- En 2017, el candidato opositor Andrés Velásquez demostró, con actas en mano, un fraude electoral en el que alteraron el conteo de votos para declarar ganador al candidato del oficialismo, Justo Noguera Pietri
- En 2020, el rector del CNE, Juan Carlos Delpino, aceptó que en las elecciones de 2017 se habían alterado resultados para favorecer a un candidato del oficialismo
- Irregularidades como las de Bolívar o repetición de elecciones como las de Barinas dejan en evidencia que los poderes públicos son utilizados para beneficiar al partido de gobierno
Por José Rivas
La realización de primarias opositoras previstas para octubre de 2023 y las elecciones presidenciales anunciadas para 2024 en Venezuela abrieron nuevamente el debate ciudadano sobre si participar o no en estas votaciones.
Sobre este tema, el secretario de Organización del partido Acción Democrática (AD), Carlos Prosperi, afirmó en una entrevista con Politiks que: “El fraude es un mito. El fraude se da siempre y cuando nosotros no tengamos los testigos de mesa”.
En la entrevista, realizada a principios de 2023, el candidato a las primarias presidenciales por AD agregó: “Si en el resultado electoral se dice que se ganó la Presidencia de la República por 300.000 votos y ellos desconocen el resultado electoral, bueno, ahí sí nosotros tendremos que buscar los mecanismos constitucionales necesarios para salir a defender esta victoria, pero siempre y cuando tengamos unas actas o una evidencia que logren determinar que se está revirtiendo un proceso electoral”.
Las declaraciones se dan luego de que partidos del llamado G3 (conformado por Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia) decidieran retomar su participación en las elecciones, tras años denunciando irregularidades por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Ante esto, el equipo de Cotejo.info inició su proceso de verificación con la intención de determinar si se han registrado irregularidades -o no- que constituyan un fraude en los procesos electorales realizados en Venezuela. La revisión documental arrojó que la afirmación de Prosperi es una mentira.
Venezuela cumple este 2023 más de 24 años gobernada por la misma tendencia política, primero concentrada en el Movimiento V República (MVR, 1997-2007) y luego con la fusión de partidos que aceptaron anexarse al Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv, 2008 hasta la actualidad).
Durante estos años, el oficialismo se ha hecho de la mayoría de las elecciones en medio de denuncias de irregularidades electorales y poca independencia por parte del árbitro electoral.
En 2018, durante las elecciones presidenciales en las que Nicolás Maduro buscaba su segundo mandato, los principales partidos de oposición no participaron e invitaron a no votar como una demostración al mundo de la poca confianza que se le tenía al sistema electoral, pero ¿cuáles eran las razones?
Bolívar en 2017
En 2017, se realizaron las denominadas elecciones regionales para renovar los cargos de gobernadores. En ese entonces, la oposición venía de ganar la mayoría de los curules en las elecciones parlamentarias de 2015, pero el ejercicio de sus funciones se había visto empañado por las constantes sentencias emanadas del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Previo a los referidos comicios, hubo varias polémicas porque el TSJ declaró nulos los actos de la AN de mayoría opositora y, en el mes de marzo, emitió las sentencias 155 y 156 que bloquearon las funciones del parlamento y habilitaron a Nicolás Maduro para ejercerlas. Ambos mandatos fueron “aclarados” a principios de abril, con fallos en los que se suprimieron los puntos controversiales, pero lo sucedido desencadenó la denominada ruptura del orden constitucional.
En ese contexto de agitación política y social, se realizaron las elecciones regionales en el mes de octubre. El PSUV ganó en la mayoría de las regiones, 18 de 23 gobernaciones (tras conocer los resultados definitivos en Bolívar).
En Bolívar, el candidato oficialista Justo Noguera Pietri y el opositor Andrés Velásquez se disputaban la gobernación del estado por cuatro años. Fue proclamado como ganador el oficialista y militante del PSUV, Justo Noguera Pietri, dos días después.
Bolívar no era una simple victoria para el PSUV. En este estado están las principales industrias básicas del país y las minas de oro más importantes del país.
El opositor Velásquez impugnó los resultados y presentó pruebas de fraude en 11 actas. “Uno de los centros de votación donde los números fueron manipulados está ubicado en un caserío llamado El Casabe. En la mesa 1, Justo Noguera ganó con 95 votos, Andrés Velásquez obtuvo 16 votos; pero la página del CNE indicó que el candidato del oficialismo obtuvo 317 votos, y el de oposición solo ocho, con una participación electoral de 79.08 %”, detalla textualmente el periódico regional, Correo del Caroní.
En este mismo centro, pero en la mesa 2, Noguera sumó 100 votos en contraste con Velásquez que logró 20 -de acuerdo con las actas-. El opositor mantuvo el número, pero en la página del CNE al militante del PSUV le totalizaron 350 votos.
La alteración de los votos se repitió en varios colegios y municipios, expone el medio de comunicación. El equipo de campaña de Velásquez estima que con la alteración del conteo “favorecieron a Justo Noguera Pietri con al menos 2.568 votos, mientras que a Andrés Velásquez le restaron al menos 166 de las votaciones”, reseñó Correo del Caroní.
El Observatorio Electoral Venezolano (OEV), en su informe de 2017, expuso: “Se trata del único caso de fraude demostrado el 15 de octubre y quizás de la prueba más emblemática de manipulación de resultados en la última década”.
A partir de este documento, el equipo de Cotejo.info extrajo información sobre el centro de votación y la alteración de votos realizada de acuerdo con el análisis OEV. Los datos están compilados en una base de datos cualitativa.
Los datos indican que hubo manipulación de votos en al menos 11 centros. Alrededor de 2200 votos fueron sumados al candidato del oficialismo, Justo Noguera Pietri, de forma irregular.
Reconocimiento del fraude y silencio del CNE y TSJ
Pese a que Velásquez, con actas en mano, impugnó los resultados, nada cambió. El candidato del chavismo fue juramentado, mientras la protesta de opositores exigiendo transparencia frente al CNE fue reprimida por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
No fue hasta 2020 que, en una entrevista con el periodista Vladimir Villegas, el rector del CNE, Juan Carlos Delpino, aceptó que se habían alterado resultados para favorecer a Justo Noguera (minuto 35:00).
“En la Gran Sabana se produjo una votación que tenía a un testigo de Andrés Velásquez, que agarró su acta. Una mano peluda, no es mentira, se atrevió a hacer un cambio, otra mano peluda se atrevió a proclamarlo. No sé cómo llamar a esta tropelía, que ni siquiera lo que habían hecho coincidía con lo que decía la página del CNE”, señaló Delpino. “Se demostró que -Andrés Velásquez- había ganado (…) hoy lo puedo decir, porque soy rector y no me van a regañar”.
Desconocimiento del voto
Además de las condiciones de ventajismo para el oficialismo, coacción a votantes, nula separación de poderes y fraudes como el de Bolívar, hay otros hechos que nos dan contexto y permiten entender las pocas garantías de voto que hay en Venezuela.
A finales de 2020, el CNE cambió -sin consultar previamente- al menos 199 centros de votación en 18 estados, según reseñó el medio digital Efecto Cocuyo. Esto impedía que los votantes afectados pudiesen ejercer su derecho constitucional al voto.
La organización dedicada a vigilar la transparencia de los procesos electorales, Sumate, cuestionó los cambios de centros al hacerse de forma abrupta, sin consultar a los electores y sin una campaña de información para que se conociera la medida.
En ese entonces, algunas personas reportaron cambios de centros a otros estados lejanos a su habitual colegio electoral. Personas que usualmente votaban en Caracas, sufrieron cambios de centros a estados como Bolívar o Yaracuy, imposibilitando el voto.
En 2017, el candidato ganador la gobernación del Zulia, Juan Pablo Guanipa, fue impedido a ejercer su cargo en el estado al no juramentarse ante la Asamblea Nacional Constituyente. Otros cuatro gobernadores del sector de oposición fueron forzados a juramentarse ante la ANC para no sufrir la pérdida de sus gobernaciones.
Pese a que los gobernadores trataron de evitar la pérdida de sus facultades en sus estados, juramentarse ante la ANC no evitó que el gobierno de Maduro les quitara atribuciones.
“El gobierno tomó medidas para restarle poder traspasando atribuciones de las gobernaciones a otros entes públicos centralizados. El presidente Nicolás Maduro designó a “protectores” para Anzoátegui, Nueva Esparta, Mérida y Zulia. De esta forma, en la Gaceta Oficial N° 41.259 ordenó también la intervención de las policías de Anzoátegui, Nueva Esparta, Táchira, Mérida y Zulia, todas ganadas por candidatos de la MUD, y con la que pierden capacidad de desarrollar planes y operativos de seguridad en sus regiones”, detalla el OEV.
Además, el poder judicial ha sido utilizado -aún cuando la oposición logra ser ganadora- para limitar, restringir e impedir cualquier política que quiera llevar a cabo algún candidato opositor.
Utilización del poder judicial para beneficiar al oficialismo
Otro de los casos importantes fue el desconocimiento de las elecciones a gobernador realizadas en 2021 en Barinas, cuna del chavismo y estado simbólico para el PSUV. El conteo de los votos fue paralizado cuando el chavismo corría el riesgo de perder la elección.
El candidato opositor Freddy Superlano iba liderando las votaciones y se esperaba la proclamación del CNE. Sin embargo, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) intervino y emitió una sentencia aceptando un amparo que suspendía la totalización de los votos y la presentación de resultados.
Además, el TSJ ordenó la repetición de las elecciones sobre la base de la supuesta inhabilitación de Superlano por parte de la Contraloría General. La Misión de Observación Electoral de la Unión Europea expresó en su informe final que: “Al ordenar la repetición de las elecciones en Barinas para el 9 de enero de 2022, el TSJ interfirió en las competencias del CNE”.
Luego fueron inhabilitados -sin notificación previa- por la Contraloría General tres posibles adversarios del oficialismo en las elecciones a repetir en Barinas: la candidata de la MUD, Aurora Silva de Superlano -esposa de Freddy Superlano-, Julio César Reyes y el candidato del Partido Comunista de Venezuela, Aldemaro Sanoja.
Luego de las elecciones, la Misión de Observación Electoral de Unión Europea recomendó: “reforzar la separación de poderes y la confianza en la independencia del TSJ con la aprobación de una nueva Ley de la Carrera Judicial y una reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, para alinearlas con las garantías constitucionales que aseguran una selección de jueces transparente, apolítica y basada en el mérito, evitando la invasión de las competencias del poder electoral”.
Ante la información hallada en medios de comunicación, entrevistas e informes de observadores electorales, Cotejo.info determinó que es mentira que el fraude electoral sea un mito. En 2017, se demostró, con actas en mano, que hubo manipulación de los votos por parte del CNE en las elecciones a gobernador en Bolívar.
Además, hay graves problemas de imparcialidad, independencia de poderes, transparencia y estado de derecho que hacen el proceso electoral en Venezuela poco confiable.
Es importante destacar que no se niega el poder del voto como una herramienta para lograr cambios de gobierno y mejoras en la democracia. Sin embargo, Venezuela carece de garantías como transparencia e imparcialidad en estos procesos electorales, problemas que deben corregirse y no omitirse. El reto es luchar por las mejores condiciones posibles para que el voto de los venezolanos sea respetado.