente residenciada en la isla de Margarita, quien ratificó que una vez operada y con tratamiento de quimioterapia no ha podido proseguir su atención porque no logra un cupo para la radioterapia en Cumaná.
Habla la patología
Las investigaciones que han querido profundizar sobre la situación o prevalencia del cáncer en Venezuela advierten que desde el año 2014 no hay cifras oficiales sobre la incidencia y la mortalidad por enfermedades oncológicas. Afirman que no hay un informe oficial pormenorizado y actualizado del Programa Nacional de Lucha contra el Cáncer ni del diseño, planificación y organización del Instituto Nacional de Cáncer que tendría la responsabilidad de coordinar el programa a partir de 2012.
De los datos más recientes ubicados por el equipo de Cotejo.info están los que contiene el estudio del año 2018 titulado “¿Qué sucede con el Programa Nacional de Cáncer en Venezuela?, realizado por el Observatorio Venezolano de la Salud.
Dicha investigación determina que el cáncer es uno de los problemas de salud más importantes en Venezuela y en el año referencial (2018), la tasa de prevalencia era más de 50.000 casos nuevos anualmente. La tasa estandarizada de incidencia, de todas las localizaciones de cáncer, en hombres y niños de 156 por cada 100.000 habitantes, y en mujeres y niñas de 144 por cada 100.000 habitantes, advirtiendo además que el problema no estaba siendo atendido de manera efectiva y suficiente, por la inexistencia de medidas integradas de promoción de conductas saludables, diagnóstico precoz y tratamiento oportuno.
El estudio desglosa la investigación por estado, y en el caso de Nueva Esparta se estimaba un crecimiento en la mortalidad e incidencia durante el año 2021, destacando que la mortalidad en esta entidad era la segunda con mayor crecimiento porcentual. Es decir, se esperaba un incremento de 44,88 % de fallecidos en comparación al año base 2014, lo que se entiende como un aumento de alrededor de 20 decesos por cada 100.000 habitantes.
Las conclusiones de las proyecciones para el año 2021 era un aumento en todos los renglones, mortalidad, incidencia y todo tipo de cáncer, y en relación a Nueva Esparta se registró dentro de las entidades con un crecimiento porcentual considerable: 7,72 %, y dentro de las seis regiones con mayor cambio porcentual respecto a la mortalidad.
Un solo oncólogo en la red pública de Nueva Esparta
De acuerdo al último censo poblacional, año 2011, del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Nueva Esparta tenía 491.610 habitantes. En ese entonces el 23,7 % acudió a un hospital público cuando necesitó atención médica.
En la actualidad la red pública de salud cuenta con un solo oncólogo clínico, es decir, que el porcentaje de población que requiera de esta especialidad deberá someterse a la capacidad de atención o acudir a centros de salud privados.
El equipo de Cotejo.info conversó al respecto con la doctora Fraumarys Delpino, oncólogo clínico de la Unidad Oncológica Dr. Modesto Rivero González, y expresó que en efecto es una realidad comprometedora porque la morbilidad que registran es de aproximadamente 500 consultas al mes, ya que algunos pacientes necesitan acudir a la Unidad hasta tres veces por razones de control.
Afirma que, en los últimos tres años, tiempo de su ejercicio en la Unidad, se ha contado en un 90 % con los esquemas básicos de quimioterapia. “Para la patología mamaria que es el primer cáncer que afecta a la mujer en la isla, el 90 % de los tratamientos está garantizado por el Seguro Social. Hay especificidades que requieren un anticuerpo monoclonal, que sí han estado en falta y compromete el proceso oncológico”.
Sin embargo, destaca que el paciente oncológico requiere una acción multidisciplinaria. “La labor mía como oncólogo clínico depende también del cirujano oncólogo y del funcionamiento de la Radioterapia, son tres armas terapéuticas fundamentales además de la psicología, apoyo del nutricionista, evaluación odontológica previa a la quimioterapia, y la situación actual del paciente oncológico se ve limitado a cumplir todo esto como está establecido. Yo nada logro con colocar un tratamiento donde el paciente alcanza hasta un 90% de respuesta clínica, una reducción del tumor de más de 90 %, si no va de la mano de un cirujano oncólogo y de la radioterapia, y en los tiempos de cumplimiento”.
Explica que, al término de la quimioterapia dentro de los próximos 20 a 30 días el paciente debe ser operado, en caso que sea un tratamiento neoadyuvante de reducción antes de la cirugía, pero si se pierde ese tiempo, también se pierde la garantía de curabilidad.
“Igual pasa con la radioterapia que tiene su tiempo de protocolo. Hay una lista enorme en espera a nivel nacional porque son pocas las radioterapias, y quizás cuando el paciente obtiene la cita ya está fuera de protocolo. Son 7 meses después de la cirugía recibiendo su adyuvancia con quimioterapia para iniciar la radio, pero si no se cumple en ese tiempo ya está fuera de protocolo, entonces no es lo mismo una radioterapia en su protocolo establecido que casi al año porque se pierde la efectividad del tratamiento. Viajar para hacerse el tratamiento de Radioterapia y contar con un cirujano oncólogo son las principales limitaciones del paciente con cáncer en Margarita”.
– Y la respuesta oficial a esta problemática cuál es. ¿Hay planes para que la radioterapia funcione? ¿Es posible recuperar los equipos?
– Los equipos están, el detalle es el tema del mantenimiento que era prestado por empresas extranjeras y la información que hay es que no se cancelaron algunas deudas por lo que no se hizo más la revisión. Respuesta de solución inmediata no lo sé, porque depende de muchos entes a nivel gubernamental. Han venido personas visitando, estuvo en un momento el Ministro de Salud, pero las cosas por lo que van, todavía no se han resuelto.
En Margarita también la Sociedad Anticancerosa tiene una sede, pero ya no cuenta con oncólogo, la única alternativa es asistencia privada con los costos que ello significa no solo en consulta con el especialista sino en los tratamientos.
Roislín Arias, paciente con cáncer de mama, refiere que para mantenerse mientras logra el cupo de Radioterapia en Cumaná debe cancelar 137 dólares por el tratamiento, pero todo depende del tipo de medicamento y nivel de la patología, pues los medicamentos llegan a costar hasta 700 dólares, monto que corrobora Rosibel Malavé, paciente oncológica, quien acudió a la farmacia “Guardianes de la Patria” y su tratamiento fue cotizado en 700 dólares, necesita 18 esquemas pues debe aplicarlo cada 22 días. También da referencia de costos de Resonancia y Tomografía señalando que cuesta entre 400 y 300 dólares.
Deseos de desagravio
Ante la frágil situación de los pacientes con cáncer y como agradecimiento a la vida por ser sobreviviente de la enfermedad, Isaura Rivero, hija del epónimo de la unidad oncológica, creó la Fundación Pacientes Oncológicos Impacientes.
Desde hace un tiempo ha tenido excesivas limitaciones para ayudar directamente a las personas que requieren tratamientos, sin embargo, se ha dedicado a otros aspectos igualmente trascendentales para un enfermo: acompañamiento, gestión y orientación.
“Muevo mis contactos todos los días porque muchas personas en esas circunstancias no saben a quién acudir, cómo buscar lo que necesitan, sobre todo en esto de la radioterapia que la gente debe viajar a otros Estados, es muy duro estar fuera con esta enfermedad”, aseguró en entrevista telefónica para Cotejo.info realizada el 22 de noviembre de 2022.
Pero además de “desear con el alma” salvar la Unidad Oncológica de Nueva Esparta, Isaura Rivero tiene el anhelo que el nombre de su padre sea reparado, “mi padre no merece que su nombre lo lleve una unidad olvidada, de hecho, ni siquiera fue invitado a la inauguración”.
El nombre de Modesto Rivero González fue escogido por su destacada trayectoria en la medicina. Nació en la isla de Margarita, en 1928. Recibió el Título de Médico Cirujano en la Universidad Central de Venezuela en 1954 y el de Doctor en Ciencias Médicas en la misma Universidad en 1964, con la presentación de una Tesis sobre Radioterapia del Cáncer de la Vejiga Urinaria, la cual fue premiada con Diploma de Honor.
Fue médico residente en el Hospital Universitario de Caracas, docente de la Cátedra de Clínica Electroradiológica, Sección Radioterapia, de la Escuela de Medicina “Luís Razetti”, fundador de la Cátedra de Radioterapia y Medicina Nuclear de la Facultad de Medicina de la UCV, representante profesoral ante el Consejo de la Facultad de Medicina, jefe del Departamento de Radiaciones del Instituto de Oncología “Luis Razettí” de Caracas, miembro de varias Sociedades Científicas nacionales e internacionales y publicó numerosos trabajos científicos sobre Cáncer, Radioterapia y Medicina Nuclear.
También incursionó en la política y fue candidato a la Gobernación del Estado Nueva Esparta y en una ocasión a la Presidencia de la República de Venezuela.