- De acuerdo con el contador de Cotejo.info el año 2021 cerró con 177 decesos en cárceles del país, mientras que al cierre de 2022 se contabilizaron 105 muertes
- Las enfermedades fueron la razón de 59 muertes de privados de libertad en toda Venezuela. Lara y Zulia se convirtieron en las entidades con más decesos al igual que el 2021
Por Héctor Rodríguez Cárdenas
Desde 2021, en la sede del Cicpc de Machiques, estado Zulia, han fallecido siete privados de libertad a causa de la tuberculosis. En las otras sedes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, como Homicidios y subdelegación Maracaibo, murieron otros cuatro presos en 2022, por la misma enfermedad.
Estos ejemplos refuerzan la afirmación de que la peor condena de un reo en Venezuela es enfermarse, la cual ha sido la premisa desde el inicio del contador de Presos fallecidos en calabozos policiales y centros penitenciarios del país, llevado a cabo por el equipo de Cotejo.info.
Gracias a este conteo semanal se determinó que el año 2021 cerró con 177 decesos en cárceles del país, mientras que al cierre de 2022 se contabilizaron 105 muertes, lo que se traduce en una reducción del 40,6 % de las muertes, aunque las causas siguen siendo las mismas.
Estos datos, aunados a la clasificación de las causas de los fallecimientos permiten determinar que, al igual que en 2021, la tuberculosis, insuficiencia respiratoria y la desnutrición fueron las enfermedades que más causaron muertes en Centros de Detención Preventiva (CDP o también llamado calabozos policiales) y las cárceles venezolanas durante el 2022.
Los registros arrojan que de los 105 fallecidos que el equipo de Cotejo contabilizó durante los 12 meses que transcurrieron de 2022, 59 reclusos murieron por distintas enfermedades y de esta cantidad 40 perdieron la vida por presentar síntomas asociados a los tres padecimientos referidos.
“Shock séptico por neumonía bilateral y tuberculosis son las causas que llevaron a Jaime Rafael Arrieta, de 64 años, a la muerte. Los funcionarios del Cicpc lo detuvieron, el 27 de julio de 2022, en una barriada de Maracaibo y los médicos certificaron, el 8 de agosto de 2022, su deceso en la sala de urgencias del Hospital General del Sur Dr. Pedro Iturbe, al sur de la capital zuliana, en el occidente venezolano…Arrieta no estuvo dos semanas privados de libertad cuando comenzaron sus quebrantos de salud”, es parte de lo reseña una alerta informativa de la organización no gubernamental Una Ventana a la Libertad que resume lo que podría ser la vulneración del derecho humano a la salud que sufren hombres y mujeres que están recluidos en estos recintos.
A nivel general, 2022 tuvo 72 fallecidos menos que 2021 y, por ende, en la calificación de las causas de muertes las estadísticas son menores. Por enfermedades hace dos años se contaron 110 reos de los cuales 77 murieron por lo que llaman el “trío letal”: tuberculosis, insuficiencia respiratoria y desnutrición.
En ambos años, el segundo renglón de muertes fue por razones violentas, es decir mediante el uso de armas de fuego, blancas, ataques a golpes, explosiones, riñas intracarcelarias, intento de recaptura tras una fuga, accidentes dentro de los recintos carcelarios o accidentes de tránsito.
Durante 2022, un total de 23 personas recluidas murieron de forma violenta, 32 menos que las registradas por este equipo periodístico en 2021. Cabe recordar que el conteo que hace el equipo de Cotejo implica la revisión de las versiones digitales de organizaciones no gubernamentales que monitorean los Centros de Detención Preventiva (CDP) y los Centros Penitenciarios además de los medios de comunicación de toda Venezuela.
Específicamente, la mayoría de los decesos de forma violenta fueron a causa del uso de armas de fuego y en repetidos casos se trató de presos que estaban en fuga y al momento de su recaptura, supuestamente, ofrecieron resistencia utilizando pistolas y resultaron asesinados por los funcionarios. También existen casos insólitos que evidencian la falta de seguridad y la inoperancia de la Guardia Nacional y de los Custodios del Ministerio para el Servicio Penitenciario que son los que deben velar por el resguardo de las instalaciones, de los reos y de la paz carcelaria.
Dos ejemplos se citan con respecto esto: el primero ocurrió en abril cuando un hombre asesinó al presunto violador de su hija que estaba detenido dentro de la comisaría de la Policía Municipal de Bejuma, en el estado Carabobo; y el otro caso es de la violencia intracarcelaria protagonizada por los reclusos pues en mayo el recluso «líder» del Internado Judicial de San Felipe de Yaracuy, Kleiber Alexánder Pérez, fue asesinado por otro preso que se desempeñaba como «segundo al mando» en la jerarquía carcelaria.
Lara y Zulia con más decesos
Los estados Lara y Zulia han sumado tantos privados de libertad fallecidos que son las entidades que más suman casos en toda Venezuela durante el 2022, tendencia similar a la monitoreada en 2021.
El estado Lara cuenta con más de 30 Centros de Detención Preventiva (CDP o también llamado calabozos policiales) además de 2 grandes centros penitenciarios que se ubican al norte de Barquisimeto. Durante 2022 sumó 21 casos de fallecidos entre ellos dos damas, 17 menos que en 2021, mientras que Zulia -en el mismo lapso de tiempo- tuvo 20 muertos y hace dos años registró 29.
Recintos penitenciarios como Fénix en la región larense y el Cicpc de Machiques y de Maracaibo, PNB San Francisco y el retén de Cabimas, todos del Zulia, son los lugares donde más han muerto reos.
En cuanto al género, son más los hombres muertos que las mujeres. 4 mujeres fallecieron tras las rejas en 2022 mientras que 101 hombres es el total de fallecidos en el mismo lapso.
En febrero de 2022 hubo una privada de libertad llamada Naili Brisoley Rangel Navas que murió por una cardiopatía y desde ese mes hasta junio no se habían registrado reas fallecidas. En el sexto mes del año se sumaron los decesos de Yenny González quien estaba recluida en la PNB La Coromoto del Zulia y el de Manyelis Yaneth Romero Rodríguez presa del centro penitenciario de Aragua (Tocorón) y en noviembre hubo el cuarto caso y fue el de Hilda Josefina Ojeda Caricote.
Se quitan la vida
Una de las características que Cotejo precisó durante el monitoreo son los privados de libertad que se han suicidado en los centros de reclusión donde se encuentran. La cifra de 2022 es de 9 casos cuando en 2021 apenas hubo dos.
Los meses en los cuales se registraron suicidios el año pasado fueron enero (1), abril (4), junio (2), agosto (1) y octubre (1).
Otros de los datos que recopiló Cotejo.info es el rango de edad en el que se registraron más fallecidos y predomina la franja de 31 a 40 años en la cual fallecieron 24 privados de libertad, le sigue el renglón 51 a 60 años en el que se contabilizaron 19 decesos.
Tribunales es una traba para la salud
La Fundación Las Mercedes es una organización de Barquisimeto que se ubica frente al Circuito Judicial Penal del estado Lara y que trabaja en asistencia social, jurídica y psicológica para los exprivados de libertad y familiares de quienes todavía están en cárceles.
Parte de la asistencia que ofrecen en esta organización sin fines de lucro es redactar los documentos petitorios que ingresan los familiares en los tribunales en búsqueda de traslados de reos para medicatura forense, hospitales públicos, anticancerosos, órdenes judiciales abiertas para traslados en casos de emergencias, medidas humanitarias entre otros beneficios que sirvan para tratar algún tipo de enfermedad, pero la realidad que informan Nayibe López y Raiza Palencia, directora y coordinadora de Las Mercedes respectivamente, es que las trabas para la salud están a la orden del día.
“Todo el proceso ante tribunales es engorroso para los familiares de privados de libertad. Además de las cartas que deben introducir los familiares en los tribunales, está las solicitudes que hacen funcionarios o las cosas que fallan como por ejemplo que no hay carro, no hay sistema. Algunos se atreven hasta a pedir dólares para el pago de gasolina de las unidades que trasladan a los presos”, es lo que detalló Palencia cuando se le pidieron detalles de esas trabas.
La coordinadora informó que mensualmente a la fundación llegan de 50 a 70 familiares solicitando asistencia para la redacción de estas solicitudes por salud y para atención de enfermedades como tuberculosis, Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y psoriasis.
“Desde octubre tenemos muchas solicitudes sobre todo de la cárcel Fénix (comunidad penitenciaria de máxima seguridad que se ubica al norte de Barquisimeto). Otras de las trabas que existen es que muchos jueces están de reposo. Por ejemplo, familiares tratan de dialogar con la juez de ejecución 4 y no lo han podido lograr porque el juez está, supuestamente, enferma”, acota Palencia.