Escuche aquí el Podcast #2 de Venezuela 2020: La reindustrialización del país
- Todas las Industrias Básicas de Guayana están en paro técnico o con mínimos de producción
- La producción de alúmina por parte de CVG Bauxilum en 2018 fue de cero toneladas
- Inversión, cambio de modelo y reivindicación de la misión y la visión de las empresas, pilares para la recuperación
Un estado, tres sectores clave, 21 empresas agrupadas bajo un conglomerado llamado Corporación Venezolana de Guayana (CVG)… Estas forman las llamadas Industrias Básicas de Guayana. En palabras de Damian Prat, locutor, articulista y estudioso del sector industrial en el estado Bolívar, el término “básicas” se debe a que estas industrias representan la base de la cadena industrial de Venezuela, ya que los productos terminados que de estas compañías se derivan sirven de materia prima para otras empresas a lo largo y ancho del país. De allí su importancia estratégica.
Es por ello que el segundo trabajo de la serie “Venezuela 2020 – El país que viene” se enfoca en la recuperación de las Industrias Básicas de Guayana. Luego de plantearnos en el trabajo anterior cómo recuperar la industria petrolera, consideramos que el siguiente paso es analizar este grupo de empresas ubicadas en Ciudad Guayana, y que marcan la dinámica de buena parte del estado Bolívar, el más grande en cuanto a extensión del país.
Corporación Venezolana de Guayana
La Corporación Venezolana de Guayana, mejor conocida como la CVG, es un ente que agrupa a un conjunto de empresas ubicadas en Ciudad Guayana. Fue fundada el 29 de diciembre de 1960 con miras a crear una sinergia entre las actividades económicas del sector público y privado de la región. Actualmente es presidida por el abogado y político Pedro Maldonado. Sin embargo, Juan Guaidó designó a finales del pasado mes de septiembre una junta administradora ad hoc de la CVG, nombrando como su presidente al ciudadano Enrique Manuel Cardelis Inciarte.
En la actualidad, 21 empresas forman parte de la CVG. Por el sector aluminio se encuentran CVG Venalum, CVG Carbonorca, CVG Cabelum, CVG Bauxilum, CVG Alcasa, CVG Alucasa, CVG Alunasa y CVG Rialca. El sector hierro-acero está representado por las industrias Sidor, CVG Ferrominera, Briqven, Comsigua, Briquetera del Caroní, Briquetera del Orinoco y Refractario. Las empresas enfocadas a servicios son Ferrocasa, Internacional, Conacal, Fundeporte, Tecmin y Sociedad de Garantías Recíprocas, según se recoge en el sitio web oficial de la CVG. Maderas del Orinoco (antiguamente Proforca) también se considera parte de las empresas básicas como parte del sector forestal.
Empresas como CVG Bauxilum se encargan de explotar los yacimientos de bauxita y transformarlos en alúmina. Estos constituyen la materia prima fundamental para obtener aluminio primario. La venta de estos minerales se dirige en su mayoría al mercado nacional, abasteciendo a CVG Alcasa y CVG Venalum, principales productoras de aluminio, así como cilindros y productos laminados de este metal. Otras compañías que se dedican a producir laminados de aluminio son CVG Alunasa y CVG Alucasa.
Los procesos de Sidor (una de las más grandes e importantes de este conglomerado de empresas) inician con la fabricación de pellas y culminan con la entrega de productos tales como barras, alambrón y láminas de diversos tipos, entre otros.
Por su parte, CVG Ferrominera Orinoco C.A. tiene como responsabilidad la explotación del hierro y sus derivados, para luego comercializar finos y gruesos de hierro, además de pellas para altos hornos y reducción directa. Ferrominera surge como resultado de la nacionalización de las empresas Orinoco Mining Company y Iron Mines Company of Venezuela, subsidiarias de la U.S. Steel y la Bethlehem Steel Company, respectivamente.
Las industrias briqueteras, también conocidas como productoras de hierro briquetado o de briqueta de hierro son: Briqven, Comsigua, Briquetera del Caroní y Briquetera del Orinoco. Estas empresas se dedican a trasformar el hierro en productos de mayor valor agregado, como son las briquetas, obteniendo así un importante rédito.
Actualidad de las Industrias Básicas de Guayana en números
Todas y cada una de las Industrias Básicas de Guayana están técnicamente cerradas, o en el mejor de los casos, con niveles de producción históricamente mínimos. Vamos a dar ejemplos de las más representativas.
CVG Alcasa ha venido mostrando un declive importante en los últimos años. Para 2007, esta empresa producía 180 mil toneladas de aluminio primario. Luego de la orden del entonces presidente Hugo Chávez a finales de 2009 de clausurar y desmantelar las Líneas I y II debido a la crisis energética que atravesaba el país, la reducción de la producción se acentuó al punto tal que la producción del año pasado fue de apenas 4 mil 500 toneladas, una disminución de 97,5 %.
La otra gran empresa productora de aluminio primario, CVG Venalum, producía en el año 2006 441 mil toneladas del mineral. En 2018, 60 mil 200 toneladas. En 12 años se perdió 86,34 % de la producción.
Sidor, la gigante del acero venezolano, con una capacidad instalada para producir 5,1 millones de toneladas al año de este metal y nacionalizada el 12 de mayo de 2008, produjo en 2007 4,3 millones de toneladas de acero. 11 años más tarde, apenas 50 toneladas. Podemos hablar de una paralización casi total, con 99,99 % de disminución.
El caso de CVG Ferrominera, otro de los grandes emblemas del grupo de Industrias Básicas de Guayana, también es digno de destacar. De producir 22,5 millones de toneladas de mineral de hierro en 2006, año de reelección de Hugo Chávez sobre Manuel Rosales, pasó a 3 millones el año pasado, 86,6 % menos.
Sin embargo, una la más dramáticas reducciones la tiene CVG Bauxilum, al pasar de una producción de 1 millón 904 mil toneladas de alúmina en 2005 a CERO en 2018, debido a que esta planta estuvo cerrada, obsoleta y prácticamente desmantelada el año pasado. Esta reducción de 100 % provocó que empresas como CVG Venalum y CVG Alcasa tuvieran que traer la alúmina importada en 18 buques por un monto de más de 120 millones de dólares, según reseña The Watcher Venezuela.
Un pequeño ejemplo de la conexión entre estas empresas básicas es el siguiente: Sin bauxita, no se puede obtener alúmina, que es la materia prima que necesitan CVG Venalum y CVG Alcasa para producir el aluminio primario. El detalle radica en que la empresa encargada de transformar la bauxita en alúmina es CVG Bauxilum. Por lo tanto, esa cadena de producción se encuentra rota en la actualidad.
Recuperación de las Industrias Básicas de Guayana
Cecilio Pineda es secretario de organización del Sindicato Único Nacional de Empleados Públicos de la CVG (SUNEP-CVG). Es coordinador de proyectos industriales de la CVG y miembro principal de una agrupación llamada Intersectorial de Trabajadores de Guayana, conformada por dirigentes sindicales de todas las empresas.
En opinión de Pineda, que conoce desde adentro el mundo de las Industrias Básicas de Guayana, recuperar empresas de la envergadura de Sidor, Venalum o Alcasa requiere de una gran inversión. No obstante, para poder contar con dicha inversión primero se le debe brindar seguridad jurídica a los inversionistas. “Estamos hablando de unas empresas básicas de gran tamaño. Primero debe haber una seguridad jurídica para los inversionistas. Tenemos que ir con asociaciones estratégicas con el sector privado, el sector extranjero. Mucha gente quiere invertir en las empresas, en el sector hierro, en el sector acero, en el sector aluminio, pero con esta incertidumbre política y jurídica no va a venir nadie”, expresó.
En la misma tónica, la periodista Pableysa Ostos –quien hace vida en el estado Bolívar- argumenta: “Se necesita de una buena inversión en equipos y materiales, remunerar a tu personal como es debido, contar con un buen HCM… Además, se requiere de una buena gerencia”.
Al tratarse de 21 empresas estratégicas, nos preguntamos si alguna industria o sector debería tener alguna prioridad. Pineda lo tiene claro. ”La prioridad de las empresas acá en Guayana tiene que ser el sector eléctrico. Tenemos que recuperar (las represas) Macagua y Guri. Primero Guri, porque es el que garantiza al menos 70 % de la electricidad al país. Y Macagua, que es la que genera los kilovatios que necesitan tanto Sidor como Venalum, y todas aquellas necesitan de kilovatios para prender sus hornos. No podemos intentar encender un horno de Sidor o Venalum sin garantizar que Guri esté al menos 80 % operativa. Sin él, no podemos hablar de recuperación de ninguna otra empresa, indicó.
Tamaño de la inversión requerida
En este punto ocurre algo bastante curioso. Todos tienen claro que se requieren grandes cantidades de dinero para acometer la recuperación de las Industrias Básicas de Guayana, pero nadie se atreve a dar una cifra debido al número de empresas y la complejidad institucional –así como la actualidad- de cada una. “Es cuantificable, pero no sabría decir cuánto. Eso sí, el número es bastante elevado”, expresa la comunicadora social Ostos.
“Se ha hecho un trabajo de revisión con los pocos técnicos que aún quedan en las empresas. No es fácil de cuantificar, dado que quienes administran las empresas son afectas al gobierno y no sueltan datos. En el caso de Venalum, recuperar una celda apagada requiere de unos 400 millones de bolívares y, cuando lo multiplicamos por las más de 900, eso sería más o menos el tamaño de la inversión solo para Venalum”, opina Pineda.
“Por otro lado, recuperar una planta como Venalum, con la tecnología obsoleta que tiene, habría que evaluar si se eliminan esas líneas viejas y sale mejor ir al mercado internacional a invertir en nuevas tecnologías. Igual en Sidor”, añadió.
Tiempo para recuperar las Industrias Básicas de Guayana
Ostos argumenta que recuperar las Industrias Básicas de Guayana requerirá de mucho tiempo. “Puede tomar años porque ha sido mucho el tiempo de omisión, de descuido, de malversación de fondos, de una gran corrupción en todas las empresas”.
Para el dirigente sindical Pineda, se debe realizar una evaluación particular de cada empresa a la hora de establecer tiempos de recuperación. Ya hay técnicos dentro del Plan País propuesto por el equipo de Juan Guaidó trabajando en ello. “La idea es que se ponga operativa una planta rápidamente, dependiendo del sector. Tratar de que en seis meses a un año se active alguna producción pequeña. El problema es que el desastre es tan grande que se habla de hasta cinco años para recuperar en las mejores condiciones, contando con la inversión necesaria, una empresa de aluminio, por ejemplo”, sostuvo.
Igual ocurre en el caso de Sidor. Allí hay plantas que se pueden recuperar rápidamente, pero faltaría el acero para poder producir cabillas, planchones y láminas. Por lo tanto, el tiempo de recuperación se proyecta casi siempre a un año para empezar a operar.
Otro ejemplo es el de Carbonorca, que es la empresa productora de ánodos de carbón. Los técnicos estiman que en seis meses se puede estar produciendo carbón para la exportación. De esta manera poder generar divisas mientras se recuperan empresas como CVG Venalum y CVG Alcasa.
El caso de Ferrominera, que es la compañía que trae del Cerro Bolívar el hierro hasta Puerto Ordaz, es más complejo. “Primero se debe realizar una adecuación de las vías férreas y arreglar las locomotoras, para así mejorar la logística de traslado del mineral. (Se tiene que) invertir en maquinarias en el Cerro Bolívar para poder extraer de mejor forma la mina y llevarla hasta Puerto Ordaz. Luego hay que ver la planta de pellas, toda la transformación que le hacen al hierro. También se habla de un año, mínimo, para empezar, no para producir al 100 %. Hablamos de un 10 o un 20 %”, indicó.
“La idea es que las empresas primero se activen paulatinamente y que esa generación de ingresos permita a los trabajadores tener sueldos dignos, ir mejorando en la medida de lo posible las condiciones colectivas que se tenían antes cuando las empresas eran rentables y productivas. Todo esto se contempla en el Plan País”, complementó el secretario general de SUNEP-CVG.
En palabras de Pineda, las empresas deben priorizar la misión y la visión de las mismas para poder salir a flote nuevamente. “De acuerdo con un equipo de trabajo de todas las empresas, las Industrias Básicas de Guayana son recuperables, pero primero debe ocurrir un cambio de modelo político y económico en el país. Con el modelo actual, donde la prioridad en muchos casos es la razón social y se pierde de vista la misión y visión que tiene cada empresa, no vamos a tener éxito”, finalizó.