- Economistas y voceros en Venezuela no logran ponerse de acuerdo en torno a cómo y cuándo debe hacerse el ajuste salarial. El poco acceso a la información que hay sobre la situación e indicadores en el país limita las estimaciones
- Aunque Venezuela ha ido experimentando un leve crecimiento económico, la realidad es que el país parece no tener la capacidad para asumir montos tan altos de compensación salarial
- La no disponibilidad o inexistencia de datos e información de indicadores macroeconómicos sobre la situación de Venezuela torna incierta una fórmula salarial ajustada a la realidad
Por Osman Rojas Durán
El ajuste de sueldo en Venezuela genera incertidumbre y expectativa en la población, en especial entre los sectores que reclaman un salario digno. Aunque desde hace meses se viene especulando con la posibilidad de que el Gobierno nacional apruebe un aumento, todavía no hay información o un anuncio oficial.
El hermetismo informativo que hay en torno al tema ha desencadenado una ola de pronósticos, estimaciones y proyecciones sobre la fecha y el monto que finalmente sería aprobado.
Pero lo que más parece dificultar el ejercicio de consenso en una cifra manejable para el Estado venzolano desde el punto de vista presupuestario, no asfixiante para el empresariado y razonablemente justa para los trabajadores es la opacidad generalizada de indicadores macroeconómicos, datos e información sobre la situación de Venezuela.
Sin contar con la asitencia de datos públicos ciertos y orientadores sobre el vigente presupuesto de la Nación, sobre los ingresos reales en divisas y otras fuentes de recursos financieros, sin claridad sobre el verdaderos tamaño de la deuda externa venezolana y su incidencia en los compromisos de pago y otras obligaciones a corto plazo, sin precisión sobre el tamaño de los pasivos laborales dependientes del Estado, entre otros indicadores, será seguramente difícil generar una fórmula justa.
Las aproximaciones y propuestas
Algunos análisis de expertos se centran en la capacidad y previsión presupuestaria del país para asumir este compromiso con los trabajadores. Mientras, otros se basan en la necesidad de los trabajadores de cubrir con su salario el variante costo de la vida.
Es así como el economista y político venezolano José Guerra se convirtió en tendencia en redes sociales el 7 de febrero de 2023, luego de publicar en el portal Banca y Negocio un análisis en el que señala que Venezuela tiene la capacidad para aumentar el salario mínimo entre 100 y 150 dólares al mes.
El especialista basa su proyección en una serie de datos que, a su juicio, recibirá el gobierno venezolano durante el 2023. Los números aportados por Guerra no son del todo confiables, pero la opacidad informativa que existe sobre las cifras oficiales hace difícil contrastar estos datos.
El gobierno venezolano no publicó la totalidad de las estimaciones asociadas al presupuesto de la nación previsto para 2023. Además, existen diferencias en el resultado de los cálculos presupuestales expresados en bolívares en la ley sancionada y convertidos en divisa para el análisis del tema.
Literalmente Guerra dijo lo siguiente:
Mis cuentas, basadas en cálculos razonables en medio de las tinieblas informativas de Venezuela, es que sí hay dinero para un aumento razonable, entre US$ 100 y US$150 mensuales.
Acá las cifras de lo que en 2023 recibiría el gobierno:
Exportaciones petroleras netas, incluyendo las que comenzó hacer Chevron: US$12.000 millones, IVA: US$ 3.200 millones, venta de gasolina: US$ 1.700 millones, IGTF: US$ 1.500 millones, aduanas y otras contribuciones a las importaciones: US$ 800 millones, otros impuestos y contribuciones parafiscales: US$ 1.000 millones, exportaciones de oro y otros minerales: US$ 1.500 millones, impuesto sobre la renta no petrolero: US$ 2.000 millones.
A estos ingresos hay que agregar aproximadamente US$ 5.000 millones en cuentas mantenidas en el exterior, para un total de US$ 28.700 millones. Sobre la base de una nómina de 4.200.000 pensionados del Seguro Social y aproximadamente 1.200.000 empleados públicos activos, el costo laboral con un salario mínimo de US$ 150 mensuales sería un estimado de US$ 9.720 millones anuales, los cuales serían factibles de ser pagados, dado los ingresos esperados.
Estos datos han sido comparados con la información que ha sido publicada en portales informativos por fuentes especializadas y por proyecciones que el mismo gobierno venezolano ha compartido. Cuando se analizan estos registros encontramos algunas inconsistencias con los números.
En el apartado de ingresos por exportación petrolera, por ejemplo, el economista señala que Venezuela podría ingresar hasta 12.000 millones de dólares, pero esta cifra no se ajusta a la data compartida por algunas fuentes especializadas que ubican el aporte de PDVSA para el presupuesto nacional en 9.341 millones.

No coinciden las cifras
El primero de los problemas de aproximación está en el cálculo en divisas del monto total del presupuesto nacional y sus sectores, calculado en la ley sancionada por un monto total de 170 mil millones 703 millones 832 mil 051 bolívares, que traducidos a dólares serían unos USD 9,7 mil millones calculados a la tasa del 30 de diciembre de 2022 (17,48 Bs/$), según el análisis de Transparencia Venezuela. Un asunto a considerar.
Una nota publicada por Euronews señala que el gobierno de Nicolás Maduro contempla un presupuesto de 14.715 millones para el 2023. El 63 % de estos gastos serían pagados con la renta petrolera, lo que ubica el aporte de PDVSA para este año en 9.341 millones de dólares, 2.659 millones menos que los proyectados por Guerra.
Una nota publicada por Tal Cual señala que para este 2023, Venezuela volverá a depender de la renta petrolera. Sin embargo, sostiene que hacer unas proyecciones de cómo crecerá la economía en el país sudamericano y de los ingresos que recibirá de la exportación de crudo es algo aventurado dado que este crecimiento podría estar entre el 3 % y el 12 %, dependiendo de si Chevron renueva la licencia o no.
De igual manera, el crecimiento no sería superior al 12 % un número bajo si se toma en cuenta la caída que ha experimentado la estatal petrolera en los últimos diez años y que desde Cotejo hemos documentado.
Otro dato cuestionable está asociado a la recaudación por la vía del impuesto a las grandes transacciones financieras (IGTF). En este sentido, el economista señala que el gobierno podría recaudar 1.500 millones de dólares, mientras que las proyecciones gubernamentales apuntan a poco más de 340 millones.
Efecto Cocuyo publicó en enero de 2023 un documento en el que se puede ver el presupuesto de Recursos y Egresos de la República. Allí se aprecia cómo el IGTF es ahora el tercer impuesto recaudador en Venezuela, pero las estimaciones en torno a la recaudación son muy inferiores a las proyectadas por Guerra.
En cualquiera de los casos, está claro que además de los criterios de selección de las fuentes de financiamiento del presupuesto nacional y sus estimaciones de ingreso, para los conceptos de ingresos fiscales nacionales es considerable el efecto que sobre su estimación en dólares tiene el diferencial de un variante tipo de cambio de divisas en el tiempo.
El 30 de enero de 2023 el portal informativo Voz de América realizó un reportaje en el que explican que ni 50 ni 100 dólares son suficientes para el trabajador promedio en Venezuela. De acuerdo con este análisis, hecho por sindicalistas y expertos en el área económica, el ingreso mínimo mensual debe estar rondando los 1.000 dólares. Esta estimación se hace en base al costo de la canasta básica.
Actualmente existe un debate entre sindicatos, sociedad civil y gobierno venezolano sobre el nuevo monto. En septiembre de 2022, el opositor Henrique Capriles propuso que el nuevo salario sea de 200 dólares al mes, planteamiento que fue analizado por el economista Asdrubal Oliveros en la sección Agenda Económica del programa radial conducido por el periodista Román Lozinski.
En ese momento, Oliveros aclaró que más allá de ofrecer una cifra, la principal interrogante a despejar es ¿de dónde saldrán los recursos? “No es tan simple porque los salarios tienen que ver, en general, con la salud de la economía y con la productividad. Y para decirlo en lenguaje sencillo: la productividad tiene que ver con lo que producimos, lo que se crea en Venezuela. En la medida en que tú tengas una economía en la que su capacidad de producir, de crecer, esté limitada, también los salarios van a estar limitados”, agregó.
El 30 de marzo de este 2023, Froilán Barrios, secretario ejecutivo de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), dijo que la Mesa Tripartita propuso un aumento salarial de 200 dólares mensuales y se encontraban a la espera de la respuesta de la contraparte: el gobierno de Nicolás Maduro.
El problema de la opacidad
La opacidad informativa que hay en Venezuela en torno al tema económico hace que sea imposible poder comparar los otros datos aportados por el economista.
Expertos en el área como Luis Crespo, economista y asesor de la Central de Trabajadores de Venezuela, señalan que la inestabilidad del país hace que sea imposible en la actualidad fijar el sueldo de los trabajadores.
De acuerdo con Crespo esta información ha sido suministrada por la misma viceministra de trabajo en las reuniones sostenidas para tratar de alcanzar un acuerdo.
“Sería irresponsable decir cuál será el monto del salario mínimo si la información que debe otorgar el Estado es inconsistente”, dijo el 10 de marzo en una nota que recoge El Pitazo.
Liuba Malpica, economista con más de 13 años de experiencia como docente universitaria, comparte esta opinión y declaró para Cotejo.info que hacer estos cálculos en base a estimaciones es muy arriesgado.
En realidad, no es posible precisar la cantidad de dinero que recibirá el gobierno nacional por cobro de impuestos, exportación de minerales, aduanas o venta de gasolina, estima la economista.
“En este sentido, la opacidad hace que todo sea en base a especulaciones. El crecimiento económico de Venezuela es difícil de medir porque los números son internos”, dijo.
Al 30/03/2023 el sueldo mínimo es de $5
El tema de un próximo ajuste salarial es un secreto a voces. Al 30 de marzo de 2023, fecha en la que se redactó este reportaje, el sueldo mínimo en Venezuela es de 130 Bs.D, lo que al cambio del día equivale a 5,31 dólares.
Con un salario tan bajo, las manifestaciones en todo el país por mejoras salariales no han parado. Sindicatos y miembros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han propuesto un salario que alcance los 400 dólares mensuales; un monto que se alcanzaría con dos o tres aumentos en el año partiendo de una base de 200 dólares al mes.
Sin embargo, esta cifra también parece estar lejos de las estimaciones reales, por lo que parece necesaria la unificación de criterios y fuentes de información confirmada que sirvan de base para arribar a una propuesta realista de evolución en la fórmula de compensación salarial para los trabajadores de Venezuela.

La fuente de recursos para los salarios
Otro de los temas que hay que tener en cuenta es que el economista Guerra hace la estimación de estos ajustes salariales proyectando unos ingresos que no necesariamente están en el presupuesto nacional.
Recientemente el diario TalCual publicó unos documentos en los que aparece cómo será la distribución y planificación de recursos y egresos para este 2023. Aspectos como cuentas mantenidas en el extranjero no aparecen en la planilla.
Pero uno de los datos más esclarecedores en cuanto a la base de estimación de salarios lo ofrece el citado análisis realizado por la organización Transparencia Venezuela, en el que indica se “prevé sueldos y salarios para 5.477.571 de funcionarios, (4.408.103 de ellos militares), que solo alcanza para USD 5,8 al mes (recuerde, al tipo de cambio de diciembre)”.
Esta cifra de cantidad de dependientes del sector público es 4.277.571 más alta que la estimada por el profesor Guerra, por lo que necesariamente difiere en resultados la instrumentación de un aumento salarial.
Un asunto más a considerar será el componente adicional de los “pensionados del Seguro Social”, que Guerra estima en una comunidad de 4.200.000 personas cuyas dietas habría que incluir en la cuenta.
El peso de los compromisos de la deuda
Otro asunto del que no existe información firme y totalmente confiable es el relacionado con la deuda externa vigente de Venezuela y sobre las responsabilidades que esto deriva en compromisos de pago mediatas y a largo plazo, lo cual hará peso en la ejecución del presupuesto nacional.
Lo que sí está claro es el peso de los compromisos de la deuda sobre la capacidad de ejecución real del presupuesto de la Nación, un tema sobre el cual el Observatorio de Gasto Público de CEDICE hace un ejercicio esclarecedor.
Aunque no hay claridad acerca del monto global, algunas fuentes estiman este monto en unos USD 90 mil millones para el cierre de 2022, mientras que las estimaciones más recientes, del grupo de análisis de Transparencia Venezuela, elevan este número hasta los USD 160 mil millones para 2023.
En los resúmenes del Banco Mundial no es posible resolver este dato por la falta de reportes de parte de Venezuela a esa entidad financiera multilateral, por lo que en el caso de nuestro país este ítem aparece con espacios vacíos de información.
Tampoco está resuelto de forma específica la cuenta de los ingresos nacionales estimados nominalmente, y que no ingresan de forma real al fisco nacional porque vienen de nacimiento comprometidos por los convenios operacionales y de cooperación vigentes firmados con algunos países, en los que la factura petrolera no se convierte en dinero contante y sonante para Venezuela.
Por lo expuesto, resulta difícil estimar la capacidad que tiene Venezuela para aprobar un salario mínimo que satisfaga las necesidades o aspiraciones de los empleados públicos.
Pese a que Venezuela ha ido mejorando en algunos rubros y aspectos del plano económico, en el país no existe una data oficial confiable sobre los ítems asociados al sector económico que permita contrastar las cifras y hacer estimaciones sobre la capacidad del Estado para definir una real compensación salarial.
Tampoco está previsto el peso que causará el tamaño de la deuda externa venezolana ni los efectos que tendrán sobre la ejecución del presupuesto nacional los compromisos de pago en el corto plazo.