- Funcionarios del gobierno e instituciones públicas se pronunciaron con más mentiras que verdades sobre la pandemia de COVID-19 en Venezuela, aumentando la desinformación y los bulos en el país
- La narrativa del gobierno de Nicolás Maduro sobre la pandemia fue triunfalista, tratando de mostrar que enfrentaban con éxito la batalla contra la COVID-19. Sin embargo, esta se basó en mentiras o medias verdades
- La falta de información oficial sobre el sistema de salud público en Venezuela, los contagios, las muertes y la vacunación contra la COVID-19 reinó durante toda la pandemia en el país
Por María Fernanda Rodríguez
El 5 de mayo de 2023 el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Gebreyesus, declaró públicamente el fin de la COVID-19 como emergencia sanitaria internacional. La decisión fue el resultado de la recomendación que hiciera el Comité de Emergencias de la OMS el día anterior. Sin embargo, “esto no significa que COVID-19 haya dejado de ser una amenaza para la salud mundial”, enfatizó Gebreyesus. La enfermedad por coronavirus continúa siendo una prioridad de la salud pública global.
En Venezuela la opacidad informativa sobre la pandemia de COVID-19 reinó durante los tres años, tres meses y cinco días que duró la emergencia sanitaria internacional. Esto contribuyó a que en ese período la desinformación y los bulos se esparcieran como un virus, contribuyendo a la infodemia que advirtió la OMS. El Observatorio Venezolano de Fake News verificó más de 600 bulos asociados a la pandemia entre 2020 y 2022.
En Cotejo.info se creó una sección exclusiva para la COVID-19, donde hay 69 verificaciones, publicadas entre febrero de 2020 y julio de 2022. De esas, 36 fueron hechas al discurso público venezolano, es decir, a afirmaciones dichas o publicadas por funcionarios de gobierno, entes gubernamentales, políticos y expertos de la salud. La mayoría de estas resultaron ser mentiras (14) o medias verdades (12), mientras que solo 10 -que representa el 28 % del total- fueron verdades.

Funcionarios y entes del oficialismo mintieron total o parcialmente al menos 22 veces
De las 36 afirmaciones del discurso público verificadas por el equipo de Cotejo.info, 22 fueron dichas o publicadas por fuentes del oficialismo venezolano, algunas de ellas repetidas por distintos voceros. Todas estas resultaron ser mentiras (12) o medias verdades (10), según las categorías que utilizamos en nuestra metodología de fact-checking. Ninguna afirmación hecha por funcionarios o entes gubernamentales del partido de gobierno fue verdadera, existiendo incluso contradicciones entre fuentes distintas del mismo oficialismo en cuanto a número y ubicación de los contagios.
La fuente oficial que más mintió total o parcialmente sobre el COVID-19 fue el mandatario nacional Nicolás Maduro, con siete afirmaciones, seguido por Jorge Rodríguez (4), por entonces vicepresidente sectorial de Comunicación e Información; Carlos Alvarado (3), exministro de Salud; Delcy Rodríguez (2), vicepresidenta de la República y Rafael Lacava (2), gobernador del estado Carabobo.
Los funcionarios Diosdado Cabello, presidente de la extinta Asamblea Nacional Constituyente (ANC); Francisco Torrealba, presidente de la Comisión de Trabajadores de la ANC; Tareck El Aissami, exvicepresidente del área económica; Elvis Méndez, diputado de la ANC; Javier Cabrera, secretario de Salud de la Gobernación del estado Lara; Olegario Martínez, alcalde del municipio Rosario de Perijá, estado Zulia; y Miguel Burgos, alcalde del municipio Los Guayos, estado Carabobo, dijeron mentiras o medias verdades en al menos una ocasión. En cuanto a entes del oficialismo, el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información (Minci) y la Plataforma Patria también publicaron mentiras o verdades a medias.
La primera afirmación sobre la pandemia que verificó Cotejo.info fue hecha por el entonces ministro de salud, Carlos Alvarado, en febrero de 2020. En una alocución transmitida por el canal del Estado VTV, Alvarado aseguró que Venezuela estaba preparada para atender e identificar el coronavirus en las instituciones de salud nacionales. Ante la falta de información pública sobre el estado de hospitales y centros sanitarios en el país, el equipo de verificadores revisó informes y declaraciones de organizaciones no gubernamentales, médicos y enfermeros, lo que permitió calificar dicha afirmación como una media verdad.
La última verificación sobre la COVID-19 también fue sobre una afirmación hecha por un representante del oficialismo, en este caso, el mandatario nacional Nicolás Maduro. El 20 de junio de 2022, en el Consejo de Vicepresidentes Sectoriales del Gobierno, Maduro aseguró que existía un repunte de contagios por COVID-19 en la frontera con Colombia, aunque sin especificar en qué zonas ni dar mayores detalles.
La verificación hecha por Cotejo.info evidenció que la opacidad en cuanto a cifras de contagios y los indicios que por entonces había sobre el posible inicio de una cuarta ola de la enfermedad en el país, llevaron a calificar como media verdad la afirmación del gobernante.
Narrativa oficialista se mostró triunfal frente a la pandemia con base en mentiras y medias verdades
En la mayoría de las afirmaciones hechas por entes o funcionarios del oficialismo predominó una narrativa de triunfalismo del gobierno sobre la COVID-19 y su presunta capacidad para enfrentar con éxito la pandemia.
Aseveraciones como que el tratamiento contra la enfermedad de coronavirus era producido en Venezuela, que el país había logrado buenos niveles de acatamiento de la cuarentena, que la tasa de recuperados de COVID-19 era la más alta de la región, que el país contaba con suficientes camas hospitalarias para pacientes con COVID-19 o que se estaba aplanando la curva de contagios en el territorio nacional, dichas por altos funcionarios del gobierno, resultaron ser medias verdades.
La mayoría de las 12 mentiras dichas por fuentes oficialistas y verificadas por Cotejo.info también se basaron en afirmaciones que buscaban mostrar la capacidad de control de la pandemia en el país por parte de las autoridades. El primero en mentir sobre la COVID-19 en Venezuela fue el por entonces ministro de salud, Carlos Alvarado, como referimos en el apartado anterior. Este funcionario también mintió al decir que el plan de vacunación contra otras enfermedades en el país se había visto solo un poco afectado por la pandemia y que la vacunación anti-COVID-19 marchaba de manera expedita en Venezuela.
Por su parte, Jorge Rodríguez, quien fue ministro de comunicación durante los primeros seis meses de cuarentena nacional por la COVID-19, también mintió al decir el 2 de abril de 2020 que Venezuela había aplicado 1.227 pruebas por cada millón de habitantes.
Un análisis de Cotejo.info demostró que Rodríguez dio cifras distintas al informe presentado ese mismo día por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés). Cálculos propios de este medio de fact-checking, basados en cifras de la OCHA, indicaron que apenas se hacían 71 pruebas por cada millón de habitantes.
Cuatro meses después, la hermana de Jorge Rodríguez y vicepresidenta del gobierno de Maduro, Delcy Rodríguez, también mintió sobre el mismo tema. El 4 de agosto de 2020 publicó en su cuenta de Twitter que Venezuela tenía la cifra más alta de pruebas COVID-19 por millón de habitantes de toda América Latina. La verificación hecha por Cotejo.info encontró que Venezuela era, para ese momento, el quinto país con más pruebas por millón de habitantes en América Latina.
Otros altos funcionarios, como Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, también mintieron para hacer creer que el gobierno nacional enfrentaba de manera exitosa la pandemia, incluso mejor que el resto de países de la región o el mundo.
Maduro dijo el 5 de julio de 2020 que en Venezuela se había descubierto el método de cuarentena 7+7. Sin embargo, ese método era similar a un modelo desarrollado antes en Israel por científicos del Instituto Weizmann. Cabello, por su parte, dijo el 2 de septiembre de 2020 que Venezuela tenía los más bajos índices de mortalidad de COVID-19 por millón de habitantes, cuando en realidad otros 57 países tenían índices más bajos que los nuestros.
Expertos dijeron ocho verdades y dos mentiras
Como ocurrió también en otros países, las fuentes científicas y expertas fueron las que dijeron más verdades sobre la pandemia. En Venezuela la OMS, la OCHA, la Academia Nacional de Medicina, la Sociedad Venezolana de Infectología, la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman) y la organización no gubernamental Médicos Unidos de Venezuela fueron las organizaciones expertas que se pronunciaron con certezas sobre el desarrollo de la pandemia en el país.
Asimismo, el médico Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana; Marino González, médico e individuo de número de la Academia Nacional de Medicina; Julio Castro, infectólogo; Enrique López Loyo, expresidente de la Academia Nacional de Medicina y Sirio Quintero, investigador venezolano, también se pronunciaron.
Todas las fuentes anteriores, salvo López Loyo y Quintero, dijeron verdades. El médico López Loyo mintió al afirmar el 29 de mayo de 2022 que la COVID-19 ya no era un problema de salud, mientras que Quintero mintió al difundir “curas mágicas”, sin base científica, para tratar la enfermedad del coronavirus.
Una semana antes de que el gobierno nacional decretara el inicio de la cuarenta por COVID-19, la Sociedad Venezolana de Infectología advirtió que el país no contaba con información epidemiológica actualizada, refiriéndose específicamente a la desaparición del boletín epidemiológico semanal que ofrecía el Ministerio de Salud, cuya última publicación fue en diciembre de 2016. “La desinformación trae incertidumbres, especulaciones y tomas inadecuada de decisiones”, advirtió esta organización el 10 de marzo de 2020.
A mediados de mayo de 2020, la Acfiman publicó un informe titulado Estado actual de la epidemia de la COVID-19 en Venezuela y sus posibles trayectorias bajo varios escenarios. En el mismo se señalaba que el país registraría 1.000 contagios diarios en septiembre de ese año, proyección científica que fue criticada por funcionarios del oficialismo, llegando incluso a amedrentar públicamente a los académicos que firmaban el informe. Las cifras oficiales superaron el pronóstico de la Acfiman incluso tres semanas antes, con 1.138 contagios reportados por el gobierno el 11 de agosto de 2020.
Fuentes expertas también afirmaron que en Venezuela existía un subregistro de contagios y fallecimientos por la enfermedad de coronavirus. Estas aseveraciones fueron verificadas y calificadas como verdaderas por el equipo de Cotejo.info, tras contrastar las cifras publicadas en la plataforma patria, las dichas por funcionarios gubernamentales y las recogidas por medios de comunicación y periodistas mediante testimonios de médicos, enfermeros y familiares de personas contagiadas de COVID-19.
Opositores se expresaron sobre la pandemia con dos verdades, dos medias verdades y una mentira
José Manuel Olivares, presidente de la Subcomisión de Salud de la Asamblea Nacional elegida en 2015, dijo una verdad y una media verdad sobre la pandemia en Venezuela. En 2020 aseguró que en el país no se podía hacer transferencia de plasma en pacientes con COVID-19, luego de que el gobierno de Maduro activara un protocolo para el acceso y uso del “plasma de convaleciente para el tratamiento de la COVID-19”. Cotejo.info encontró que en Venezuela sí podría existir capacidad para investigar, desarrollar y procesar este tipo de tratamiento, aunque la escasez de insumos y material médico serían dificultades.
En 2021, Olivares dijo una verdad sobre la pandemia en Venezuela, al afirmar que el Carvativir -gotas hechas con extractos de tomillo- era un tratamiento para la COVID-19 sin base científica. Este fármaco fue promocionado por el gobierno nacional como efectivo para bloquear la infección que causa el virus SARS-CoV-2. Sin embargo, la Academia Nacional de la Medicina publicó una nota preliminar al día siguiente del lanzamiento del antiviral, en la que explicaban que los extractos de tomillo sí tienen potencial terapéutico contra el coronavirus, pero “es prudente esperar por mayores datos de las pruebas del Carvativir (…) para calificar como candidato a medicamento anti COVID-19”.
Henrique Capriles, exgobernador de Miranda y excandidato presidencial, y Julio Borges, comisionado presidencial para las relaciones exteriores de Venezuela del gobierno interino de Juan Guaidó, dijeron dos verdades sobre la pandemia en el país.
El primero alertó en enero de 2021 que en Venezuela no existía aún un plan de vacunación contra la COVID-19, afirmación que resultó ser cierta en su momento. En agosto de ese mismo año, Borges dijo que Venezuela atravesaba el peor momento de la pandemia. Las cifras oficiales de contagios, la baja tasa de vacunación contra la enfermedad de coronavirus y la crisis sanitaria por escasez de insumos hospitalarios demostraron que esa afirmación era una verdad.
En cuanto a la mentira dicha por una fuente de la oposición que verificó Cotejo.info, se trató de una infografía publicada en las redes sociales oficiales de la Gobernación de Mérida -en manos de un gobernador adeco- a comienzos de marzo de 2020, cuando aún no se había decretado la cuarentena nacional en Venezuela. La información recomendaba hacer gárgaras de agua con sal para prevenir el contagio de COVID-19, remedio que también difundía el gobierno nacional. Ninguna de las 10 medidas de prevención básicas que daba la OMS incluían esa recomendación.
La desinformación y los bulos provenientes de fuentes oficiales, políticos o expertos es aún más grave que la que difunden fuentes sin mayor incidencia en la opinión pública. Las primeras tienen mayor credibilidad entre la ciudadanía, lo que implica que todo lo que digan sobre asuntos de interés público será asumido como verdad en el discurso público. Por ello, cuando una fuente oficial o experta miente y pierde credibilidad, la confianza de la sociedad se mina, aumentando la incertidumbre y la proliferación de contenidos falseados.