- Las cifras oficiales de casos positivos, nuevos casos diarios y fallecidos por día revelan un aumento de la presencia del virus en el país, en comparación con 2020
- A más de un año de la llegada de la pandemia, los principales centros hospitalarios del país siguen con deficiente dotación de insumos de bioseguridad
- Venezuela es uno de los tres países de América Latina con el porcentaje más bajo de personas inmunizadas contra la COVID-19
Por Karla Torres
El 10 de agosto de 2021, Julio Borges, Comisionado Presidencial para las Relaciones Exteriores de Venezuela -designado por el Gobierno interino de Juan Guaidó-, aseguró que “Venezuela está atravesando el peor momento de la pandemia”.
La nota de prensa con la declaración de Borges, difundida por el Centro de Comunicación Nacional, destacó que la ausencia de segundas dosis, el lento proceso de vacunación, la poca capacidad del sistema de salud y la llegada de la variante Delta al país, son algunos de los argumentos que sustentan la afirmación del político opositor.
El equipo de Cotejo.info fijó la lupa sobre esta frase y, después de verificar y consultar con fuentes documentales, llegó a la conclusión de que lo dicho por Julio Borges es una verdad, porque las acciones que ha tomado el Gobierno para controlar la pandemia en Venezuela no han sido suficientes para contener los contagios de COVID-19 ni para mejorar el sistema de salud.
Cifras oficiales arrojan incremento de casos y de fallecidos
En las cifras oficiales de casos positivos, nuevos casos por día y fallecidos, disponibles en la plataforma covid19.patria.org.ve, se observa que el virus sigue activamente presente en el país.
Si se toman como referencia estos datos -cuestionados desde el inicio de la pandemia por múltiples inconsistencias– se observa en el gráfico de “nuevos casos” por día que los picos más altos del año 2020 se ubicaron entre finales de agosto y mediados de octubre.
En cambio, durante este 2021 se han detectado picos por encima de los 1.000 nuevos casos diarios en el mes de marzo y luego entre el 1° de abril hasta el mes de agosto. Además, la curva de casos positivos detectados sigue en ascenso.

En el caso de las muertes también existen diferencias entre el comportamiento de los meses del año 2020 y 2021. El gráfico oficial del número de fallecidos por día de 2020 muestra un pico de 12 fallecidos registrado el 13 de agosto. Ese pico fue superado a partir del 31 de marzo de 2021 con 13 muertes por COVID-19 reconocidas por el Gobierno.
La mayor cantidad de fallecidos reconocidos este año se registró el día 22 de abril, con 22 decesos. Ese mismo día, pero de 2020, no hubo muertes.

El incremento de estos indicadores oficiales sirve para reforzar la afirmación del opositor Borges, cuando señala que se viven los momentos más duros de la pandemia.
Justo el día que se publicó la declaración de dirigente, el 10 de agosto de 2021, el parte oficial arrojó 14 fallecidos. Un año antes, en la misma fecha, solo se reportaron 6 muertes. Significa que solo ese día las muertes por coronavirus aumentaron 133 % (8 decesos adicionales), en comparación con el 10 de agosto de 2020.
Sector salud: pronóstico grave
Las fallas en el sistema de salud de Venezuela existen desde hace años, sin embargo, la llegada de la pandemia al país agudizó aún más el viacrucis que vive este sector.
El 13 de marzo de 2021 se cumplió el primer año del anuncio de los primeros casos positivos de coronavirus, en medio de una ola de casos positivos y la orden gubernamental de cumplir tres semanas seguidas de cuarentena radical.
Los expertos coinciden en que la crisis económica y poca movilización dada por la escasez de combustible ralentizó el avance de la pandemia en el país. Las consecuencias en el aumento de casos y demanda de camas hospitalarias se hicieron públicas este año 2021, mediante publicaciones en medios de comunicación que dieron cuenta de la realidad que viven los ciudadanos por la escasez de oxígeno medicinal.
De acuerdo con la ONG Monitor Salud con la presencia del virus en el país hubo un incremento significativo en la persecución, hostigamiento y amenazas en contra de cualquier trabajador sanitario que ejerciera su derecho a exigir condiciones dignas y equipos de bioseguridad.
La ONG destacó que el primer semestre de 2021 da cuenta de la mortalidad generada por el virus de la COVID-19 en los trabajadores sanitarios, al menos 700 han muerto y la cifra sigue en aumento.
Según el contador que maneja el equipo de Cotejo.info, el sector salud acumula 723 muertes de médicos y personal de salud fallecidos por COVID-19, al 18 de agosto de 2021.
El doctor Jaime Lorenzo, presidente ejecutivo de la ONG Médicos Unidos, en entrevista para Cotejo.info aseguró que en comparación con el año pasado las muertes en el sector salud han tenido un aumento significativo.
Monitor Salud también señala que los equipos de protección para el personal del área sanitaria, elementales para protegerse de enfermedades contagiosas como la COVID-19, “brillan por su ausencia”.
Es claro que las demandas del sector salud persisten tras más de un año de pandemia. Por eso, según el doctor Lorenzo, los familiares de los pacientes son quienes dotan de insumos de protección a los médicos para que sus familiares puedan ser atendidos.
El médico egresado de la Universidad Central de Venezuela añadió que actualmente “estamos en punto crítico” de la pandemia, principalmente por la falta de un plan nacional de vacunación eficaz y público.
Ausencia de segundas dosis de Sputnik-V ralentiza proceso de vacunación
El proceso de vacunación en Venezuela avanza en medio de incertidumbre y opacidad informativa, según los datos que maneja la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos, solo el 3,86 % de los venezolanos han sido plenamente vacunados contra la COVID-19, hasta el 18 de agosto de 2021.
Venezuela es uno de los tres países de América Latina con el porcentaje más bajo de personas inmunizadas contra la COVID-19, le siguen Honduras y Guatemala, en último lugar.
La falta de información oficial sobre el proceso de vacunación en el país hizo que medios de comunicación y ONG lleven conteo independiente de las personas inmunizadas, con el fin de ofrecer información actualizada sobre lo que sucede con la inmunización anti-COVID-19 en Venezuela.
En medio del proceso han sido distintas las quejas e irregularidades denunciadas por los ciudadanos y organizaciones no gubernamentales, sin embargo, una de las más recurrentes es la falta de la segunda dosis de la vacuna rusa Sputnik V.
El médico infectólogo, Julio Castro, aseguró el pasado 10 de agosto en entrevista con Román Lozinski por el circuito radial Unión Radio que “no hay vacunas rusas y creo que no va haber”. Además estimó que entre 500.000 y 600.000 venezolanos han recibido solo una dosis de Sputnik-V y están a la espera de la segunda para estar completamente vacunados.
“Yo creería que en los próximos dos o tres meses no va a haber un segundo componente de Sputnik-V en Venezuela”, sentenció Castro durante la entrevista en Unión Radio.
Sin embargo, a pesar de lo dicho por el médico infectólogo, el equipo de Sputnik-V informó a través de un comunicado de prensa el pasado 4 de agosto, que “este mes resolverán por completo todos los retrasos temporales en la entrega del segundo componente de la vacuna.”
El también presidente de Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela instó a los venezolanos en espera de la segunda dosis de la vacuna rusa a que “si la persona tiene menos de tres meses de haberse vacunado con el primer componente, debe tener una protección moderada en relación con el virus y tiene un compás de espera de hasta tres o cuatro meses. En caso de que eso no ocurra; es decir, si no llega la vacuna y esperó los 4 meses, recomendamos que esa persona inicie un proceso de vacunación completo con otra vacuna”.
De acuerdo con Transparencia Venezuela, Venezuela firmó un contrato por 10 millones de dosis de Sputnik-V en diciembre de 2020. Hasta este 10 de agosto de 2021, de forma pública han llegado 1.430.000 dosis, y se desconoce cuántas se corresponden con la primera y la segunda dosis.
Aunque la escasez de segundas dosis de la vacuna Sputnik-V no es exclusiva de Venezuela, la opacidad por parte del Gobierno venezolano genera aún más expectativas en la población.
Variante Delta en Venezuela: un nuevo reto a sortear
La variante Delta de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud ha estimulado el aumento de los casos de COVID-19 en el mundo, con presencia en 132 países.
La tarde del domingo 25 de julio Nicolás Maduro confirmó los dos primeros casos de la variante Delta en Venezuela. Desde entonces, expertos instan a acelerar la vacunación en el país para reducir los índices de mortalidad causadas por la COVID-19.
La Academia Nacional de Medicina días antes alertó en su boletín 38 que la mejor manera de contener la variante Delta es la vacunación contra la COVID-19 de manera efectiva, organizada y rápida.
“El reto con esta variante es su alta transmisibilidad, incluso en personas que ya han recibido la vacuna contra la COVID-19. Sin embargo, la experiencia en países con elevadas tasas de vacunación y donde circula y predomina esta variante es que el 90% o más de los ingresos actuales a hospitales y defunciones ocurren en individuos no vacunados”.
En entrevista para el portal Prodavinci el médico internista infectólogo Manuel Figuera Esparza, presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología, detalló algunos aspectos clave para comprender la variante Delta y entre ellos destacan:
- Es una variante más contagiosa.
- Tiene capacidad de evadir anticuerpos.
- Todavía no hay evidencia de que cause un desarrollo de la enfermedad más severo.
- La vacunación funciona y es importante cumplir con las dos dosis.
- Mientras más contagiosa, más personas se deben vacunar.
- No todos los casos son graves y la presentación de síntomas es similar.
- A nivel individual es momento de reforzar la prevención.
- A nivel de Estado se deben reforzar las políticas de respuesta.
Por lo menos uno o dos años más se espera que continúe la pandemia por la COVID-19, en ocasiones con picos altos y bajos. En ausencia de preparación y medidas oportunas por parte del Estado para fortalecer un sistema de salud previamente deteriorado, es una certeza que Venezuela vive momentos duros e inciertos.